VENDIDA.

Edgar que escucha su llanto entra apresurado temiendo lo peor.

__ ¿Sucede algo malo? ¿Tu salud está bien?

__ señor Edgar, estoy embarazada. No sé qué hacer.

El hombre la abraza y trata de consolarla al verla tan afectada por una noticia que debería de darle felicidad y no tristeza.

__ Niña tonta. Como es que no sabes qué hacer. Es un regalo del cielo, tienes que amarlo y atesorarlo con tu vida.

__ Usted no entiende señor Edgar. Esto es producto de una cruel violación.

Edgar se queda mudo al oír tales palabras.

__ Lo siento Sienna, yo no tenía idea, siempre te vi tan alegre que no podía imaginar que vivieras algo tan horrible en tú corta vida.

__ Tampoco tendría porque saberlo. Nos conocemos hace poco tiempo, pero mi vida antes de llegar aquí era un infierno en carne propia. Lo fue por tres largos años.

__ Si quieres desahogarte. Saca todo ese veneno que llevas dentro. Yo no te juzgaré y aquí tienes un hombro en el que llorar tranquila.

Sienna se aferra a Edgar y comienza a llorar con gran dolor.

Le cuenta toda su trágica vida.

Edgar no puede creer que una joven tan linda y frágil como ella soportará tan cruel sufrimiento por tantos años.

__ Lo siento tanto Sienna. No puedo imaginar que en este mundo exista esa clase de personas tan crueles y despiadadas. Pero este bebé no tiene la culpa, es inocente.

Tan inocente como lo eras tú en aquella época. ¿Estás segura que podrás cargar en tu conciencia el quitarle la vida?

Sienna recapacita por las palabras que le dice aquel hombre.

__ No, no podría soportarlo. Tiene razón señor Edgar, gracias por sus palabras y por escucharme. No sé cómo le voy a hacer,pero saldré adelante tal como lo hice todo este tiempo. Este pequeño fue concebido la última noche en ese lugar. Me hubiera gustado que fuera cuando ese hombre fue amable conmigo.

Pero la vida se ha empecinado conmigo. Eso no cambia el resultado de que es una vida inocente.

Yo no soy igual a ninguno de ellos.

__ Eso es. Eres mil veces mejor y yo estaré para ayudarte en todo lo que necesites.

Luego de realizar todos los estudios correspondientes. Sienna junto a Edgar se marcha.

Al llegar a casa Sienna le da la noticia a sus hermanos y ellos saltan de alegría.

__ Definitivamente tendre a este bebé. Por que és mio, solo mio.

Emiliano nunca se enterara de su existencia. Así podrá tener una vida feliz y lejos de cualquier amenaza.

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Las semanas siguientes Sienna cuida mucho de su embarazo, Edgar la ayuda en todo lo que puede cumple con su promesa al pie de la letra. Y es que no se espera menos de aquel hombre que es leal a su palabra.

Las semanas pasan tranquilas y son pacíficas para la joven familia de tres.

En su control prenatal de 20 semanas le dan a Sienna la gran noticia de que tendrá mellizas.

__ Seré madre de dos niñas. Dos princesas. Que felicidad más grande.

Esa noche celebran la feliz noticia junto a Edgar que se ve super emocionado al escuchar que son dos bebés.

__ Quien lo diría. Ni siquiera se te nota tanto la pancita y llevas a dos princesas en tú cuerpo.

__ Lo sé. Es un milagro, mis niñas son bien portadas. Gracias por todo Señor Edgar.

__ ¿Qué hablamos el otro día? Basta de llamarme señor. Me haces sentir viejo.

__ Sabe que lo digo por respeto.

__ Pero ahora somos amigos. Además, me encantaría que me concedieras el gran honor de ser el padrino de tus hijas.

__ ¿De verdad? Por mí más que encantada. Usted nos ha ayudado muchísimo.

__ Y aquí vamos de nuevo.

__ Bueno. Me has ayudado muchísimo Edgar gracias. Puedes ser el padrino de mis niñas.

__ Así me gusta mucho más. Gracias a ti Sienna por concederme este privilegio. Las cuidaré con mi vida.

La noche pasa entre risas y felicidad. Celebrando la pronta llegada de dos bebés que serán amadas y cuidadas con mucho cariño.