La Venganza De Paoo

Andre quien tan solo tenía algunos golpes, acompaño a su amiga al hospital sin soltarle la mano no un segundo, Paoo no se veía nada bien y Andre tenía miedo de perderla.

En el hospital cuando llego la ambulancia con las dos chicas, los padres de Vivian quienes eran socios de varios hospitales importantes del país hicieron que rechazaron el ingreso de las chicas, algo que altero mucho a Andre, porque Paoo había quedado inconsciente y no podía hacer nada.

—Son unos imbéciles, negligentes, solo por dinero van a dejar morir a una persona —Andre discute con los guardias y aunque sabe que no sirve de nada antes de volver a la ambulancia con su amiga para ir a otro hospital esta tomó una roca y la lanzó al doctor que dijo que no podían recibirlas, Andre tuvo un buen tino y lo golpeó justo en la cabeza para subir rápidamente a la ambulancia en donde los paramedicos no podían contener la risa por lo que la chica hizo algo que a ellos les hubiera encantado hacer.

—Vamos al hospital general —la ambulancia arranco y llegaron en menos de 30 min al hospital.

Cuando llegaron ingresaron por urgencias y Paoo fue atendida de inmediato, al igual que Andre a quien llevaron a uno de los cubículos a limpiar sus golpes, pero en realidad está lo único que deseaba era estar con su amiga y asegurarse que todo estuviera bien.

Andre, después de ser atendida fue a tratar de investigar como está su amiga, pero aún no había noticias se quedó sola en la sala de espera hasta que llegaron los padres de Paoo.

—Andre que paso, nos dijeron que ustedes atacaron a Vivian y a sus amigas —al escuchar eso Andre se enfureció y negó todo.

—Eso es mentira, esas chicas han lastimado a Paoo miles de veces desde que está muy niña y cuando la conocí me di cuenta de todo, ella no quería decirles nada para que no sufrieron, además su padrino es quien paga todos sus estudios así que no quería decepcionarlo al tampoco —Andre les contó a detalle lo que pasó esa noche y los padres de Paoo no lo podían creer.

—Esas chicas deben pagar por lo que le hicieron a nuestra hija —la madre de Paoo llora de frustración.

—Haré una llamada para que nos ayuden —el papá de Paoo se alejó un poco y realizo una llamada al extranjero.

En Italia un hombre de 33 años estaba observando las cámaras de seguridad de algunos de sus negocios cuando su celular sonó al ver el nombre de hombre que fue como su padre y que a pesar de la diferencia de edad entre ellos se quieren mucho y son muy buenos amigo y compadres este contesto rápidamente.

—¿Qué pasa Felipe, allá ya es muy tarde? —indaga el hombre apenas contestó la llamada

—Paoo está en el hospital —esa respuesta capto toda la atención del hombre quien apretó sus puños

—¿Quién se atrevió a lastimarla? —pregunta el hombre apretando sus puños con tanta fuerza qué las venas de sus manos parecían querer explotar.

—Unas chicas que estudiaban con ella, al parecer ha pasado por mucho tiempo, pero Paoo cayó para no preocuparnos, sin embargo, hoy todas perdieron el control y ella está en el hospital, aún no sabemos su estado de salud, pero por lo que nos dijo su amiga es grave —Felipe se escucha angustiado por su hija.

—Estaré ahí mañana por la noche, cuida bien de mi ahijada —tras finalizar la llamada el hombre apretó el celular con tanta fuerza que lo rompió y luego lo lanzó a la basura.

—Princesa esas chicas se arrepentirán de lo que te hicieron y de eso me encargaré yo tu padrino —el hombre observa la última foto que tiene con si ahijada, él tenía 20 años y la pequeña cinco, su niña de cabellos de fuego había crecido y se atrevieron a lastimarla después de trece años sin verla volverá solo para hacer pagar a las chicas que se atrevieron a lastimarla

—Alonso —el hombre llama a su asistente, quien corre a ver que es lo que su jefe necesita.

—¿Qué ordena señor? —Alonso entra vestido de negro, un hombre impecable y muy intimidaste, además de ser el asistente, es el mejor amigo y compañero Fiel del padrino de Paoo.

—Prepara el avión, debo estar en Nueva York mañana por la tarde y encárgate de que te den la informa sobre estas familias, quiero que le hagas temblar sus finanzas, ya mi pequeña decidirá después —este le pasa una lista de nombres los cuales le dio su compadre y Alonso asintió.

—Como ordene señor Maranzano —Alonso se iba a retirar cuando lo apunta con un arma.

—Cuantas veces debo decirte que uses mi nombre de pila —este año ver como lo apunta traga un nudo que se le formó en la garganta

—Disculpa Joseph, iré a cumplir tus órdenes —Joseph sonrió, con una expresión malvada y Alonso se fue asustando por las locuras de su jefe.

—Debería conseguirse una novia que le quite ese sentido del humor tan pesado murmura Alonso mientras se marcha a cumplir con las órdenes de su jefe.

Joseph, no tardo mucho en recibir el informe con todo lo relacionado con la familia de Vivian y las esas chicas, este sonríe lleno de satisfacción.

—Después de tanto volveré a Nueva York a divertirme con ustedes escorias —piensa en voz alta Joseph mientras lee la información de esas familias.

Cuando el avión estuvo listo Alonso le aviso a su jefe y este se fue a su departamento en el centro de la ciudad a recoger una pequeña maleta que envió a preparar con la empleada y luego se puso en marcha al aeropuerto en donde su avión privado lo esperaba y en cuanto llego, subió en él y este no tardo en despegar.

En el hospital cantar de nueva York, el médico le comento a los padres de Paoo y a Andre que esta se encuentra delicada y que aunque se recupere tendrá múltiples cicatrices, razón por la que necesitará varias cirugías reconstructivas.

A todos les dolió saber lo mal que se encuentra Paoo, en especial cuando les permitieron entrar a verla y le rompió el corazón verla completamente inconsciente, llena de moretones y vendas por todos lados.

Las horas pasaron y al atardecer de día siguiente un avión privado aterrizó en el aeropuerto, un hombre de apariencia impecable y un cuerpo qué refleja el trabajo duro, bajo del avión con elegancia, derrochando confianza, determinación, fuerza y unas ganas inmensas de poner a arder toda la ciudad.

—Pequeña tu padrino ya está aquí para defenderte —Joseph subió a una camioneta negra que lo esperaba para ir directamente al hospital.

Al llegar los padres de Paoo habían salido a comer algo y Andre se había ido con sus padres para cambiarse y volver a ver a su amiga, así que Joseph pidió entrar a ver a su ahijada entonces lo dejaron entrar a la había de Paoo.

En cuanto Joseph entro a la habitación sus puños se apretaron de rabia, su pequeña de los cabellos de fuego estaba irreconocible, no era la pequeña que él recordaba, no había rastro de su alegría y su particular sonrisa.

—Los haremos pagar por lo que te hicieron —Joseph sujeta con fuerza la Mano de Paoo quien al sentir su presencia abre sus ojos.

—Padrino —la voz de Paoo sale apenas en un susurro.