Obsesiones que matan, enredos irreparables, lascivia, seducción, lujuria y sobre todo la pasión.
La vida la a golpeado de muchas maneras, principalmente con un matrimonio irremediablemente roto, ella, siendo una arquitecta de renombre y una diseñadora famosa, se adentra en el mundo de los negocios.
Creyendo que su vida no mejoraría más, su exesposo quien se desposo nuevamente con su amante, vuelve y pone su mundo de cabeza.
Y cuando todo no podía ser peor, un Coronel, un exnovio de años atrás quien se encuentra comprometido, se reencuentra con dicha mujer que le provoca de nuevo una obsesión que dañara a los que están a su alrededor.
Por eso, nadie sabía que los engaños fueran tan placenteros como lo que despertó en la fría Celine Blackwood y el indomable Coronel Alexander Morgan.
Después de todo, ¿Los amantes lograran tener su final feliz? ¿Podrán los Villanos de esta novela sobrevivir a las adversidades?
Trilogía "Hijos del Engaño"
Enemy to lovers.
Tomo 1
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Capítulo XVI
Has sentido esa sensación de que las palmas de las manos te pican, sintiese esa comezón por querer recorrer con tus propias manos el cuerpo del otro, para infligir le el mismo daño que él te provoca. Si nunca lo has sentido eres afortunada.
Por eso mismo, me había ocurrido, con él hombre al que quería odiar hasta los dientes.
Pero soy una estúpida, por desear su toque, por querer sentir más, pues su agarre en mi cuello me había hecho sentir extrañamente deseosa.
—Y tú, deja de provocarme...
Su aliento a menta había golpeado mi rostro, sus ojos me quemaban con cada recorrido que hacía a mi piel expuesta a mi escote que subía y bajaba por mi respiración acelerada. Sentí un vacío ante la ausencia de sus manos que antes me habían robado un jadeo, y supe de inmediato que lo había provocado, porque sus pupilas se habían dilatado, sus ojos azules se habían oscurecido tan peligrosamente que sentí su ya presente erección golpeando mi vientre.
Al momento de tomar mis cosas que habían caído al suelo, me había sido difícil el no ver aquella bestia que yo misma conocía. Sin embargo; no me quedé para averiguar más, estaba demasiado perturbada porcino sentía que mi piel se estaba quemando y el dolor en mi intimidad.
—Hay amiga, no quisiera estar en tu posición ahora mismo
—No sabes cuanto moriría porque estuvieras en mi lugar...
—Bueno, tampoco estaría mal estar involucrada con un dios nórdico...
Violet Ross, una pelinegra muy extrovertida, era mi mejor amiga y compañera en estos casos de extremo deseo.
—Amiga mía, te entiendo, no me metería con la basura de tu exmarido, pero el papi rico de tu exnovio, no estaría nada mal involucrarme con un Coronel
—No, creme, no lo deseas
Dije bebiendo de la cerveza y ella lo pensaba mejor, si, era justo eso, el era un hombre controlador que sometía a la mujer y mi amiga era lo mismo, así que no abría congenio, más bien, seria una abominación.
Nuestras piernas se entrelazaban, al estar una frente a la otra en el sofá, tuve una tarde frustrante debido al inconveniente encuentro con Alexander Morgan, tenía unas ganas insufribles y mi compañero de noche se encontraba saliendo en una relación.
—Oye, dijimos que sería noche de chicas, pero y si salimos a divertirnos en nuestra noche de chicas...
—Solo necesito una noche entre tu y yo, no necesito de un hombre
—Bueno, yo pensaba en tus ganas de c*ger...
—No todo se trata de c*ger Violet, sino de pasar un solo momento rico, con una cerveza y películas calientes
Giramos nuestros rostros a la par, para ver la escena cachonda, los gemidos no tardaron en escucharse y nos volvimos a ver deprimentes.
—Bueno, una noche fuera no estaría mal...
