ENCONTRÉ APOYO EN UN HOMBRE DESCONOCIDO

LORAINE: Y tu llegaste cuando más necesitaba a alguien, en un momento en el que me sentía realmente sola, sin apoyo y sin ningún tipo de ilusión. Y tú hiciste que recobrara las ganas y la confianza. En unas pocas semanas hemos reído y llorado y hemos vivido instantes que estoy segura de que nos van a quedar grabados para siempre en la memoria. Te has convertido en una parte muy importante de mi vida y, si tú quieres, a mí me gustaría que te quedaras en ella para siempre.

RAQUEL: Cofiemos que vamos a salir de aquí lo antes posible, voy a estar pendiente de lo mínimo.

LORAINE: Ven memoriza este número, cuando tengas la oportunidad llamas, pero tienes que ser rápida en lo que vas a decir.

RAQUEL: ¿Pero que digo? ayúdame tu, tengo que mejorar también lo que diré, algo corto porque los nervios me matan.

LORAINE: Deja pensar que puedes decir, ah ya sé, puedes decir: Rastrea o busca información de este número, aquí tienen a Loraine.

RAQUEL: Si, puede ser, Rastrea o busca información de este número, aquí tienen a Loraine, bueno tengo que repertir a cada momento para que no se me olvide.

LORAINE: Pero trata en lo posible de controlar los nervios, no dejes que ellos te controlen por favor.

RAQUEL: Lo haré, voy a poner todo de mi parte para salir de aquí, en cuanto vea la oportunidad lo hago mi niña. Quiero de ese bebe nazca en un lugar diferente a este y que este siempre a tu lado.

LORAINE: Si, también te quiero a ti cerca, sabes que eres la abuela, porque desde hoy te voy a considerar mi madre, a partir de hoy eres mi madre.

RAQUEL: Gracias mi niña, gracias por ser también buena conmigo.

LORAINE: Así como tu lo has sido conmigo.

Las dos mujeres se abrazaron llorando, ambas se adoptaron como madre e hija, la dos se dieron cuenta que el valor de la familia está en los sentimientos, el cariño y los sacrificios. Más allá de una conexión de sangre, estos son los principales sustentos de una relación familiar. No es necesario tener lazos sanguíneos para sentir amor, compasión o preocupación y ella, siente todo eso y más por Loraine, estaba dispuesta a todo por ella, por lograr su libertad y verla feliz.

Pasaron dos meses, Loraine ya tenía cinco meses de gestación, sentía que tenía que resignarse a vivir pasando dificultades, para ella cada día que pasaba, era como si le quitaran algo de su vida, pero era la desesperación por ver como pasaban los días y no poder escapar y tampoco pedir ayuda.

Loraine estaba sentada mirando por la ventana cuando se dio cuenta que había una mujer discutiendo con un guardia, a ella se le hacía conocida pero no veía bien de quien se trataba, Raquel también se dio cuenta y se acercó a mirar lo que pasaba entre la mujer y el guardia, Loraine bajo para ver mejor de quien se trataba, en ese momento se dio cuenta que era la madre; ella sonrió con amargura por el descaro de su madre.

Loraine sintió a Raquel a su lado y le dijo que sentía lastima por su madre, ella la tomó de los hombros y le dijo.

RAQUEL: Cuando alguien que te importa te hace daño, puedes aferrarte a tu ira y resentimiento, o perdonarlo y seguir adelante, pero lo mejor es es perdonar, porque si te aferras a ese dolor, quizá seas tú quien pague el precio más alto. Perdonar te puede traer paz y esperanza, considera que el perdón puede guiarte por el camino del bienestar físico, emocional y espiritual; mira lo que ha pasado con tu madre, hasta donde ha llegado por su resentimiento.

LORAINE: Tienes razón, pero no todos somos capaces de perdonar, yo no la odio, pero ella a mi si, nunca pudo superar y menos perdonar lo que sus padres hicieron.

RAQUEL: Tuvo una experiencia traumática, por abuso físico y emocional de parte de algunas persona en quien confiaba. Esas heridas le cansaron sentimientos persistentes de resentimiento, amargura e ira, ella no lo pudo superar como lo has hecho tú.

Las dos miraban como la mujer quería ingresar a la casa, hasta que Loraine le dijo a Raquel para subir a su habitación, no quería encontrarse con su madre, llegaron a la habitación y desde allí miraba como la mujer peleaba para ingresar, ella lo hizo porque sabía que Gualberto no está en su casa, la mujer tenía días vigilando la casa.

Después de tanto discutir con el guardia para que la dejara entrar se rindió, sabía que no lo iba a lograr, ella solo quería ver a Loraine y recordarle el sufrimiento por el que iba a pasar con su hijo al lado de Gualberto, ella pensaba que el era un hombre de malos sentimientos y quería sacar provecho de eso para hacer sufrir a su hija, pero no sabía que el hombre no era despiadado como ella pensaba.

La madre de Loraine se fue, pero buscaría otros planes para hacerla sufrir así como ella sufrió, que sienta todo lo que ella sintió.

Loraine la vio alejarse, y por instinto de madre protectora abrazó su abdomen y le dijo a su pequeño en su vientre.

LORAINE: Yo te voy a cuidar, te voy a defender de quien sea, trataré en lo posible de que no tengas ningún sufrimiento, te amaré, te llenaré de amor, confianza, estaré para ti, viviré por ti y para ti.

Raquel sabía que ella tenía un corazón puro, no tenía maldad y por eso tenía el presentimiento que todo su sufrimiento llegaría a su fin.