Lorenzo un hombre pobre que es humillado por su esposa, lo abandona y le quita la oportunidad de ver a su hija Lisa. Por ordenes del empresario Javier Zamora, Lorenzo es encarcelado, luego de dos años en la cárcel, Lorenzo es librado por la mafia, al confundirlo con el hijo de un poderoso líder. Lorenzo toma el cargo de la mafia, y deja atrás al hombre humillado e inútil que fue en el pasado
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Quedate callada
El viento soplaba fuertemente fuera de la cabaña.
El sonido de las hojas que caen de los árboles sobre el techo, haciendo imposible qué pueda escuchar con claridad lo que pasaba afuera.
Le sostuve la mirada a Lorenzo Córdoba. Nos vimos a los ojos por algunos segundos.
______ Ese hombre me quiere hacer daño, ¿Verdad? ____ Abrí mis labios temblorosos.
Lorenzo, solo me ve, no dice nada por un largo tiempo. Eleva su mano, poniendo uno de sus dedos en mis labios.
______ Guarda silencio. ____ Susurró sin ninguna emoción en su cara.
_____ ¿Quién es? ____ Todavía seguía preguntando.
Mis labios temblaban violentamente, no podía controlar este sentimiento. Lorenzo Córdoba me abraza a su torso. Solo en ese momento sentí una ráfaga de calor en mi corazón.
Me controlé por unos segundos, entre sus brazos me sentía protegida. Lloré sin hacer ruido en su torso. Mis lágrimas mojaron su pecho
_____ Tranquila, te juro que nadie te hará daño mientras estés a mi lado.
Deseaba creer en cada una de sus palabras, sin embargo, sabía que no era verdad. Los dos estábamos en grave peligro, podía sentirlo dentro de mí.
Ese hombre enviado por no sé quien, era un asesino, el cual, estaba dispuesto a todo con tan de cumplir su maldito objetivo.
_____ Muñequita de porcelana, sal de donde estás. Haremos una fabulosa fiesta esta tú y yo… ____ Escuchar al asesino decirme esas palabras, provocan un terrible escalofrío en todo mi cuerpo.
Me separé un poco del cuerpo cálido de Lorenzo.
_____ Vámonos de aquí.
Se escuchó un disparo al aire y mi corazón se detuvo por un segundo. El miedo cada segundo era más intenso.
_____ Shhhh... ____ Lorenzo me ordena callarme.
La respiración se me vuelve más acelerada. Podía escuchar con claridad el corazón latir violentamente.
______ Escuchame bien. Te quedarás aquí hasta que vuelva.
Moví continuamente la cabeza, me negaba aceptar que Lorenzo ponga su vida en juego por mi culpa. Era a mí a quien desea ese hombre.
Además, Lorenzo no está bien. Tenía una herida de bala en el pecho, solo hace un día se encontraba inconsciente. Ahora el hombre delante de mí, parecía un hombre muy distinto.
______ Ese hombre te hará daño, por favor, no vayas. _____ Le Suplique.
Mis dedos se deslizan por la mano de Lorenzo. Él me vuelve a empujar a sus brazos, y sin darme tiempo de reaccionar me alejó de él.
Gira su cuerpo, caminando hacia la salida de la cabaña. Lorenzo también llevaba una arma, la sacó de su cintura, eso me provoca más miedo.
Me escondí detrás de un viejo mueble. Dejé respirar por algunos segundos. Escuché algunos intercambios de disparos, eso ocasionaba que todo mi cuerpo quedara como una piedra.
...Narra Lorenzo...
...Una hora antes...
Después de llegar del funeral de la madre de Cecilia. Le aconsejé que se fuera a descansar.
La mirada de la chica era muy distinta a la de hace unas horas. Toda la luz que había en ella se apagó de golpe.
Algo parecido a lo que me pasó a mí hace dos años, cuando Paola me dijo que mi amada Lisa no llevaba mi sangre y que era hija de su amante.
Ese momento jamás lo voy a borrar de mi mente. Es como una flecha, la cual, clavó en mi corazón, y cada día se va encajando más profundamente.
Cada golpe, cada insulto, cada cicatriz en mi cuerpo, es una sed de venganza. Para su mala suerte, sigo vivo, con unas inmensas ganas de vengarme.
Observé a Cecilia, por mucho tiempo. Toda la información que me dieron sobre ella y su madre, me dejó helado, aún no puedo creer que lleve la misma sangre que Javier Zamora.
Apreté mis puños con fuerza, no podía evitar sentir un fuerte odio por todo aquel que lleve la misma sangre que ese maldito hombre.
Necesitaba saber más de ella, cómo la podía usar para mi venganza. Ganarme su confianza y convertir a Cecilia en mi arma para mi venganza.
_____ No tengo sueño, ni hambre, no quiero nada. Solo vete, y déjame a solas. No quiero tu lástima, ni nada que se le parezca.
Cecilia se pone de pie y toma su bolso, se da media vuela, me ignora. Es como si no existiera para ella.
La veo salir de la mansión, la puerta se cierra detrás de ella. No puedo dejarla sola, sé muy bien como se siente en este momento. A mí me pasó algo similar.
Entre apresuradamente al despacho, tomé ma pistola de encima del escritorio y salí detrás de Cecilia. No dejaría que esa chica se escape de mis manos.
La sigue sin que ella se dé cuenta, noto que hay un hombre vestido de negro siguiéndola. A ese hombre lo vi, dos veces.
La primera vez fuera de la clínica, cuando fui a traer a Cecilia y la traje a la mansión Córdoba. La segunda vez, fue en el funeral de su madre.
El hombre estaba ahí, llevaba gafas negras, sin embargo, lo puede reconocer. Observó a la chica continuamente, esperando una oportunidad de acercarse a ella.
El hombre ahora tenía la mejor oportunidad del mundo. La chica sola, sin que nadie la pudiera salvar, una tormenta caía en ese momento, dificultando cualquier posibilidad de que pueda escapar.
Sin que se dé cuenta, seguí a Cecilia y al hombre. La chica ingenua entró a la cabaña sin darse cuenta del peligro al que se estaba exponiendo.
Entré a la cabaña por la parte trasera, el hombre al creer que la chica se encontraba sola e indefensa, entraría por la parte de adelante.
Cuidadosamente, entró sin hacer ningún ruido. El juego mental comienza por parte del sujeto, echa la luz de la lampara al interior. Eso es para causarle miedo a Cecilia y ella comience a cometer errores.
La muy tonta, se deja llevar por el miedo. Comete el primer error, y es no esconderse en un sitio seguro.
Cree que es rival para un hombre fuerte. Para ese asesino será un juego de niños hacerle daño a Cecilia.
Luego de observar a la chica me acercó por detrás y le cubrí la boca.