Roderick Ravenmoon, fue visto como el villano de la historia cuyo final termina en tragedia, donde nada es lo que parece y los "protagonistas" encuentran su final en las manos de una poderosa villana. Pero Roderick fue presa de una injusticia y fue el primero en tener un final trágico.
Aunque ahora, el alma de un hombre de otro mundo ha reencarnado en el cuerpo de este villano y ha decidido que no seguirá el rumbo de la historia, cambiará su destino, y para eso, buscará la ayuda de la cuarta princesa de Trois Blanc, aquella que llevo a los "protagonistas" a su trágico final.
¿Roderick podrá cambiar su destino?, ¿la villana será su salvación?
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capítulo 22- no eres nada
En la capital, el duque ha estado tratando de apaciguar las malas habladurías con respecto a Fedra y a Rusbel. Aunque todo parecía calmarse, sabe que no todo ha terminado, mientras que la concubina lleva ya varios días encerrada, sin recibir noticias de nada, hasta que finalmente una doncella abre y le dice que el duque desea verla.
Al llegar al estudio del duque, este le dice que por ahora evito una investigación con respecto a los alucinógenos, aunque no pudo evitar que se divulgara por el pueblo sobre lo encontrado en su habitación, alguien al parecer filtro dicha información y aunque estuvo investigando, no pudo encontrar a la mujer que inició todo.
— espero que sepas comportarte, no quiero ser humillado más.— le advierte.
— tendré cuidado mi señor, pero, le juro que nunca he consumido esas drogas, todo debió tratarse de una trampa.— asegura.
— hasta ahora no hay pruebas de que alguien haya entrado a la mansión, así que, trampa o no, no me causes más problemas.— le habla con firmeza.
La concubina asegura que nada más pasará, pero sale del estudio furiosa, porque no sabe como es que esos alucinógenos habían llegado a su habitación y es que, esa caja nisiquiera era la que había puesto en el estudio de Roderick.
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En el palacio, el emperador recibe al conde Vera, quien estaba regresando de su viaje de la frontera y le informa al emperador, que no encontraron las tropas de Trois Blanc en la frontera, además de que no se sabe en donde ha ido la cuarta princesa. Los hombres que el emperador había enviado para seguirla, desaparecieron, pues no han recibido ninguna información de su parte, lo cual supone que fueron descubiertos por los caballeros de Aleksandra.
— probablemente no se tomaron en serio sus palabras majestad. Yo creo que debería enviar una carta para hacerle saber a los emperadores que la cuarta princesa lo ha ofendido.— menciona el conde Vera.
— no es mala idea, así sabrán que su hija esta siendo la causante de todo el problema, su país se verá en problemas porque su preciosa hijo actuó de manera altanera.— sonríe.
Es hora de que los emperadores sepan que gracias a su hija, se han ganado un enemigo poderoso, pues si algo se sabe, es que Alkala posee un ejército numeroso y con los mejores guerreros, los cuales son liberados por el príncipe heredero.
— conde Vera, enviaré la carta y quiero que la segunda división vaya con usted hasta la frontera, que los emperadores de Trois blanc sepan que no estamos jugando.— ordena el emperador.
El conde Vera acata la orden del emperador y tras una reverencia se retira para poder prepararse de nuevo para su viaje. También se encargará de enviar algunos espías para buscar a la princesa, pues lo último que se supo es que esta no abandonó Alkala, así que debe de estar en algún poblado alejado de la capital.
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Roderick fue en busca de Emilia, la cual estaba feliz de verlo nuevamente, incluso cuando la invitó a comer, no dudo en colgarse de su brazo mientras le cuenta que estaba preocupada por él debido a que no lo vio el día anterior.
— como le había dicho, soy alguien ocupado, debo prepararme en caso de que mi padre me quite el derecho a heredar el ducado.— responde sin ánimos.
— pero no debe de ser así, debe de luchar lo que por derecho le pertenece, no dejar que la concubina de su padre gane.— le anima.
