Narra la historia de Elina, una mujer rica y poderosa que reencarna como Elena, una extra en una novela. Ella deberá salvar al villano depresivo Noah. Noah es un "red flag" en la historia original, ya que se obsesiona con Sofía, la protagonista. Elena era la esposa de Eliézer, el protagonista, pero nunca logró obtener el amor de su esposo.
La protagonista de esta historia es una diva empoderada; no se arrastra ante ningún hombre, es firme y vengará a la Elena original. No es la típica protagonista: es ambiciosa, sensual, sabe lo que quiere y cómo conseguirlo, pero también tiene su lado dulce y tierno.
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3-Banquete
Llamé a mi asistente y le pedí que organizara todo para nuestro viaje a Auren. Me llegó un correo a mi cuenta personal de Elena; decía:
- «Elena, ven a mi fiesta de compromiso para que me entregues la firma del divorcio personal.»
Sofía fue de compras y observó a Noah a lo lejos. Ella, sin dudarlo, se acercó a él.
«Noah, ¿cómo estás? Tenía mucho tiempo sin verte. Vamos a comer algo», dijo Sofía sin ningún remordimiento.
Noah no le dirigió la palabra y se marchó a su auto.
Pasaron los días y finalmente regresé a Auren. Me hospedé en un hotel de lujo y decidí ir al bar del hotel. Alcancé a ver a un apuesto hombre de cabello castaño y ojos azules; él estaba tomando solo. Después de observarlo detenidamente, me di cuenta de que era Noah, el villano de esta historia y el hombre que debo salvar. Me acerqué a su mesa.
- « Guapo, ¿qué haces tomando solo? » le pregunté a Noah con un tono coqueto y pícaro.
- « No ves que estoy tomando, lárgate de aquí, mujer, no seas entrometida, » respondió Noah iracundo.
Tomé un vaso de licor y se lo tiré encima.
« Idiota, solo me preocupé. Eres un pedazo de imbécil, te puedes ir a la mierda, » grité endurecida.
Noah
Salí afuera hecha una fiera.
Noah estaba sorprendido; era la primera vez que una mujer lo trataba así. Al verme salir hecha una fiera, me siguió. Afuera del bar había tres hombres extraños; al verme, se acercaron a mí.
-«¡Miren nomás, qué rica estás, mi reina! Te voy a hacer sentir mujer», exclamó uno de los tres hombres. Al verme, aparentemente él era el que dirigía a los otros dos.
No les respondí y los pateé sin dudar. Mis habilidades marciales son excelentes. Después de patearlo un rato, fui a mi auto y saqué un bate.
- «Estoy de muy mal humor y me desquitaré con ustedes. Parece que acostumbran a forzar a mujeres inocentes; haré que paguen por todas las mujeres que han sido víctimas de ustedes.» Vociferé con voz potente. La furia me consumió y les destrocé sus entrepiernas hasta dejarlos inconscientes. Después, llamé a una ambulancia.
«Qué mujer tan marimacha, no se compara con la tierna Sofía. Ella es frágil y tierna; esta mujer es una marimacho», dijo Noah en su mente.
Noah regresó borracho a su mansión y se encerró en su habitación.
El mayordomo de Noah está buscando una mujer para casarlo con Noah y lanzó un comunicado en Facebook.
Finalmente, el día del banquete llegó.
Me puse un vestido sensual, oscuro y elegante que resaltaba mi belleza. Me monté en mi auto rojo, último modelo. Mientras conducía, las memorias de Elena original llegaban a mi mente; todos los recuerdos eran dolorosos. Julia, la madre de Eliézer, la abofeteaba; Sasha, la hermana de Eliézer, la tiraba del cabello y le pegaba. Vanesa la humillaba y la maltrataba. El padre y la madrastra de Elena la trataban como basura. Eliézer no dormía con ella, la trataba con asco y desprecio. Sin ninguna explicación, empecé a llorar, paré el auto y me limpié las lágrimas.
- «¡Ya basta! Yo no soy Elana, soy totalmente diferente. Soy de las que paga mal por mal, no soy de las que lloran, no permitiré que nadie me humille», grité con voz firme y segura.
Sofía y Eliézer se presentaron al banquete; parecían una pareja de cuento de hadas. Sofía Lucía, como una princesa de cuento de hadas, su belleza angélica era inigualable. Eliézer se acercó a Sofía.
- «Te amo, mi amor», susurró Eliézer con una mirada fría y vacía.
- «Yo también te amo», respondió Sofía, llena de felicidad.
- «¿Por qué no ha venido la gorda fea? Se supone que esa botarga tenía que estar aquí para entregar los papeles del divorcio», le susurró Julia a Sasha, su hijastra.
Sofia
- «Madre, no te preocupes, seguro que vendrá la zorra; ya deseo verla arrastrarse suplicándole a mi hermano», respondió Sasha entre risas y burlas.
Llegó el momento de la pasarela. Mientras modelaba para presentar a mis modelos, todos me veían maravillados; soy una figura muy destacada en la moda.
«¡Qué hermosa!
«¡Ella es una diva!»
«No puedo creer que Lena esté aquí»
«La amo». Todos esos fueron los comentarios de los invitados.
Con mi elegancia y sensualidad, me robé el protagonismo de Sofía y me convertí en el centro.
Helena
- «Las personas no me están tomando en cuenta, todos observan a esa mujer; se supone que yo soy la que debe destacar». Estos fueron los pensamientos de Sofía. Por primera vez, ella se sentía insegura de sí misma. Siempre opacaba a las otras mujeres, pero por primera vez estaba siendo opacada por otra mujer.
Elizer me observaba con admiración; todas las mujeres del banquete lo veían con deseo, pero yo ni siquiera lo veía a los ojos. Su ego estaba herido; las modelos más famosas se abalanzaban sobre él, pero yo, una diseñadora , lo veía como alguien inferior y sin atractivo físico.
«Buenas noches, todos los aquí presentes ya me conocen, soy Lena Sánchez. Mi pasión es la moda. Hoy quiero mostrarles una pequeña pasarela con mi nueva colección titulada "Belleza Falta". Esta colección está inspirada en una mujer fatal, sexy, elegante, bella y segura de sí misma. La belleza no tiene valor cuando no tienes seguridad y amor propio. Espero que les guste mi colección.» Estas fueron mis palabras de bienvenida para dar inicio a la pasarela.
Mis modelos desfilaban con elegancia y glamour; todos quedaron fascinados por mi nueva colección de vestidos.
Noah estaba en uno de los asientos VIP.
«Tengo que admitir que esa mujer es muy profesional, no por nada la llaman Reina de la Moda. Le voy a proponer trabajar en mi compañía», pensó Noah. Él me observaba con un rostro frío y sin expresión.
Después de la presentación, Eliézer tomó el micrófono.
—«Les quiero dar las gracias a todos por asistir a este banquete de compromiso. Como saben, estuve casado con una mujer tonta, aburrida, sin educación, una mujer insignificante que no estaba a mi altura. Conocí a Sofía, una mujer delicada, hermosa, coqueta y muy inteligente. Hoy invité a Helena para terminar públicamente nuestra relación, pero no asistió», dijo Eliézer, lleno de arrogancia.
Le quité el micrófono.
-« Te equivocas, Eliézer. Yo estoy aquí, vine especialmente para terminar nuestro matrimonio públicamente. Yo soy la que no quiere nada con un hombre tan patético como tú.
