Liana, una joven que descubre que es la última descendiente de una antigua línea de guardianes de ángeles. Su vida cambia drásticamente cuando una serie de misteriosos eventos la lleva a ser reclutada por una organización secreta encargada de mantener el equilibrio entre los mundos humanos y celestiales.
A medida que Liana profundiza en su nuevo rol, comienza a desentrañar secretos oscuros sobre su familia y la verdadera naturaleza de su poder. Un ángel caído, caudillo de una rebelión celestial, amenaza con desatar el caos en ambos mundos, y Liana debe enfrentarse a él antes de que sea demasiado tarde.
Mientras navega por traiciones, alianzas inesperadas y su propio conflicto interno, Liana descubre que nada es lo que parece. Cada revelación acerca de su pasado revela un nuevo giro en la trama, desafiando sus creencias y forzándola a confrontar la verdad sobre su identidad y el destino que le espera.b
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Capitulo 20: La Prueba De Valor
La luna llena brillaba en el cielo nocturno, proyectando una luz plateada sobre el bosque ancestral que rodeaba el campamento de los Guardianes. Las sombras danzaban entre los árboles, creando una atmósfera de misterio y tensión. Liana y Valen estaban rodeados por un grupo de Guardianes de élite, todos con miradas de expectativa y desconfianza. El aire estaba cargado de una energía palpable, y el eco de sus pasos resonaba a través de la penumbra.
—Has llegado al corazón del desafío, Liana —dijo Kael, su voz grave cortando el silencio—. Para demostrar tu valía y tu capacidad de liderazgo, debes enfrentar la Prueba de Valor. Solo al superar esta prueba serás aceptada como una verdadera líder en nuestra causa.
Liana sintió un escalofrío recorrer su espalda. Aunque había enfrentado muchos desafíos, la magnitud de la prueba que estaba a punto de enfrentar la llenaba de una mezcla de ansiedad y determinación.
—¿Qué implica esta prueba? —preguntó Liana, su voz firme a pesar de la inquietud que sentía.
Kael levantó una mano, señalando hacia el corazón del bosque, donde una serie de símbolos antiguos estaban grabados en el suelo. Un círculo mágico rodeaba un pedestal en el centro, y una serie de runas brillaban débilmente, proyectando una luz tenue sobre el área.
—La Prueba de Valor es una serie de desafíos diseñados para evaluar tu coraje, tu fortaleza mental y tu capacidad para tomar decisiones bajo presión. Cada desafío estará lleno de pruebas que reflejarán tus miedos y dudas más profundos. Solo al superar todas las pruebas podrás demostrar que eres digna de liderar a los Guardianes.
Valen se acercó a Liana, su expresión seria y calculadora. Aunque no había mostrado mucha emoción hasta ahora, había una chispa de interés en sus ojos.
—No será fácil —advirtió Valen—. Este bosque está lleno de ilusiones y trampas diseñadas para hacerte dudar de ti misma. Mantén la calma y confía en tus habilidades.
Liana asintió, su mente centrada en el desafío que tenía por delante. Con un último vistazo a Valen y a los Guardianes que la rodeaban, se adentró en el bosque, el suelo bajo sus pies crujía con cada paso.
El primer desafío se presentó rápidamente. Una niebla espesa se levantó del suelo, envolviendo el área en una capa de confusión. A medida que la niebla se espesaba, Liana empezó a ver visiones distorsionadas de su pasado: momentos de debilidad, de dolor y de pérdidas. Su corazón latía con fuerza mientras enfrentaba las imágenes que la acosaban, cada una más dolorosa que la anterior.
—No te dejes engañar por las ilusiones —murmuró Valen, su voz resonando en la niebla como un susurro en el viento—. Son solo una prueba de tu fortaleza mental.
Liana cerró los ojos y respiró profundamente. Recordó sus momentos de mayor valentía y el propósito que la impulsaba. Con un esfuerzo consciente, alejó las visiones y avanzó a través de la niebla, sus pasos firmes y decididos.
El siguiente desafío fue un laberinto de espejos mágicos que distorsionaban la realidad. Liana vio reflejos de sí misma en diferentes edades y estados emocionales: una joven temerosa, una guerrera desgarrada por la lucha, y una líder implacable. Cada reflejo la miraba con ojos llenos de juicio y dudas.
—Cada uno de estos reflejos es una parte de ti —dijo Kael, desde el borde del laberinto—. Debes enfrentarte a tus propias inseguridades y superar el laberinto para avanzar.
Liana se detuvo frente a uno de los espejos, viendo el reflejo de una joven asustada que apenas podía sostenerse. Se dio cuenta de que esa parte de ella seguía siendo real, y la aceptó como parte de su ser. Al hacerlo, el espejo se rompió, y el laberinto comenzó a desmoronarse, revelando el camino hacia el siguiente desafío.
Finalmente, llegó al centro del bosque, donde el pedestal con el símbolo mágico esperaba. La última prueba era una confrontación con su propio miedo más profundo. Una sombra oscura apareció frente a ella, tomando la forma de una criatura aterradora que representaba sus peores temores y dudas.
—Este es el último desafío —dijo Valen, sus palabras resonando con urgencia—. Solo enfrentando tu miedo y superándolo podrás demostrar tu valor.
Liana miró a la sombra, sintiendo una oleada de terror, pero también una determinación inquebrantable. Con un grito de desafío, se lanzó hacia la sombra, enfrentando sus miedos con una valentía feroz. A medida que luchaba, cada golpe y cada movimiento se llenaban de la fuerza y la resolución que había acumulado a lo largo de su viaje.
Finalmente, con un último esfuerzo, la sombra se disipó, dejando solo el silencio del bosque. Liana cayó de rodillas, agotada pero triunfante. El pedestal comenzó a brillar con una luz dorada, señalando el fin de la prueba.
Kael y los Guardianes se acercaron, sus miradas llenas de respeto y reconocimiento.
—Has demostrado tu valor, Liana —dijo Kael, con una sonrisa de aprobación—. Eres digna de liderar y de luchar por nuestra causa.
Liana se levantó, su corazón lleno de una mezcla de alivio y orgullo. Aunque la prueba había sido dura, había demostrado no solo su valentía, sino también su capacidad para enfrentar y superar sus propios miedos. Con el apoyo de Valen y los Guardianes, estaba lista para enfrentar lo que viniera a continuación.
Mientras la luna seguía brillando sobre el bosque, Liana sabía que el camino por delante sería arduo, pero también estaba segura de que estaba preparada para enfrentar cualquier desafío. La Prueba de Valor había sido solo el comienzo, y el destino de su mundo estaba ahora en sus manos.