La Rosa Del Idol

Ambiente musical:(Mejor Que Ayer- Diego Torres / Feliz- Fanny Lu)

Llegamos al lugar más pulcro e iluminado del universo, fue lo que pensé cuando aterrizamos esa mañana. El Sol brillaba en lo alto, y cuando salimos, encontramos rápidamente a los organizadores del tour que nos estaban esperando, una pareja coreano-argentina de lo más cool y festiva que encontramos en las páginas de viajes.

 - ¿Están preparadas para los mejores 10 días de su vida? - Pregunta la guía al grupo de 12 personas en su mejor español cantadito y lo repite en inglés, mientras su esposo ayuda a meter nuestro equipaje en el transporte diciendo cosas en su más fluido coreano.

- Esto va a ser divertido, Sofi- Comento emocionada, mientras la agarro del brazo, a ella le ha pegado bastante el viaje y luce cansada.

- ¿La parte donde no vamos a entender nada en coreano, o la parte donde nadie nos va a entender a nosotras en español? – Dice un sarcástica y a mí me hace gracia.

- La parte en la que estamos conociendo el mundo, el mundo exterior de verdad. Además, ni que no supiéramos hablar inglés.

- Rosita querida, entre tú y yo hacemos solo medio cerebro angloparlante.

- Y nos va a tener que servir amiga, porque en coreano estamos fritas. Confiemos en el lenguaje universal de una sonrisa – le digo mientras le pelo los dientes y me subo al transporte. Se supone que teníamos que comprar una Sim card en el aeropuerto, pero se me olvidó completamente, por la emoción.

Me río con los comentarios sarcásticos de mi amiga durante todo el camino, el cansancio la pone de mal humor, que si lo sé yo que hacía guardias con ella. Mientras emprendemos el largo viaje al hotel que se encuentra en Seodaemun-gu, al norte de Seúl, relativamente cerca de la Universidad de Yonsei, la guía explica que iremos a registrarnos y luego a comer, porque en la tarde haremos un picnic en un parque, que los que están muy cansados si quieren pueden quedarse a descansar, andar cada quien por su cuenta también está permitido, pero que ella recomienda a provechar el tiempo del tour para lograr ver lo más posible de la ciudad. No le presto demasiada atención, porque estoy dispuesta a ver y sentir todo lo que esta ciudad ofrece, ya estoy maravillada con la autopista, la vista del mar y luego la ciudad, un panorama que muestra un grado de urbanidad de alto nivel, mezclado con las maravillas de la naturaleza, muchos árboles y áreas verdes, el aire cálido del verano me da en la cara y es lo único que me pensar en mi tierra, me hace recordar que debo escribirle a mi madre cuando me conecte al primer Wifi, no la llamo, porque nos separan 13 horas de diferencia.

El hotel es sencillo, pero todo es electrónico, práctico y automático. La puerta de la habitación que compartiré con Sofy no tiene llave, solo tenemos que poner el código, suena y se abre, como en las novelas, cuando entramos, ella llega a tirarse boca abajo en la cama y yo voy a ducharme rápidamente para salir, pero me quedo como 5 minutos procesando porque la regadera sale del lavamanos y no hay una ducha como tal, además las toallas del hotel son súper pequeñas como las de mano que usamos en mi casa.

- Nada para morirse muchacha, solo es cuestión de costumbre - Le digo a Sofia para que se calme después de su encuentro con semejante baño, al final la convencí casi suplicando de que saliera conmigo y no se quedara durmiendo.

- Pero agradece que tenemos cama amiga, y no unas colchas extendidas en el suelo - Me burlo.

- Eso no me pega, porque en peores lugares del hospital nos hemos quedado dormidas, ¿recuerdas la vez que dormimos sentadas en la sala de espera?

-  Sofy– me quejo – No se vale que estés pensando en el hospital, estamos al otro lado del mundo, aquí somos gente nueva y renovada. Vamos a vestirnos que ya casi es la hora de encontrarnos con los demás y yo tengo mucha hambre.

Nos vestimos con ropa casual, porque dijeron que en verano las temperaturas son altas y como vamos a comer y luego a un parque decidimos ir cómodas, con shorts, franelilla y zapatos deportivos. Y justo al terminar de arreglarnos, July, nuestra guía nos toca la puerta.

- Chicas ya estamos listos. Se detiene para vernos de arriba abajo.

- ¿Algo anda mal? - Pregunta Sofy

- Debo advertirles esa ropa es mejor llevarla en casa o con una chaqueta para cubrirse, a muchos jóvenes no les importa, pero pueden provocar reacciones desfavorables entre los adultos y ustedes ya son grandecitas y medio llenitas además. – Dice tranquila y se va.

