Edward Sackler El CEO Cruel Y Despiadado

Edward al salir de las empresas Smith se dirigió a su oficina estuvo resolviendo unos pendientes y después se marchó a su penthouse. Al llegar ya lo esperaba Margaret. –Buenas tardes señor Sackler, la señora Rebecca está esperándolo en el salón. Edward observó por un momento el rostro de Margaret y sin decirle nada se marchó hacia el salón. sabía que si estaba Rebecca en su casa sin ser invitada era para causarle problemas. 

–Ya tengo suficiente con lo del matrimonio mañana, como para todavía lidiar con las niñerías de Rebecca. Pensó para sí mismo. Al entrar al salon Edward dio un vistazo rápido. –Rebecca. Mencionó su nombre tratando de llamar su atención, ella se veía tan sumergida dentro de sí misma. –Rebecca. Volvió a decir su nombre con un tono más fuerte de voz. 

Al escuchar a Edward que la llamaba salió rápidamente de sus pensamientos, se levantó del sofá para dirigirse hacia él su cara reflejaba felicidad al verlo. –Oh cariño, por fin estás aquí. Rebecca se abalanzó sobre él abrazando su cuello y dándole un beso en los labios. 

Edward sintió un poco de incomodidad él no era demostrativo de afecto, por eso le gustaba estar con Rebecca en una relación porque supuestamente ella era igual, así que no entendía su cambio repentino, Edward no sabía que Rebecca solo trataba de estar en su vida y poder contraer matrimonio con él a como diera lugar.  

–Qué sucede contigo, ¿Qué está pasando?. Preguntó Edward con extrañeza.

–Edward por favor no te cases con ella. Ni siquiera la conoces. Dijo Rebecca con una voz llorosa.

–Ya habíamos hablado sobre esto Rebecca. Es algo necesario no porque yo lo quiera.

–Edward por favor, acaso no sabes el sufrimiento que me estas causando. Yo realmente te amo y nosotros en un futuro seríamos esposos, no entiendo qué fue lo que cambió. No entiendo porque ahora me rechazas de esta manera, por culpa de esa mujer. ¿Que tiene ella que no tenga yo? Preguntó Rebecca con un evidente tono de reproche. 

Al preguntarle este típico cliché Edward empezó a tornarse impasible, –Rebecca necesito que te vayas, todo esto ya es difícil para mí como para que aun tenga que soportar su forma infantil de tomar las cosas

Rebecca respondió con un rotundo no a su petición sin importarle lo impaciente que este se veía. Ella quería respuestas y sabía lo difícil que era que Edward diera alguna explicación, así que decidió hacer algo sumamente estupido para obligarlo. 

Ella pensó que si amenazaba su vida frente a él lograría persuadirlo. Rebecca se alejó de Edward y de su bolso sacó un pequeño cuchillo. –Mira Edward lo que me obligas a hacer por tu terquedad, tu tienes que estar a mi lado para siempre, jamas podras dejarme porque yo realmente te amo. Le dijo Rebecca para después alejarse de Edward.

Ella sacó de su bolso un pequeño cuchillo con el cual se hizo un corte en la muñeca. Esta empezó a sangrar por lo cual Rebecca se asustó y soltó el cuchillo de su agarre. Rebecca quien había actuado astutamente fue mucho más rápida que Edward, para cuando él se dio cuenta de que estaba hablando en serio Rebecca ya lo había hecho.

Edward llamó con desespero a Margaret para que le hablara a una ambulancia pero en ese momento Rebecca se desplomó entre sus brazos. Para cuando Margaret entró al salón Edward ya estaba cargando a Rebecca para salir del penthouse. 

–Margaret llama al hospital para que nos esperen en la puerta y avísale a Carl que estoy bajando para que tenga listo el auto la llevaré yo. –Claro señor ya estoy llamando. Le respondió Margaret mientras le pasaba una toalla limpia de cocina que traia en el hombro para que pudiera detener la hemorragia.

Edward entró con Rebecca en brazos al ascensor, en lo que bajaba hasta la primera planta donde se encontraba el estacionamiento Rebecca tuvo varios episodios de desmayos, se abrió el ascensor y ya el chófer los esperaba entraron al auto y Carl lo puso en marcha a toda velocidad.