La Emperatriz Zaria

Priano en un movimiento rápido subió a Zaria en hombro como un costal de papas, realmente no tiene paciencia ahora, ya es tiempo de hablar de frente y esa niña es demasiado violenta para su gusto.

Priano entró al estudio de la mansión, era propiedad del imperio de Belinn y se les había prestado a los emperadores de Zeller mientras solucionaban el impase.

Priano entró con su bulto que maldice en varios idiomas, no puede creer que de esa boquita salga tanta sandez, la bajó lanzándola al sillón para que se calme, pero la niña no tenía intenciones.

* ¿Como te atreves a tratarme así?, encima que me haces pasar por semejante situación te atreves a tratarme como un bulto, tu perro putrefacto lleno de mierda te juro que me la vas a pagar bastardo _ gritó Zaria para lanzarle varios objetos que estaban cerca.

El ruido de los adornos rompiéndose y las maldiciones de Zaria se escuchaban con claridad, los guardias corrieron a la puerta para ver si el emperador estaba bien, pero en realidad solo querían curiosear la pelea.

* Zaria, maldita sea, deja de arrojarme cosas, eres una salvaje, de haber sabido que me casaba con una loca no lo habría hecho _ Priano gritaba mientras que Zaria al darse cuenta que él se había enojado empezó a correr por el estudio buscando algo para defenderse.

* Priano, no te acerques, te enterraré las uñas si te atreves a hacerme algo, cobarde que te enfrentas a una mujer desvalida _ gritaba ella mientras lo esquivaba.

* ¿Mujer desvalida, donde?, presénteme a la doncella porque lo que yo veo es una sabandija rabiosa que solo gruñe y corre, ven aquí cobarde _ grita Priano fastidiado por la esposa loca que tiene.

Afuera los guardias ríen por lo bajo, parece que esos dos son como el agua y el aceite, era realmente divertido escuchar sus peleas, en ese momento escucharon un carraspeo y era Mitran que los miraba con ira, esos chismosos estaban otra vez curioseando la vida íntima de los emperadores.

* Largo _ dijo Mitran mientras ellos asintieron y prácticamente desaparecieron en el pasillo.

Mitran dio un suspiro y solo espera que esos dos no se maten antes de aclarar las cosas.

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Mientras la pareja está en una batalla campal, Simón está reunido con Lilian, ella se queja de la terrible actitud de Zaria, la indiferencia del emperador, no ha podido quedarse en el palacio imperial.

* Señor Simón, no he podido hacer que el emperador me mire, él estaba preocupado por algo, incluso me dijo que la emperatriz era quién decidía la estadía de las personas y que no la podía obligar, yo creo que esa joven ya se ha acostado con él y lo tiene dominado, tiene una carita de zorra que es un hecho que lo tiene atado a sus calzones _ dijo ella sonriendo maliciosa, pero con celos, Priano es guapo y su voz profunda y gruesa lo hace más varonil.

* No diga eso, eso es imposible, mi Zaria es una dulce hada, ella no se acostaría con un hombre así, además él la debe estar odiando, he atacado las fronteras de Zeller y unos de mis hombres se dejaron atrapar con cartas del ejército de élite del conde, seguro Priano ya debe tener la información y debe estar repudiando a Zaria, solo espera que no la esté lastimando físicamente.

* Lo siento, no debí hablar eso de su amada, pero no se que debo hacer _ dijo ella con tristeza.

* Haré que tengas una reunión con la emperatriz madre, ella seguramente se compadecerá de su situación y le pedirá a Zaria que usted se quede, ella no podrá resistirse, una vez dentro solo debes hacer que ese hombre se enamore de usted, una dama frágil y gentil debería saber como hacer delirar a un hombre _ dijo Simón mientras Lilian sonríe con astucia.

* Claro, Claro, de eso me encargo yo, seré la dama más delicada y sufrida, además que me encargare de hacerle creer que es la emperatriz quien me maltrata por celos _ dijo con una cara de dulzura mientras Simón está feliz, sabe que Lilian se parece mucho a la dama Merena, la joven princesa del reino Solare, Priano y ella se entendían muy bien, incluso se decía por ahí que ellos tenían intimidad pero cuando ella fue comprometida con un emperador de otro reino ellos se separaron, nunca más se vio a Priano con otra mujer, precia que la huella de amor que había dejado la hermosa princesa no se había borrado nunca.

Con las cosas claras Simón sabe que tarde o temprano Priano va a notar el parecido, y se acercará a ella automáticamente buscando a su viejo amor.

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Mientras tanto, en el estudio de la mansión de la frontera, la batalla ha bajado de intensidad, no por acuerdos sino por cansancio.