Grettel es una mujer pobre, que se enamora de un hombre rico, al que conoció desde niños.
Ese amor desencadena una serie de maltratos, odio y situaciones en las que de pronto te obligan a decir, ¡ella o yo, tienes qué decidir!
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Plantada
Lorenzo dijo en la corte que Ulises lo había querido matar. No hubo poder humano que impidiera que se llevaran a Ulises a la cárcel.
Él se defendía como podía, pero era inútil. Don Lorenzo no quería dar su brazo a torcer. Como le había robado todo su dinero a Adrián aprovechaba para pagar a los abogados más corruptos e impedir que pudieran sacar a Ulises de la cárcel.
Ulises, serás trasladado al penal de máxima seguridad, como un hombre peligroso que eres, ya que quisiste matar al señor Lorenzo Fuentes.
Esto es una injusticia, yo nunca quise matar a este señor.
Pues ni modo, es tu palabra contra la de él. Mañana mismo serás trasladado.
Esto es una injusticia, por favor, suélteme. Yo no hice nada, está mintiendo.
Llévenselo, dijo el jefe de los policías.
Al día siguiente, Ulises fue llevado al penal de máxima seguridad, acusado de intento de asesinato. Obvio era mentira.
Ana Luisa fue a visitar a su hijo a la cárcel. Muy apenas la dejaron entrar.
Hijo, ¿pues qué pasó?
Mamá, te juro que yo no quise matar a este hombre, solamente lo golpeé porque ofendió a Grettel...
Lo sé hijo, sé que tú eres incapaz de algo semejante. Eres muy buen hijo y muy correcto.
Hablaré con ese señor para que retire los cargos.
Es inútil, mamá, no te hará caso.
Ya verás que sí, trataré de convencerlo.
Señora, se acabó el tiempo de las visitas, haga el favor de abandonar el lugar, le dijo uno de los policías de muy mal humor.
Sí, ya me voy. Aguanta hijo, hablaré con ese señor.
Ulises fue trasladado a una celda, en esa celda se encontraba Adrián Chávez y dos reos más.
Hola muchacho, dijo Adrián. ¿Por qué te trajeron? ¿Qué delito cometiste?
Yo no hice nada, soy inocente, me están levantando una calumnia.
Otro reo de los que estaban ahí, le dijo: Claro que sí, m'hijo, aquí todos somos inocentes.
Tú cállate, no opines, dijo Adrián.
¿De qué te acusan, muchacho?, volvió a preguntar Adrián.
Don Lorenzo dijo que yo lo quise matar, pero eso es mentira.
¿Don Lorenzo, has dicho?, ¿cómo se apellida ese hombre?
Se llama Lorenzo Fuentes.
¡Lorenzo Fuentes!, repitió Adrián. ¿Será el mismo hombre?
¿De qué habla señor?
Nada, no te preocupes, yo me entiendo. ¿Y sabes qué?, te ayudaré a salir de aquí... A mí solamente me quedan unos cuantos días para poder salir de este lugar. Por cierto, me llamo Adrián Chávez, ¿y tú?
Mi nombre es Ulises.
¿Y a qué te dedicas, Ulises?
Estaba estudiando para abogado, pero, desgraciadamente, ya no hubo dinero para seguir pagando la escuela. Dejé mi carrera trunca, pero en cuanto consiga el dinero volveré a entrar.
Por eso no te preocupes, Ulises, desde hoy considérame tu amigo.
Mi abogado, el señor Clemente se ocupará de tu caso, te aseguro que es uno de los mejores abogados, pronto saldrás libre.
Gracias, don Adrián.
Oye, te quiero proponer un trabajo. Espero que aceptes.
¿De qué se trata, don Adrián?
Necesito un abogado que vea por mis intereses.
Don Adrián pero todavía no me recibo, le dijo Ulises un poco avergonzado.
De eso precisamente quería hablarte, yo te pago los estudios y tú trabajas para mí, ¿cómo ves?
Ulises se le quedó viendo con cara de susto.
Adrián inmediatamente interpretó esa cara y se puso a reír... Jajaja, no te preocupes, no soy narco por si es lo que estás pensando.
Simplemente, como voy a salir de la cárcel, necesito un abogado, porque he recibido una cuantiosa herencia.
Ah, ok. Me parece buena idea. Está bien, acepto.
Bueno, le voy a decir a Clemente, mi abogado, que te pase las hojas que debes de checar perfectamente. En cuanto salgas de aquí te pones manos a la obra.
Gracias, don Adrián.
A todo esto, ¿cómo supiste que me llamo Adrián si ni siquiera te he dicho mi nombre?
Escuché a su abogado llamarlo por su nombre.
En cuanto salga de aquí me voy a dedicar a buscar a mi hija.
¿Usted tiene una hija?, ¿y en dónde está?
No lo sé, por eso voy a buscarla, no la conozco, nunca la vi.
Pues le deseo toda la suerte del mundo.
Gracias. Espero que pueda encontrarla.
Clemente entró en ese momento. Listo, he logrado que don Lorenzo retire los cargos en contra de Ulises. Puedes irte muchacho.
¿Y cómo le hizo?
Digamos que le conté una pequeña historia de trampas y dinero mal habido. Es todo lo que les puedo decir.
Entonces, muchacho, ocúpate de mis cosas, por favor. Clemente, explícale todo lo que va a hacer. Y tú, muchacho, dedícate a buscar tu escuela para que continúes tus estudios.
Gracias, señor, lo haré.
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Axel iba rumbo a la puerta de su casa para salir cuando su madre lo detuvo.
Axel, ¿ya saludaste a Rocío?
Sí, mamá, ya la saludé. Bueno, me voy porque tengo mucha prisa.
En eso, Rocío, que venía saliendo de su cuarto, se acercó a Axel. ¿Tienes tanta prisa que ni siquiera me quieres atender un rato, Axel?
Claro que no, Rocío, pero ¿te parece si mejor nos vemos en la tarde que venga de la institución?
Pues Rocío va por el mismo rumbo que tú, la puedes llevar, sugirió Josefina.
Axel iba a decir unas palabras, pero Rocío lo interrumpió.
Es buena idea, ¿aceptas?
Está bien. Te llevaré.
Gracias, Axel eres muy amable. ¿Te parece si en la tarde me invitas a comer?, he pasado mucho tiempo sin salir a ningún lado y estoy fastidiada.
Lo que pasa que en la tarde tengo otro compromiso.
Vamos, Axel, tu prima no viene seguido, fue la opinión de Josefina.
Axel vio a su madre con ojos de pistola, está bien, a la tarde paso por ti.
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Grettel estaba sentada en su banca preferida esperando a Axel. Estuvo ahí alrededor de una hora, pero Axel nunca llegó.
Con el corazón un poco desalentado se fue a su casa.
Al llegar encontró a Romina vestida como quien va a salir a trabajar.
¿Vas a salir?
Sí, desde que mi tía murió tengo que ganarme el pan yo sola. Y pues, no sé hacer otra cosa más que cantar.
¿Pero en ese lugar de mala muerte?, ahí hay muchos borrachos aprovechados no quiero que te vayan a hacer daño.
No te preocupes amiga, los voy a sortear muy bien. Además, yo me sé defender. ¿Y se puede saber por qué vienes con esa carita triste?
Axel no fue a la banca, a nuestra cita de todos los días. Es la primera vez que me deja plantada en mucho tiempo.
A lo mejor se le atravesó algo, estoy segura de que tendrá una buena explicación qué darte.
Eso espero, ojalá y no sea nada malo.
Bueno, nos vemos más tarde yo tengo que irme a trabajar.