ALPHA EROS

Emily se encontraba acostada en la cabaña cuando siente el aire frío, más ventanas se abren y las cortinas caen al suelo dejando como una alfombra, la Loba se coloca de pie sus ojos verdes puestos fijamente en la puerta qué se abre de un momento a otro de estar de pie Emily pasa a estar en el suelo cayendo de rodillas, un fuerte dolor azota a la Loba, un dolor que la hizo gemir de dolor, su espalda se endereza, su pecho resalta aún más, pero con la cabeza mirando el suelo, su piel se eriza, ella cierra los ojos, pero al abrir de nuevo, ella no percibe la luz de las velas, Emily estaba en la oscuridad.

— Espalda recta, pecho de acero, cabeza en alto, eres loba, eres hija de la Diosa Luna — La voz era extremadamente suave, Emily estaba de rodillas, pero ya la cabeza no estaba agachada, no obstante no podía ver.

— ¿Quién eres tú? — Pregunta la Loba.

— La Princesa con sangre Hechicera — Aquella respuesta logra que Emily vuelva a sentir otro dolor de cabeza qué la obliga a llevarse la mano hasta la cabeza, ella ya sabe que estaba ante la Vampiresa más poderosa del mundo sobrenatural — Te quiero de aliada Loba, y no tengo aliados débiles — Una sombra oscura envuelve a Emily cuando abre los ojos nuevamente ya podía distinguir la luz, la Loba se coloca de pie dando varias vueltas buscando a la Vampiresa, pero ella no podía verla, no veía a nadie más.

— ¿Cómo yo podría ser la aliada de alguien tan poderosa? — Pregunta Emily pese a no ver la Vampiresa, pero ella sentía que su pregunta iba a tener contestación, podía sentir la presencia de la Vampiresa.

— Cariño, tienes mi nombre, yo también me llamo Emily, tienes lo que yo necesito, tengo lo que tú necesitas, conoces mucho del mundo sobrenatural al igual que yo, eres una Loba muy poderosa aunque aún no lo sepas.

— ¿Emily? — Pregunta la Loba observando la vela fijamente.

— Si, me llamo Emily, Futura Luna de Alfa Eros, nuestra unión dará paso a la Guerra y a la destrucción del Imperio del maldito Alfa Rey — La loba no entiende como las palabras de la Vampiresa no generan absolutamente ninguna emoción en ella, aunque sentía atracción hacía el Alfa saber que estaba cerca de la Futura Luna del Alfa, aquello no provoca nada en ella.

— ¿Qué es lo que quiere que yo haga? ¿Cómo sé que usted no va a acabar conmigo? ¿Por qué no puedo verte?

— Pequeña Emily, serás la fortaleza de las lobas esclavas, desde mañana por la noche empezaré a rescatarlas tu madre te ha enseñado de las hierbas medicinales, nadie puede hacerte daño Emily mientras yo te proteja, no voy a traicionarte porque soy leal al igual que un lobo, y nadie puede verme, nadie puede hacerlo, todos van a verme después de unirme a Eros, nuestras tradiciones después de la última guerra han cambiado, y lo sabes, todos saben que estamos a punto de entrar en Luna Sangrienta, estamos en las últimas vueltas de Luna Llena, ni siquiera el Alfa me ha visto en su totalidad, Eros nada más sabe que tengo el rostro pálido, el Alfa Rey no puede saber que la Princesa con sangre Hechicera ya está en la tierra, él no puede saberlo de lo contrario jamás va a permitir que Eros se una a mí, el Imperio lo va a anunciar como un castigo, la manada Eclipse será consumada por el Alfa Rey, Eros será tachado de desleal, porque yo soy más poderosa que el propio Rey, y estar unida con otro Alfa no le favorece, si los demás Alfas, Ministros y el Rey Vampiro como el Rey Alfa querrán tenerme a su lado, querrán mi poder a través de la marca, aquí hay más ambición de poder de lo que puedes imaginarte cachorra, mi misión es librar al mundo sobrenatural de la esclavitud.

— ¿No puedes hacerlo sola?

— Todo es posible, pero no estás lista para esta conversación, cuando yo descubra que tú estás lista para esta conversación entenderás por qué estoy haciendo esto, de todo el mundo la única que va a tener mi verdad eres tú Emily, porque somos iguales, debes cuidar tu loba plateada de los Vampiros y los guardias del Alfa Rey, si descubren que tienes una loba plateada te querrán como sacrificio, solo la marca de un Alfa te podrá salvar del sacrificio ¿escuchaste hablar de la loba plateada a finales de la Luna llena?

— Maldita sea — Emily apaga la vela con la mano, claro que su mamá le hablaba de la lona plateada y el sacrificio en finales de Luna llena.

