Dulce Venganza

-Claro que no, ella viene a vivir aquí así que espero la trates bien ya que ella será la señora de esta casa

-ohh no lo sabía esta bien pase senorita Jena, hay muchas habitaciones vacías, "Mi esposo y yo compartimos recamara"

Esas ultimas palabras las enfatizó bien para que se dieran cuenta de que no había pasibilidades de separarlos, las mujeres se miraron ambas parecían molestas, pero Jena estaba confiada de que la vieja reina obligaría a Santiago a pasar la noche con ella, aun piensan que lo tienen bajo su control

-Tu, ¿donde están los sirvientes porque no han bajando ayudar?

-Ehh? Me está hablando a mi, pues verá me llamo Marcus, Marcus Collins, príncipe de Malasy, no "tu" los empleados no están les he dado vacaciones, si quiere que se ha llevando su equipaje llévelo usted misma,

Jena y la vieja reina están rojas de ira, no sólo presumía sobre su estatus sino también de que poseía el derecho de mandar en la casa, Abigail le ayudo a subir sus maletas, como cualquier otra mujer superficial trae consigo un montón de maletas llenas de ropa, la cual solo usara un par de veces, Rita llegó y saludo a la vieja reina y a Jena, a Marcus solo le dio una reverencia a medias, Marcus rodó los ojos esta sorio alegremente a Jena

-Señora Jena que gusto verla por aquí

-No te sorprendas, desde hoy viviré aquí

Esa era una de las mejores noticias que había escuchado así podrá ver como le hacen la vida miserable a Marcus

-Rita deja de hablar con la chusma y dime haz traído lo que te he pedido

-Si señor, aquí esta

La mujer le entrega un par de pomos a Marcus, él la mando por unas ecencias al otro lado de la ciudad, por recomendación de Simón, él no necesita esas cosas, pero le gusta hacer batallar a la mujer, a demás entre más lejos la tenga mejor ya que odia ver como le coquetea a Santiago

-Muy bien a Santiago le encantará usar estas esencias mientras nos bañamos juntos,

Todas se veían molestas la unica que se veía seria era Abigail quien cababa de llagar. Santiago regresó en la tarde al entrar a la sala ahí estaba Jena haciendo un berrinche, acababa de llegar y ya quería hacer de las suyas estaba gritando que no había nadie quien le preparará su comida pues su doncella se encarga de otras cosas pero no de su comida y Rita ella no está Marcus aprovecha para tenerla haciendo cual quier cosa que se le antoje, aprovechandose de que no hay más sirvientes

-¿Qué sucede aquí?

-Alteza, no pasa nada sólo que es la hora de la comida y no hay ningún sirviente que la haga

-Ahh eso, si más no recuerdo mi esposo me dijo que les daría la semana a todos los empleados?

Jena estaba molesta, lo habi hecho al propósito para hacerla molestar pero no se iba dejar

-Mañana hablaré con la vieja reina para que mande nuevos sirvientes

-Señorita Jena la razón por la que ellos no están es porque no quiero que alguien más escuche a mi esposo durante la noche, como no pude evitar que viniera a estorvar espero pueda dormir durante las noches, porque apenas estamos en la etapa de luna de miel

-¿Como? ¿Acaso no pasará la noche en mi habitación?

Santiago sonrió iba a contestar pero Marcus llegó al verlo Santiago estiró los brazos mientras el otro corría a abrazarlo, si todo era un show para hacer sentir mal a la mujer que invadía su casa

-Señorita no se haga ilusiones él solo puede dormir conmigo, ah por sierto como ya le había dicho temprano si tiene hambre hágalo usted, aquí no hay sirvientes, son empleados y no están a su servicio

La mujer se fue corriendo a la habitación que se le había asignado, era la última y la más pequeña lo cual también la tenía furiosa pero ya verá mañana irá a quejarse con la vieja reina, para que le ponga un alto no sólo Marcus le retrego que ellos tienen intimidad sino también Santiago,

¿Qué acaso no ve que yo soy mejor?

Pensó Jena para sí misma, en la habitación Santiago y Marcus reían por lo que Marcus le contó cómo las había resivido lo cual fue bueno, Santiago le dijo que no permitiera que pasarán sobre de él, él pronto sería nombrado reina de Decertica aún que es hombre no pueden cambiar eso, pero para Marcus es una forma de mostrar al mundo que tu género no impide ser lo que quieres, porque este mundo tan machista necesita cambios, pues hasta las mujeres se rebajan, y Jena es el vivo ejemplo de ello.