- Mama nos acaban de decir viejas y gordas, no lo puedo creer, quedé estupefacta. Nos reímos y lamentamos al mismo tiempo, pero nos ponemos una franela abierta sobre la franelilla y cambiamos los shorts por unos jeans largos.

- Vieja será su abuela, yo no tengo la culpa que aquí todo el mundo sea desnutrido, dice Sofy molesta mientras bajamos en el ascensor del pequeño hotel.

- Creo que ella lleva mucho tiempo viviendo aquí – supongo

- No, es que tu y yo en nuestro país lo que estamos es rebuenas – mira estas piernas y este trasero se toca – Mira estos senos – intenta tocármelos.

- Deja – Me rio y le agarro las manos – No me importa lo que piense, y déjala estar, que tú y yo no vinimos aquí para conseguir novio sino experiencias – Charlamos de eso mientras vamos caminando a un restaurante que está a una pocas cuadras, también vamos detallando el estilo y el cuerpo de todas las mujeres que pasan, sí definitivamente estamos viejas y gordas en comparación con las chicas que pasan hacia la Universidad de Mujeres de Ewha. Pero en serio no me molesta, me gusta como se ve la nueva yo.

Empiezo a gritar en voz baja como loca y a dar brinquitos cuando entramos al restaurant, es un sitio de parrilla, sopa y cerveza, igualito a los que he visto en las series.

- Por favor traten de actuar con moderación, recuerden que la cultura es diferente, a la gente de aquí no les gusta mucho la bulla.

- Disculpa July – Digo apenada a nuestra guía mientras me tapo la boca y Sofy se ríe de mí.

- No hemos terminado de desempacar y ya nos han regañado dos veces, sí que serán interesante estos 10 días, pasamos de ser las más puritanas del hospital a ser las chicas malas de corea en menos de medio día - Que risa de verdad, siento que es el lugar donde la gente tiene cenas de equipo al salir del trabajo.

- ¿Muchachas que van a pedir? - Dice Juyeong en inglés, nuestro guía masculino, ya que July decidió gerencialmente, sentarse más lejos de nosotras, quizás para ahorrarse problemas.

- ¿Puedo pedir yo misma mi comida? - Pregunto. Y él asiente. – Es que quiero practicar lo que aprendí en coreano.

- Amiga no me hagas pasar vergüenza, por favor- Se tapa la cara y se ríe, creo prediciendo el desastre que se avecina.

- No vale yo puedo, ya vas a ver, confía un poquito en mí.

- 저기요, 라면 두 그릇과 맥주 두 병 주세요. La sonrisa no me cabe en la cara, aunque no estoy segura de la pronunciación y el mesero se queda de pie mirándome asombrado.

- Dime que no le mentaste la madre a nadie, por favor. – Dice Sofy.

- Esta impresionado, ya les trae la comida- Nos traduce Juyeong, cuando el camarero dice algo y se va.

El orgullo no me cabe en el cuerpo, supe pedir algo yo solita, pero Sofy está molesta, porque en un restaurante de parrilla somos las únicas que tomamos sopa. Lo siento, ramen y cerveza es lo único que pronunciar sin temor, también se decir agua, pero esa la dan gratis en todas partes.

Ambiente musical:(What A Wonderful World - Louis Armstrong) 

En la noche, hacemos un picnic con cerveza y pollo frito en el parque Yeouido Hangang, y el ambiente es tremendo, hay mucha animación, actuaciones musicales camiones de comida de todo tipo y demasiada gente comiendo y charlando a la orilla del río Han. Como a eso de las 9pm vemos un rebullicio un poco más lejos y un espectáculo de luces de colores como un arcoíris sale del puente Banpo, una belleza, es como mágico estar aquí y hay mucha seguridad, así que me acerco lo más que puedo y como una niña me dejo maravillar.

Ya antes de venirnos, vemos un grupo de Gugak o música nacional coreana, unas mujeres bellísimas vestidas de época antigua hacen movimientos ceremoniales. Tienen piernas largas y muy delgadas, caras respingadas, ojos grandes y piel pálida. Mientras nos explican que ese es el tipo de belleza coreana ideal, solo pienso que yo no puedo yo ser más diferente a ellas, estatura promedio, morena, curvilínea y ojos grandes y redondos, supongo que por eso la gente se nos queda mirando, pero disimulan cuando usan mascarilla facial, aunque el guía nos dijo que era por la contaminación del aire.

En la habitación trato de repetir el día en mi cabeza, las sensaciones, los sonidos los colores, pero July me manda a dormir.

- El jet lag es mental amiga- le digo todavía animada.

- Mental nada mi hermana, estoy molida, vamos a descansar.