— Dicen que si los Vampiros u otras criaturas sobrenaturales descubren una loba plateada, la matan, la crucifican y con ella el color plateado del pelaje de la Loba es también como la Luna, plateada como la Luna, al sacrificar a la loba plateada la sangre de ella mancha el pelaje plateado, de esa manera dan paso a Luna de Sangre o Luna Sangrienta, y al inicio de la guerra, por eso nadie debe de ver tu pelaje plateado cachorra, y si llegan a verlo y tratan de cazarte solo la marca de un Alfa puede salvarte, no importa quien sea el Alfa, es la Ley más poderosa, si la loba plateada tiene la marca de un Alfa es intocable.

— Yo no estoy preparada para ser pareja entonces no puede prevalecer ninguna marca en mí — Susurra Emily.

— No sabes quién eres, mientras no te vean, no corres peligro.

— ¿La marca de un Alfa puede prevalecer en mí? — Emily tenía muchas dudas.

— Sí, cuídate — Después de decir aquello la presencia de alguien más deja de sentirse en la cabaña, Emily se lleva las manos a la altura del pecho, la molestia de la cabeza había desaparecido, después de la ida de la Vampiresa.

— Joder, me sentí asfixiada — se escucha la voz de la loba de Emily — la Vampiresa es tan poderosa que puede maquinar absolutamente todo a su antojo, me ha doblegado en su totalidad, pero nuestra Lealtad también es para ella, lo siento, lo presiento.

— Seremos miembros de esta manada, es lógico que debemos de ser leales tanto al Alfa y a su Luna, responde Emily cerrando los ojos y llevándose la cabeza hacia atrás, sintiendo como el aire fresco producto de las ventanas y puerta abierta que ha dejado la Vampiresa a su paso.

— Por un momento pensé que seríamos preparadas para ser Destinada de Alfa Eros, pero Emily, me da temor el hecho de que seamos plateadas, los lobos somos valientes, pero no más fuertes que los Vampiros, si alguien nos descubre nos va a sacrificar para dar inicio a la Guerra, no creo que ningún Alfa esté cerca para marcarnos y salvarnos.

— Sería algo catastrófico, imagínate que el Alfa que es pareja de otra Loba nos marque, y sabemos que para estar marcados, debemos de entregarnos a aquel Alfa.

— Tengo un mal presentimiento — susurra Emily.

— Cachorra, uno de los Guardias está herido, se solicita y el Alfa ordena que vayas a la zona Oeste del Territorio a custodiar — Catalina había entrado en la cabaña.

— Cómo Ordene el Alfa — Responde Emily.

— Cuídate Cachorra — Catalina le da un pequeño dije de la Luna, Emily lo coloca por su cadena, en eso se escucha el aullido, el aullido de un perro en las cercanías aquello indicaba malos presagio, el ambiente se sentía pesado, Emily sale después de recibir las coordenadas necesarias para custodiar.

— Pase lo que pase Emily, no entregues El control a tu loba.

— ¿Bey? — Pregunta Emily en un susurro, pero entonces sus ojos verdes captan los ojos rojos intensos entre los arbustos al llegar al Perímetro Oeste como se lo habían ordenado, pero de un momento a otro el Vampiro que la estaba observando había desaparecido, entonces Emily siente que el tiempo se detiene aparentemente la mujer cae al suelo perdiéndose entre los arbustos.

Por otro lado, Alfa Eros había llegado hasta el estanque que la Vampiresa le había indicado.

— ¿Estás listo Darko? — Pregunta el Alfa, el lobo Alfa solo da un ronroneo como respuesta y el hombre entiende la respuesta dada por Darko el lobo Alfa.

— Entonces la decisión está tomada — Se escucha la voz de la Vampiresa, pero Eros no podía verla aún.

— No me provoques ceguera, quiero verte — Expuso el Alfa, entonces siente las manos frías de la Vampiresa recorrer su espalda, su tacto era familiar para el Alfa, pero la Vampiresa no tenía la calidez de Emily, ella no era su Loba, pero la Vampiresa era la salvación.

— Me verás en la noche de la Unión — La Vampiresa acaricia el rostro de Eros pasando suavemente su mano por los ojos del Alfa, el amarillo de los ojos del Alfa se vuelven celestes, segundos después Eros la toma del brazo.

— No juegues conmigo Vampiresa — murmura el Alfa, pero ya la vista había sido nublada, sentía la fragancia de ella, las manos de Eros se posan en el cuello de la Vampiresa — Elige la fecha de la Unión.

— Déjame ratificar mi marca, déjame marcarte como mío hasta la eternidad — ante aquellas palabras Eros retrocede, maldecía mil veces no poder ver el rostro de la Vampiresa, no podía describirla, lo único que recuerda de la primera vez que la vio era que tenía el pequeño rostro pálido.

— Detente — Dice el Alfa — Te dejaré en claro que aquí y hasta el tiempo que será indefinido no habrá cariño de mi parte, no esperes aquello de mí, aunque seamos seres apasionados, no habrá besos y sé que la marca que vas a ratificar llevará consigo el nudo de la sangre de los Vampiros, es decir para que tu marca prevalezca en mi cuello debo de estar enlazado de cuerpo a ti.