—Si
Nos colocamos de pie al mismo tiempo que apagaba el televisor y caminábamos justas a mi alcoba donde abrí mi enorme cuarto de ropa donde ambas nos volvimos locas, por ponernos lo más sexy para esa noche de fiesta entre amigas, coloque la música a todo volumen en mi reproductor y Daddy Issues sonó de fondo.
La locura había comenzado, la continuación de Violet y yo nunca debía suceder ni en los más vividos sueños, pues una vez nos propusiéramos algo no había quien nos detenga.
Después de un tiempo ambas ya nos encontrábamos llegando al mejor club de noche de todo Londres, no nos salvamos de una que otra mirada del joven chófer del taxi quien nos veía por el retrovisor, y como culparlo, si nos habíamos puesto lo más descubierto que pudimos. Violet se decidió por un top rojo sin tirantes y pantalones negros de cuero con unos tacones de infarto y su cabello era corto hasta las orejas así que solo lo peino hacia atrás luciendo tan atractiva. Y yo, pues yo me decidí por un lindo vestido morado brillante con escote corazón y mangas pequeñas, el vestido apenas y cubría mi trasero, además mis tacones eran de sandalia con detalles brillantes.
Bajamos del taxi una vez llegas al club nocturno, claro, llevábamos nuestros abrigos y pequeños bolsos donde nuestro celular, cartera y maquillaje cabía.
El gorila que se encontraba en la puerta nos dejó pasar aun si había una gran fila de espera para entrar.
Al entrar él nuevo cambio de luces nos provocó un mareo, pero no tardamos en adaptarnos, incluso la música era tan fuerte que no lográbamos ni oír nuestros propios pensamientos. Caminamos tomas de la mano hasta la barra donde el bar tender nos miró con un destello en sus ojos negros o cafés, puesto que la luz roja no dejaba distinguir su color. Esperamos con unos tragos de vodka y después unos shots de tequila.
—¡Iré a bailar!
La escuché gritar en mi oído y asentí mientras pedía mi cóctel que consistía en una mezcla de ron, tequila, whisky y vodka con una fresa en el.
Al ver una mesa despejada, camine entre la multitud hasta llegar a la mesa, deje las cosas de mi amiga y me senté cruzando una pierna sobre la otra mientras buscaba a mi amiga quien se movía al ritmo de la música electrónica, debió sentir mi mirada pues con sus brazos me pidió que fuera a acompañarla antes de perderla de vista, sonreí y termine mi bebida antes de ponerme de pie y caminar hasta la pista donde me dispuse a mover mi cuerpo al ritmo de la música, mientras buscaba a la mujer de cabellera corta hasta que la vi en el centro de la pista bailando animadamente con las manos sobre la cabeza.
Me acerqué a ella quien al momento de verme sonrió más ampliamente y movió sus caderas con más sensualidad mientras daba vueltas, mientras yo, comencé a moverme más rápido y sentir el calor del alcohol correr por mis venas, doble mis rodillas tan solo un poco y moví mis caderas al ritmo que mi amiga, pues nos habíamos juntado empezando un baile juntas.
Mi amiga me abandono por un lindo chico moreno lleno de testosterona 《Traidora》Sonreí al ver como las manos del moreno comenzaron a pasearse por todo el cuerpo mientras que la música cambió por una más sensual.
Junte mis piernas y moví mis manos delineando mi cuerpo hasta la nuca, doble mis rodillas bajando hasta que mis muslos ardieron y volví a subir lentamente, entre abrí mis labios por mi respiración agitada y cerré mis ojos, transportando me aún tiempo donde nada existía. Continúe mi baile sola hasta que sentí unas poderosas manos sujetarse de mi cintura y pegarme aún cuerpo o más bien, una pared de músculos.
Sentí una sensación reconocida al sentir la presente erección del tipo, un aroma que jamás me sería inconfundible, me detuve abruptamente en seco y mi respiración se aceleró. Cerré mis ojos al sentir su aliento en mi cuello, su nariz trazo un camino hasta mi oreja donde mordisqueo el lóbulo y su voz, esa maldita y condenada voz susurro...
—Creo que, ninguno de los dos podemos cumplir nuestro acuerdo...