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La Obsesión Del Mafioso: Saga, Amor, Poder Y Venganza. Libro I.

La Obsesión Del Mafioso: Saga, Amor, Poder Y Venganza. Libro I.

Status: Terminada
Genre:Romance / Yaoi / Completas / Posesivo / Mafia / Embarazo no planeado / Traiciones y engaños
Popularitas:352.6k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Wang Chao

Alonzo es confundido con un agente de la Interpol por Alessandro Bernocchi, uno de los líderes de la mafia más temidos de Italia. Después de ser secuestrado y recibir una noticia que lo hace desmayarse, su vida cambia radicalmente.

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Saga: Amor, poder y venganza.
Libro I

NovelToon tiene autorización de Wang Chao para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 14. Estado de gestación.

Los ojos de Alonzo recorrían de esquina a esquina el inmenso comedor. Cada rincón estaba custodiado por un hombre de pie, de espaldas a él, mientras otros dos lo vigilaban sin disimulo. Eran los mismos que lo escoltaban desde el primer día que había llegado y quienes se encargaban de llevarle la ropa y la comida. Su mirada, finalmente, se detuvo en el jefe de todos ellos: Alessandro Bernocchi.

—¿Cuál es su plan ahora? —preguntó Alonzo, rompiendo el incómodo silencio que reinaba en la habitación. Su voz resonó en las paredes del comedor, amplificando la tensión que lo consumía. Philip, el chef, dejó con cuidado un plato de sopa frente a él, y luego hizo lo mismo con Alessandro—. ¿Planea engordarme para darme como comida a algún animal extraño que suelen tener ustedes, los mafiosos? Quizá haya un león por ahí escondido.

Alessandro, que había comenzado a saborear una cucharada de sopa, casi la escupió por la sorpresa. Una risa burlesca escapó de sus labios, dejando entrever una mezcla de incredulidad y diversión.

—¿De dónde sacas semejante idea? —respondió Alessandro, secándose la comisura de los labios con una servilleta—. Deberías ver menos series de televisión, Alonzo. —Giró la cabeza hacia uno de sus hombres, aún con una sonrisa en los labios—. Asher, ¿cuántas veces hemos engordado a alguien para darle de comer a un león?

—Ninguna, señor —respondió Asher con firmeza, pero con una leve inclinación de la cabeza que reflejaba su propio desconcierto.

—Kai —Alessandro volvió su mirada a otro de sus hombres, esperando una confirmación.

—Nunca, señor —contestó Kai, igualmente confundido por la línea de pensamiento de Alonzo.

—Phi…

—Ya entendí —interrumpió Alonzo, exasperado—. No necesita seguir con este teatro. —Revolvió la sopa con la cuchara, pero sin intención de probarla. La situación le parecía surrealista, una hospitalidad tan repentina era sospechosa viniendo de quienes lo mantenían prisionero. Al mediodía también le habían servido una comida exquisita, y Asher incluso le había preguntado si estaba cómodo. Kai, por su parte, le ofreció cambiar el menú si lo deseaba. Todo esto era extremadamente extraño, especialmente tratándose de una banda de mafiosos—. Pero dígame, señor Bernocchi, ¿por qué esta repentina amabilidad? No puedo creer que sea solo porque comprobó que no soy un agente de la Interpol.

Alessandro dejó de reír. Su expresión se endureció, aunque sin perder la serenidad. Se inclinó levemente hacia adelante y, con un movimiento casi imperceptible, hizo una seña a Asher, quien de inmediato se acercó con dos hojas en la mano. Las dejó frente a Alonzo y se retiró en silencio.

—Aquí está la verdadera razón de mi "amabilidad" —dijo Alessandro, observando con atención cada reacción de Alonzo.

Alonzo tomó las hojas con manos ligeramente temblorosas. A medida que leía, su expresión pasó de la incredulidad al asombro, y luego al desconcierto absoluto. Sus ojos se llenaron de dudas, su mente intentaba procesar lo imposible. La primera hoja contenía los resultados de unos análisis clínicos. Los revisó una y otra vez, sin poder creer lo que leían sus ojos. La segunda hoja era una captura de pantalla de su correo electrónico, la cual mostraba un mensaje del hospital al que Christian lo había llevado días atrás. Como no había recogido los resultados, se los habían enviado por correo.

El diagnóstico era claro: estaba en estado de gestación, con un embarazo de un mes y medio.

Un frío glacial recorrió su espalda. "¿Cómo puede ser esto real?", pensó, con la respiración entrecortada. Sus manos temblaban mientras sostenía los papeles. No pertenecía a ese pequeño porcentaje de hombres capaces de concebir, o al menos eso siempre había creído. No tenía las características físicas que esos hombres solían presentar. Su madre nunca le mencionó que él fuera diferente en ese aspecto. Esto debía ser un error. Un terrible, cruel error.

Pero allí estaban los resultados, y uno de esos exámenes él mismo se lo había hecho con un médico de confianza. Además, ¿qué motivo tendría Alessandro para mentirle sobre algo así? La idea de que todo fuera una farsa era absurda.

