LLEGADA

La lluvia caía incesantemente sobre el bosque de Canadá, inundando todo a su paso y dejando a las manadas de lobos desamparadas. Los Alfas, que alguna vez habían liderado con valentía a sus manadas, yacían ahora sin vida, arrastrados por las aguas furiosas.

Entre los escombros y la desolación, una pequeña loba logró sobrevivir, Emily Rousseau tenía ante sus ojos un bosque arrasado por el agua, podía sentir que la conexión con la manada se había desvanecido, había visto a dos o tres miembros de la Manada alejándose aunque tenían heridas por lo menos habían sobrevivido, sus ojos avellana observan lo que hace 3 tres días era la casa de la Manada inundada, recorrió por unas horas por los alrededores hasta que había confirmado lo peor, sus padres habían muerto sumida en el dolor y la impotencia ella había arrastrado el cuerpo de sus padres hasta la altura allí había un lugar en donde el agua no tenía alcance en su totalidad.

La pequeña loba se encuentra abrumada por el profundo dolor y pesar que la embarga al enterrar a sus padres después de la devastadora inundación, ella cayó de rodillas, no sabe cómo continuar, era hija de lobos muy protectores. Su corazón arde con la intensidad de la tristeza y la pérdida, se ha puesto de pie hasta llegar a la altura, cada paso que da para despedirse de sus seres queridos es como un golpe que la deja sin aliento. En medio de la oscuridad que la rodea, encuentra consuelo en el amor eterno que siente por ellos, pero el dolor es tan intenso que parece consumirla por completo. La carga emocional que lleva sobre sus hombros es insoportable, pero Emily sigue adelante con valentía, honrando la memoria de sus padres con cada lágrima que derrama y cada recuerdo que atesora en su corazón, era una Loba fuerte su padre la había entrenado y sabe que debe de buscar refugio, se había quedado una hora más hasta que tomó la decisión de alejarse de allí, su misión era encontrar una manada que esté dispuesta a recibirla.

La loba guiada por un instinto de supervivencia abandonó aquel lugar para buscar refugio en un pueblo lejano. Después de 7 días había llegado, Emily sabía que allí habitaba una manada, aunque rodeada de misterio, muerte y maldiciones, pero no le quedaba otra opción que buscar ayuda.

Con pasos temblorosos, la loba se adentró en el territorio de la manada y solicitó permiso para hablar con el Alfa. Los lobos la miraron con recelo, adivinando que su presencia traería consigo más desgracias podían sentirlo alrededor de ella, pero los lobos que custodian aceptan informar al Alfa de la llegada de la loba.

— Solicitó permiso para hablar con el Alfa de la Manada - murmura Emily.

— ¿Para qué quieres ver al Alfa? - Una loba había llegado hasta el perímetro, se notaba la superioridad que manejaba.

— He quedado sin manada y…

— Déjala Lauren, el Alfa, en un gesto de compasión accedió a escucharla así que ella va a entrar - Un hombre las interrumpió, Emily había percibido el odio hacia ella en los ojos de la loba.

Emily fue guiada por un guardia hasta el despacho Lobuno cuando la puerta se abrió los ojos verdes de la loba captaron la figura de un hombre que le daba la espalda, había visto que en la puerta estaba escrita en Bronce - ALPHA EROS.

El Alfa se erguía con majestuosidad, su espalda recta hizo que Emily trague saliva, pero el oxígeno abandonó sus pulmones cuando el Macho se da la vuelta y allí su mirada fiera reflejaba su poder indomable. Sus ojos amarillos brillaban con una elegancia única, imposible de igualar por cualquier otro ser en el mundo sobrenatural. Con una voz poderosa y una presencia intimidante, era el macho más imponente que jamás hubiera existido. Su belleza era deslumbrante, una combinación perfecta de gracia y fuerza que dejaba a todos a su alrededor sin aliento. El Alfa Eros era la personificación de la elegancia y la hermosura en todo su esplendor.