— no es como gane tanto, si mi hermano queda como heredero, el ducado caerá, mi hermano es un hijo de mami, depende de ella para todo.— se encoge de hombros.
—¿de verdad?, la última vez que hable con él, me dijo que se estaba esforzando por subir de rango en la legión de caballeros y que no quiere el ducado.—
Emilia siente como Roderick le aparta la mano del brazo y cuando levanta la vista, Roderick la mira con enojó.
— ¿ha hablado con mi hermano?, ¿en verdad cree en lo que dice?, mi hermano desea tanto el ducado como su madre.— responde molesto.
Al haber apartado a Emilia, camina mientras que ella se queda en silencio. Porque según recuerda, Rusbel jamás mostró interés en poseer el ducado, él solo estuvo enfocado en subir de rango en la legión de caballeros, eso fue lo que ella admiraba de Rusbel, su perseverancia en cumplir su sueño, él jamás fue malo con ella, ni con nadie, pero, ¿quizás solo no mostró ese lado ante ella?, ¿y si Rusbel si era igual que su madre?, eso la confunde.
— lo siento, yo, seré más cuidadosa al escuchar lo que dice su hermano.— alcanza a Roderick.
— pero si usted cree más en él y por lo que parece, usted y Rusbel se han visto cuando yo no estoy presente, será que, ¿usted gusta de él?— pregunta seriamente.
— no, él no me gusta de esa forma.— sostiene la mano de Roderick entre las suyas.— a mí, quien realmente me gusta es usted.— agacha la mirada avergonzada.
—¿yo?, comprendo, aunque no se que respuesta espera de mi, porque, yo apenas la conozco y no se si debería confiar...— responde con frialdad.
Emilia aprieta las manos en su vestido al escuchar las palabras de Roderick; en el su primera vida, él confiaba tanto en ella, ahora, Emilia puede darse cuenta, cuan grande es el cambio ahora, realmente creía que todo sería como ella recuerda y así, podría ser feliz con Roderick.
— e-entiendo, supongo que debe de creer que yo estoy con su hermano. Pero le aseguro que entre él y yo, no hay nada. El joven Rusbel solo busca ser mi amigo, pero si me lo pide, me alejó de él.— habla con seguridad.
—¿por qué le pediría algo así?, es usted libre de tener una amistad con quien quiera, pedirle que se aleje sería actuar como novio celoso y no somos nada.— sonríe.
— c-cierto...— agacha la mirada, sentía ganas de llorar por las palabras de Roderick.
— no quise ser cruel, me disculpo, lo que quise decir es que no somos pareja, solo somos amigos.— corrige aun manteniendo su sonrisa amable.
Emilia solo asiente, pero se siente dolida, porque Roderick solo la ve como amiga. Roderick solo le dice que es mejor ir al restaurante antes de que ya no queden mesas, pues quedo de invitarla a comer. Emilia levanta la mirada mostrando una sonrisa diciendo que conoce otro lugar donde la comida es muy buena, así que le sostiene del brazo para llevárselo con ella por el mercado.
Mientras caminan, Emilia le cuenta que esta vez han tenido buena cosecha en la granja se su familia, que incluso sus hermanos han llevado la cosecha a otro pueblo para venderla y les esta yendo bien. Roderick solo la felicita, pero, al caminar, él voltea hacía otro lado mirando los puestos, por lo que Emilia nota algo muy peculiar en el cuello y pecho de Roderick, una marca roja.
Emilia frunce los labios, pues se hace una idea de que trata y eso significa que Roderick se esta viendo con alguna mujer, o que incluso esa mujer es la princesa, del solo pensar en eso, se siente furiosa. Así que, necesita hacer algo para alejarla de Roderick. Más tarde después de comer, Roderick se despide de Emilia, pues le avisa que estará fuera unos días, así que le avisará cuando regrese.
Emilia ve marcharse a Roderick y ahora que estará lejos de la villa, es su oportunidad de hablar con la princesa, ella debe de saber que no puede estar con Roderick, ella pertenece a otro país, jamás estarán juntos y Roderick no puede abandonar por lo que ha luchado solo por la princesa.
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