¿Dónde estoy?.
En el espejo había una persona diferente a mi pero eso no fue todo.
Ella fue la mala de su familia y ahora era expulsada.
¿Que será de mi si no sé nada de este lugar?.
Al menos debieron dejar que me comiera mis tacos antes de morir.
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Verdad 1
Al recibir el permiso de ir al palacio rápidamente hizo los preparativos.
Descubrir la verdad, tendría que preguntarle directamente a la emperatriz.
Pero tenía dudas de saber si el emperador sabía la historia o no.
Aun cuando los dos países son aliados, cualquier situación podría hacer la diferencia.
Al llegar al palacio se encontró con el emperador.
"Saludos, su majestad".
"Aslan Xaman".
El emperador dijo su nombre con una sonrisa comercial.
"He vuelto sano y a salvo".
"¿Encontraste a los traidores?".
"Así es".
Respondió siendo cordial.
"¿Tu tío?".
"Escuché que fueron los mercenarios".
"..."
El emperador lo observó fijamente, no dudo que hubiera una confrontación y si él estaba aquí quería decir que él fue el ganador.
Pero tampoco quería ser señalado así que decir que fueron los mercenarios no estaba mal.
"Me alegra que regresaras para que tomarás tu posición, eres un hombre importante no como futuro duque sino también como inventor mágico".
El emperador habló con una sonrisa.
Junto con la difunta duquesa los logros en inventos mágicos ha sido avances gigantes para la ciencia mágica.
"Te otorgo el título de duque de Xaman".
"Espero un gran logro por parte tuya".
El emperador le otorgo el título nobiliario de una vez por todas.
"Muchas gracias, su majestad".
"Mi lealtad siempre será al sol del imperio".
El emperador sonrió satisfecho.
"Me alegra escuchar eso".
Después de un momento de silencio, le pregunté.
"Me gustaría saludar a su majestad la emperatriz".
"Escuché que le gustan las frutas del imperio vecino así que le traje algunas".
"¿En serio?".
El emperador observó la canasta de frutas y muchas cosas más que traía Uriel en sus brazos.
Su hermana le había dicho que sería una buena idea conocer a la emperatriz si le muestra algo que le agrade y que no mejor que las frutas tradicionales del imperio.
Al menos lo intentaría de esa forma y aparte trajo unos obsequios más, por ejemplo como un invento de un collar que cambia de color depende de las emociones.
El emperador asintió observando lo que más había.
"Por supuesto".
"Mi asistente te guiará".
"Gracias, su majestad".
El asistente no tardó para guiarlo al palacio de la emperatriz.
"Su majestad la emperatriz, el duque Aslan Xaman viene a saludarla".
La mujer de cabello negro y sus ojos color ámbar observó al joven duque con curiosidad.
"Saludos, su majestad la emperatriz".
"Me presentó formalmente soy Aslan Xaman, nuevo duque de Xaman".
La emperatriz observó al joven y asintió para darle permiso a entrar a la sala de estar.
Ella estaba rodeada de las damas de compañía de la emperatriz.
"Le he traído regalos del imperio vecino, tuve la oportunidad de visitarlo así que cuando venía de regreso pensé en darle mi saludo a su majestad".
"El día de hoy recibí el título de duque del ducado Xaman así que creí conveniente hacer este detalle".
La emperatriz sonrió mientras disfrutaba los obsequios que llegaron.
su mirada estaba en la canasta de frutas que solía comer.
"Es increíble y apetecible".
Las damas de compañía también estaban emocionadas, era una oportunidad de hacer lazos con el nuevo duque que está soltero.
"Es un agradable detalle, duque Xaman".
"Me imagino que quieres algo a cambio de estos lindos detalles".
"Así es".
La emperatriz sabía que cuando llegaban de esta forma es porque quieren pedir algo a cambio.
"Pero me gustaría pedir que fuera algo personal, no es mucho lo que pido su majestad".
"Déjenme un momento con el duque, no tardaremos".
Ella sonrió como si hubiera esperado que este día llegará.
Las damas de compañía salieron del lugar y la emperatriz se levantó de su silla para empezar a caminar con dirección al invernadero.
"De este lado es más tranquilo, a veces más paredes escuchan".
Con eso siguió a la emperatriz que guiaba el camino.
"¿Sabes cómo llegaste aquí?".
"A esté imperio?".
La emperatriz preguntó observando las flores que había en el invernadero.
Negué.
"Yo te traje y te dejé en el ducado".
No pudo evitar estremecerme al ver a la emperatriz, había aparecido en la entrada del ducado.
La historia que fue abandonado en la entrada de la mansión del ducado fue algo conocida.
"Yo, no... nuestro plan era venir al imperio".
"Empezaré desde el principio".
La emperatriz recordando ese día empezó a contar la historia.
Asentí mientras las sirvientas trajeron el té y bocadillos y posteriormente todos se fueron y nos dejaron en el invernadero.
"Solía ser amiga de tu madre".
"Yamileth Xuluc".
"Yo me decía Yami de cariño".
Sonrió al recordarla.
"La chica rubia de ojos azules como su padre, la conocí en la academia y nos llevamos bien desde el principio".
"Nunca podré olvidar como era de imprudente y alegre".
"Ella se preparaba asumir el cargo de marquesa de Xuluc".
Fue cuando la emperatriz observó al duque que la miraba con curiosidad.
"¿Sabes que tienes una hermana?".
La pregunta hizo que Aslan se sorprendiera y negó con la cabeza.
"No, pero en mi camino hacia aquí escuché a varias personas que me decían que me parecía a una chica que fue exiliada".
Antes de salir del imperio se dirigió a la capital y escuchó lo que decían de su hermana que había sido exiliada de la capital con un montón de rumores extraños, sin mencionar que el príncipe se comprometería con una tal Zafira Sullivan en el festejo del fin de año.
No pudo evitar molestarse por lo que ocurría en ese lugar.
"Sí, escuché de ello hace poco".
"Escuché que es una mala persona".
Con un suspiro pesado siguió la emperatriz.
"Hablaremos de ella después".
"Primero tu madre".
Tomo de su té para después verlo fijamente.
"Unos años después de la academia ella estuvo preparando para convertirse en marquesa, fue querida por todo su estado".
"En un momento mi padre decidió hacer una cacería en el ducado Kanxoc".
"Cómo sabes el ducado Xaman y el ducado Kanxoc son vecinos fronterizos".
"Yo solía llevarme en ese tiempo con tu tía y padre".
"Fuimos amigos en secreto y ese día mi padre los invito".
y con una salsa de Chile morirá... el manjar más exquisito
me sentiría como una usurpadora de ese cuerpo