Cambio De Vida

Richard y Noah abandonaron el centro comercial para dirigirse a un lugar menos concurrido; un callejón vacío, solo con unos cuantos botes de basura clasificados desde reciclable a no reciclable. No sé por qué, pero eso me daba un mal presentimiento, aun así en mi mente estaba sonando la pregunta ¿se van a pelear o no?.

Mis escoltas estaban muy cerca de mí, aunque igual estaba lo suficientemente apartada de los chicos, pero ellos no hacían más que vigilarme como para evitar que interfiriera en aquella situación. No negaré que estaba nerviosa, temía a que las cosas se pusieran más tensas entre ellos dos. Aún ni siquiera cruzaban una palabra solo se miraban fijamente el uno al otro.

—¿Vas a golpearme esta vez? —habló Noah, mientras daba pasos de un lado a otro lentamente.

—¿Quieres que tus padres se preocupen? —le dijo Richard, en su rostro se dibujo una sonrisa de disgusto.

¿Él siempre fue así? Su actitud de ahora me recordó la primera vez que nos encontramos, me puso nerviosa, aunque no sonreía así, su personalidad me resulto misteriosa y a la vez irritante. Ahora que lo pienso ¿por qué de pronto cambió? No puede ser que apenas me dé cuenta, aunque igual nunca me interesó.

—Tú tienes la culpa de todo —exclamó Noah—. Sabes muy bien el porque de mi comportamiento.

—No te metas con ella —escuché decir a Richard, su voz firme—. Esta es la última vez que te lo diré.

Noah caminó acortando un poco la distancia que los separaba.

—Esas no son mis intenciones con ella —le respondió—. Pero dime ¿cuáles son tus intenciones, para querer alejarla de mí?.

Esperen ¿cuando se refieren a ella, se refieren a mí? No, espero que no sea así, pero esta situación me lleva a preguntarme la historia detrás de su enemistad ¿antes fueron amigos? ¿Pués que les sucedió para qué se odiarán tanto?

—¿Mis intenciones? —respondió Richard, con ironía— Al menos sé que mis intenciones son mejores que las tuyas.

Richard saco de su bolsillo nada más que el celular de Noah y lo observo detenidamente por ambos lados. Noah, por lo tanto, solo se burló sarcásticamente.

—¿Qué pretendes hacer? —preguntó Noah.

—Es una buena marca. Tu gusto sigue siendo el mismo, pero —Richard, dejo que el celular colgará a una buena altura entre su dedo pulgar e índice y lo dejo caer; el celular se rompió—, es una lástima, que ya no sirva.

Richard lo recogió, lo lanzó al bote de basura y le dedicó una sonrisa maliciosa, Noah se burló, mientras observaba el bote donde había caído el celular.

—Estoy completamente herido —pronunció Noah con ironía—. Estás actuando como un niño.

—¿Qué? —dijo Richard—. ¿Recordaste cuando dañe tu juguete favorito?

Creí que la pelea sería emocionante, pero veo que solo discuten por algo que no entiendo. Ambos actúan como niños, ¡qué tontos!. Decidí darme la vuelta para irme, pero el sonido de pasos rápidos y un golpe que resonó como eco en la pared, cuando volví la mirada, Noah tenía acorralado a Richard, con el antebrazo en su cuello.

—¿Qué? —dije, mi vos apenas audible—. ¿Ahora si se van a pelear?

Noah tenía una mirada airada hacia Richard, mientras que la mirada de Richard era fría y hostil. De repente, Richard lo empujó. Los pasos de Noah eran rápidos y nerviosos al deslizarse, mientras que Richard avanzaba con calma, sus botas pesadas resonaban contra el pavimento. Un golpe seco rompió el silencio, seguido de un gruñido gutural de Noah. Richard retrocedió, su respiración agitada, y lanzó un puñetazo que rozó la mejilla de Noah. El sonido del cuero golpeando contra la piel fue ensordecedor. La pelea se intensificó, los golpes se sucedían uno tras otro, acompañados por el sonido del viento y el resoplido de los dos.

Intenté correr hacía ellos, pero mis escoltas me detuvieron.

—No puede ir con ellos —explicó uno de ellos.

—Entonces ustedes hagan algo —grité, mi voz temblorosa—. Por favor, separenlos.

Insistí asustada y nerviosa. Ya vi suficiente, ellos realmente se quieren matar.

—Separenlos ahora o iré yo misma —grité, uno de los escoltas decidió obedecerme y el otro se quedo a mi lado.

—Ve tú también las cosas se le pondrán difíciles —le insistí, mi voz fuerte.

—Disculpe señorita Blaire, pero no podemos dejarla sola en ningún momento —respondió, su voz firme.

—No ire a ninguna parte, por favor —suplique—. Me quedaré cerca.

Él me miro e hizo una seña de aprobación y se dirigió a ellos. Me quedé observando como trataban de separarlos, pero incluso Noah, ya tenía sangre en la nariz y Richard un labio roto aun así era imposible para mi saber quien se había hecho más daño.

Mi celular vibro en ese momento era un mensaje de mi padre, preguntando si ya estaba de vuelta en casa, que tenía una sorpresa para mi. Si él supiera lo que esta pasando ¿qué haría? Tal vez enojarse con ellos y de un solo grito separarlos, lo digo solo porque sé que ellos siguen sus ordenes. Estaba a punto de responder el mensaje, pero la presencia de alguien detrás me interrumpió.

—¿Señorita Blaire Gardner? —dijo, la voz de un hombre.

—¿Quién es...? —pronuncié.

Pero antes de ver atrás, fui sorprendida por un paño húmedo y frío con olor a medicina presionando contra mi nariz y boca, y antes de que pudiera reaccionar, una oscuridad envolvente me consumió.

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"La lluvia acompañada de truenos y un fuerte ventarrón intensificaban la oscuridad de la noche. Me encontraba sola en una habitación poco iluminada, sentía miedo de estar ahí. Una sensación extraña hacía latir con fuerza mi corazón. Pedía ayuda a gritos golpeando la puerta que me sacarán de ahí, pero era en vano únicamente se escuchaban los truenos, el viento y la lluvia ¿realmente estaba sola? Me sentía impotente, estaba realmente asustada. En un momento me aparte de la puerta y me acurruque en una esquina mirando hacia la ventana oscura, era toda una noche sin luna, una noche triste y solitaria para mí. De repente, alguien abrió la puerta y me sorprendió, era un niño, que se acercaba a mí con pasos lentos, su boca susurraba algo que no podía entender, pero de pronto, agarró mi mano y seguía susurrando algo, pero yo seguía sin entenderlo, parecía que quería que lo siguiera y sin dudarlo eso hice y abandoné la habitación dejándome guiar por él, atravesando un pasillo aún más oscuro que la noche que estaba acompañada por relámpagos que dejaban ver lo que habia alrededor"

De pronto desperté, aun somnolienta, mis párpados se movían lentamente. Me sentía débil y cuando por fin tomé conciencia me vi atada de pies y manos a una silla, en ese momento el terror y la incertidumbre me atacaron, empecé a moverme y a mirar confundida a todos lados ¿dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?. Me di cuenta de que estaba en un establo poco iluminado, había montones de paja alrededor y el olor a bosta y heno era bastante intenso que me provocaban náuseas. Un sonido lejano, el relincho de un caballo me puso atenta. Escuché personas hablando, no lograba entender lo que decían, pero parecían estar acercándose. Sus voces eran graves y a medida que se acercaban se hacían más claras.

Entonces dos figuras masculinas aparecieron frente a mí.

Continuará...