ENCONTRÉ APOYO EN UN HOMBRE DESCONOCIDO

Emiliano se acercó y le dio un beso, beso al que ella correspondió, después el se apartó y le dijo.

EMILIANO: No sabes cuanto te he deseado.

LORAINE: Quiero que me muestres lo que es sentirse deseada.

EMILIANO: Eso puedes verlo en mis ojos cada vez que te miro.

El comenzó a besarla acariciando su cuerpo, ellos no tenían prisa, querían disfrutar del momento, a pesar de necesitarse ellos sabían lo que pasaría el resto de sus días uno al lado del otro, sabían que iban a ser plenamente feliz, ella sintió como si aquello hubiera calmado su ansiedad, y el concediéndole su más ferviente deseo que era permanecer al lado de él para siempre junto a su hijo.

Después de tantas caricias los dos quedaron completamente sin ropa, cuando Emiliano quiso entrar ella se puso nerviosa y dijo agitada.

LORAINE: ¿y si se me haces daño intentando entrar?

EMILIANO: Lo voy hacer con cuidado, no tengas miedo; sé que estás nerviosa, pero no te haré daño ¿confías en mí?

LORAINE: Si confío en ti sin dudarlo.

Ella estaba ansiosa porque el fue el hombre que la habia hecho experimentar todo sobre el s*xo y deseaba más de él.

Cuando se posiciona entre sus piernas para entrar, ella está ansiosa, y el nerviosismo ha desaparecido.

El entra en ella sin problemas llenándola por completo y con mucho cuidado de no dañar a su hijo, el empieza a moverse despacio, allí continúan en diferentes posiciones cómodas hasta que ella termina y a los pocos segundos él también lo hace, se acuesta a su lado y la ve completamente satisfecha y feliz, pero quería saber como se sentía y dijo.

EMILIANO: ¿Estás bien?

LORAINE: Si, completamente bien.

Los dos se fueron a bañar y después se acostaron para descansar un poco, Emiliano se quedó dormido al instante, tenía meses que no dormía tan bien, al igual que Loraine tenía un sueño tranquilo.

A la hora del almuerzo llego Emir con Natalie a almorzar, Emiliano y Loraine apenas estaban despertando cuando una de las empleadas fue a tocar la puerta para avisar que ya estaba listo el almuerzo.

La pareja llegó al comedor y Natalie se levantó emocionada para abrazar y felicitar a su amiga por su hijo, Emir también lo hizo y le dio un gran abrazo a su hermano y después a Loraine le dijo.

EMIR: Voy a ser su tío favorito.

EMILIANO: Idiota si eres el único que va a tener.

EMIR: Por eso no, porque Natalie puede quitarme ese lugar y quedo en segundo plano.

LORAINE: No te lo va a quitar, vas a ser su tío sin importar que quiera más a Natalie, ella va a ser su tía.

NATALIE: Yo si tengo que preocuparme, porque me puedes buscar remplazo y dejaré de ser la tía, pero tu siempre seras su tío.

EMIR: No mi amor, yo digo eso por molestar, y no te voy a buscar remplazo.

Raquel llegó junto a una empleada y sirvieron la comida, Loraine se sentía feliz porque por fin estaba sintiendo feliz después de pasar por muchas dificultades en su vida, Raquel también estaba muy feliz, nunca pensó encontrar una hermosa familia a su edad, pero lo iba a valorar el tiempo que Dios le permitiera compartir con ellos.

Después de almuerzo Emir no quiso ir a la empresa, le dijo a Natalie para ir al centro comercial a comprar regalos para su sobrino, Emiliano le dijo a Natalie que le comprara ropa a Loraine, pero que fuera cómoda para su embarazo; Natalie invitó a Raquel para que también comprarle ropa y la escogiera a su gusto.

La madre de Loraine siempre estaba en la clínica a la espera de Loraine, sabía que allí iba a ser atendida durante su embarazo, ella iba a esperar allí día y noche, hasta que llegara él dia del parto sabía que en cualquier momento ella podía llegar con dolores.

Los días pasaban y la mujer estaba alli, el odio hacia su hija la estaba volviendo loca, ella no pedía más en la vida solo ver sufrir a Loraine, estaba obsesionada por verla sufrir como ella lo hizo.

Emir y sus acompañantes compraron muchas cosas, cuando llegaron a casa le mostraron todo a Loraine, Emir era el más emocionado mostrando todo lo que le había comprado a su sobrino, todos estaban felices y más por todo lo que había para el nuevo integrante de la familia, Emiliano veía a su hermano emocionado, se acercó a él y le agradeció por llevarlo ese día a playa, gracias a él conoció a Loraine y era un hombre diferente.

A la hora de dormir Loraine estaba acariciando su vientre, le gustaba consentir a su hijo con caricias y palabras bonitas, Emiliano que salía del baño escuchó cuando dijo.

LORAINE: Ya falta poco mi vida, falta poco para darte la bienvenida a este mundo que haré que sea el mejor para ti.

Emiliano llegó junto a ella y puso su cara en el vientre y puso una mano cerca de la mano de Loraine y acarició para decir.

EMILIANO: Llegarás a un hogar lleno de amor, que te cuidará como a nuestro tesoro más grande; estamos esperándote ansiosos.

El niño se movía respondiendo a las caricias y palabras bonitas de sus padres, Emiliano quedaba impresionado con los movimientos rápidos de su hijo, él veía como si se quisiera salir del vientre y tener un contacto más directo él.

Emiliano disfrutaba de las pataditas de su hijo a diario, él iba a trabajar hasta medio día para pasar tiempo con Loraine y acompañarla a las citas. La madre de Loraine cada día estaba más obsesionada con verla sufrir, la veía llegar con Emiliano y varios hombres de seguridad, le molestaba ver como la trataba bonito, ella estaba deseando que llegara él día del parto.

Natalie cada día estaba más unida a Loraine, se trataban como dos hermanas, eran de la misma edad, Natalie trabajaba como secretaria de Emir y estudiaba su carrera a distancia, Emir le ayudaba con sus estudios. Emiliano también quería que Loraine estudiara pero después de tener a su hijo.