— Habla - Expuso con fiereza el Alfa y Emily tenía las manos sudadas, pero tomó la decisión de hablar.

— Mi manada fue sacudida por una temporal devastadora, la mayoría murieron, los pocos sobrevivientes que quedaron han salido en busca de otra manada supongo…-Mientras la pequeña loba relataba la tragedia que había devastado su hogar, un oscuro peligro se cernía sobre la manada. Los Vampiros, seres de la noche sedientos de sangre, habían sentido la presencia de la loba plateada y no tardaron en trazar un plan para cazarla.

La manada tendrá que luchar contra un enemigo más antiguo y poderoso que ellos. La pequeña loba se convertiría en la pieza clave para desatar una batalla que pondría a prueba su coraje y determinación, y que podría sellar el destino de la manada para siempre.

Los miembros de Eclipse sintieron la atmósfera más pesada y de inmediato intensifican la guardia de los perímetros mientras el Alfa hablaba con Emily.

— ¿Así que estás buscando refugio? - Su voz irradiaba poder y autoridad.

— Sí - responde ella, El Alfa asiente de hecho había escuchado que las Manadas que habitan aquellos bosques habían sido arrasadas por la fiereza de la naturaleza.

— Te daré una oportunidad, después de 1 mes si pasas la prueba serás miembro de mi manada, una falla, un error y te mato - sentencia el Alfa.

— No lo voy a defraudar Alfa - Emily estaba segura de aquello, ella estaría dispuesta a morir por el Alfa si este le concede su ayuda.

— Bien, te enviaré a una de las cabañas que podrás utilizar ahora estás cansada así que descansa, mañana a primera hora te quiero en los entrenamientos.

— Por supuesto, Alfa.

— Puedes retirarte - Ordena Eros y Emily obedece.— Guardias - espeta ALFA EROS.

— Ordene Alfa - responde uno de los guardias entrando junto a Eros.

— Lleven a la Loba a la Cabaña Central de Eclipse, quiero que la tenga vigilada desde lejos.

— Como ordene Alfa - con aquellas palabras el Guardia sale del lugar llevando a Emily hasta la cabaña, de hecho la pequeña loba se había sorprendido la cabaña era hermosa y conectaba con la casa de la manada.

3 DÍAS DESPUÉS

Sus patas temblaban por el frío y la fatiga, pero su determinación era más fuerte que nunca, Emily se encontraba recorriendo el Bosque le tocaba custodiar en esta fría noche, en la manada nadie le hablaba y todos tenían una mirada asesina hacia ella, después de la guardia ella tomó la decisión de ir por el pueblo con la intención de conocer más, el pueblo era alegre, sus noches eran de tragos y bailes.

Al adentrarse en el pueblo, pudo sentir la tensión en el aire. Las miradas de los lobos que habitaban allí la seguían a cada paso, y pronto los rumores comenzaron a correr entre ellos. Algunos la miraban con desconfianza, mientras que otros parecían interesados en conocer su historia y esos eran Piero Cullen y Dahyan Cullen, eran lobos mellizos, un lobo y una Loba con mucha gracia.

— Soy Dahyan - expuso la loba con una pequeña sonrisa llegando junto a Emily.

— Y yo soy Piero - expuso el Chico sonrojándose ante Emily, la pequeña Loba era hermosa, cabello negro azabache, ojos verdes, una diminuta nariz y unos labios carnosos.

— Cuéntanos más acerca de tu llegada - dijo Dahyan mientras le ofrecía un café a Emily.

Emily les contó sobre la inundación que había devastado su manada y cómo había perdido a sus seres queridos. Los hermanos conmovidos por su historia, decidieron ofrecerle protección, ellos serían su nueva familia, no obstante se habían callado cuando escucharon algunos rumores.

— Los vampiros, seres siniestros y sedientos de sangre, habían estado observando el pueblo desde las sombras - expuso un Lobo - es probable que las maldiciones acecharan cada rincón del bosque, el Rey Vampiro podría atacar en cualquier momento.

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