La noticia de su embarazo lo golpeó con la fuerza de una ola en medio de un mar helado. Alonzo sintió cómo el pánico comenzaba a enraizarse en su pecho. "¿Qué se supone que debo hacer ahora?", pensó, mientras sus codos se apoyaban pesadamente sobre la mesa, y sus manos se aferraban a su cabeza como si con ello pudiera detener la avalancha de pensamientos que lo invadían. "¿Debería tenerlo? ¿Abortar?", se preguntaba en silencio, mientras la incertidumbre y el miedo lo envolvían por completo.

Nunca había considerado la posibilidad de ser padre. Ni siquiera lo había soñado. Nunca planeó asumir la responsabilidad de criar a un niño. La sola idea de tener un hijo le parecía lejana, inalcanzable. Sin embargo, ahora se enfrentaba a una realidad que nunca había imaginado, una realidad que lo aterrorizaba.

Alessandro observaba cada pequeño gesto de Alonzo con una mirada fría, casi impasible. Después de unos segundos de silencio, finalmente habló con tono bajo, pero firme:

—Ahora entiendes por qué las cosas han cambiado.

La voz profunda y grave de Alessandro retumbó en la habitación, obligando a Alonzo a levantar el rostro. Su piel estaba tan pálida que parecía haber visto un fantasma, o peor, como si hubiera recibido la noticia de que alguien a quien amaba había muerto de una manera trágica y violenta. Pero no era la muerte la que lo acechaba, sino algo mucho más desconcertante: la vida. La vida que crecía dentro de él, un bebé que llevaba en su propio vientre, una idea que le resultaba tan imposible como devastadora.

—Tiene que ser una broma —murmuró Alonzo, aún incapaz de asimilar lo que acababa de escuchar. Su mente rechazaba de manera vehemente la realidad que se le presentaba—. ¡Dígame que esto es una maldita broma! —gritó de pronto, su voz cargada de desesperación y furia. En un arrebato de incredulidad y rabia, se levantó tan rápido que la silla en la que estaba sentado se deslizó ruidosamente hacia atrás, golpeando el suelo con fuerza. Sin pensar, se abalanzó sobre Alessandro, agarrándolo de la camisa con una mezcla de pánico y enojo.

Los guardias, siempre alerta, reaccionaron instintivamente. En un abrir y cerrar de ojos, apuntaron sus armas directamente a Alonzo, preparados para proteger a su jefe ante cualquier amenaza, incluso si provenía de alguien desarmado.

1
Lau Méndez
Excelente
Edilene Hernandez
yo espero que Romero ponga en alerta a este tonto con esos pensamientos de querer escapar y el solo se está poniendo en gran peligro
Edilene Hernandez
yo espero que Romero ponga en alerta a este tonto con esos pensamientos de querer escapar y el solo se está poniendo en gran peligro
Edilene Hernandez
lo peor de todo es que los dos están enamorado de Eliot
Celeste Ez
Quien más shipea a romeo y kai
Diana Milagros Gomez Vargas: yo sí los shipeo
total 1 replies
Tibisay Gámez
Gracias, gracias mil gracias escritora por tan bonita historia, me encantó, me fascinó de verdad una historia diferente y que te puedo decir, esos capítulos extras fueron lo máximo, de verdad voy a extrañar a estos personajes. me cautivaron desde el primer capítulo. Escritora te deseo suerte, éxitos y muchas bendiciones en tus nuevas historias, seguiré leyendote. desde Venezuela te envío un fuerte abrazo
Tibisay Gámez
que linda saco los ojitos del papá
Tibisay Gámez
perro desgraciado
Tibisay Gámez
aquí estoy tan metida en la trama que estoy peleando yo también con Bruno, que impotencia Dios mio
Tibisay Gámez
porque Bruno con una amenaza de tormenta y en una avioneta llegó en un dos por tres y Alessandro todavía le está preguntando a Luv donde está Bruno. estoy impactada
Tibisay Gámez
Suiza como que quedaba al lado del país donde vivía Alonso, porque
Tibisay Gámez
que Alessandro llame y le diga a Elena y al guardaespaldas que salgan de allí, porque veo de verdad que está perdiendo el tiempo
Karina Contreras Hernández
Excelente
Tibisay Gámez
yo me imagino que Bruno no se encuentra en Suiza donde se encuentra Alonso. me imagino que lo está buscando dentro de la misma ciudad ya que acaba de salir de la cárcel
Tibisay Gámez
yupiiiiiiii si por fin lo dijo
Tibisay Gámez
Me quedé esperando el ansiado beso
start🖤
Hermosa historia de principio a fin
Tibisay Gámez
Me encanta que Alessandro sin mucha bulla y calladito los está capturando a cada uno poco a poco. quiero ver cuándo atrapé al hijo de su madre de Máximo
Tibisay Gámez
cómo va la cosa con estos dos, que sí siento esto por el , pero no estoy seguro, y el otro con lo mismo, yo creo que en 40 capítulos más lo descubriremos
Tibisay Gámez
espero de todo corazón que Alessandro no le haga daño a Alonso porque al final la única víctima inocente y usada por todos es Alonso, ahora es capaz y Alessandro lo amenaza con quitarle al niño
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