Rosas Amarillas: El Contrato Es Solo La Excusa

Al atravesar la puerta de la habitación Alma abrió los ojos y se encontró con el bello perfil de Lion que la sostenía junto a su pecho,

- Tan cálido pensó- y suspiro-

-Estas despierta- la voz de Lion – sobresalto a Alma que estaba perdida en el cuerpo cálido.

-Sí, ya puedes bajarme- Alma hablo dulcemente- Lion detuvo sus pasos cerca de la cama y aun con ella en brazos volteo para que sus ojos se encontraran

- Vas a volverme loco\, que hacías con este frio fuera de la casa-

Alma sonrió, deslizo su mano por la mejilla de Lion hasta sostener firmemente su rostro para acercarlo al de ella.

- ¿Qué sucede? Las palabras de Lion fueron calladas con un beso dulce\, que duro unos pocos segundos

 – Gracias, por preocuparte- la voz de Alma saco a Lion de su estado de asombro.

- ¿Ahora puedes bajarme? - Alma pregunto con una sonrisa burlona. Realmente quería besarlo y solo siguió el impulso

 - ¡Oh! si puedo, Lion soltó su agarre, dejándola sobre la cama.

Lion camino hasta el baño tomo una ducha y salió luciendo solo el pantalón pijama mostrando su torso desnudo, rodeo la cama y se instaló bajo la colcha, Alma leía un libro con la luz tenue de la lámpara junto a la cama.

- ¿Qué lees? Lion hablo acercándose a Alma.

- “El cuaderno de Noah” de Nicholas SparKs-  continúo pasando las hojas concentrada sin notar la mirada fija del hombre a su lado.

- ¿Es buena? Pregunto Lion

- Hmm- Alma asintió

- ¿De qué trata? Pregunto curioso.

Alma sonrió, pero al voltear choco con el rostro de Lion, no se había percatado de la cercanía- ¿Realmente te interesa? - trato de controlar su voz nerviosa

 - Si - Lion respondió y una de sus manos corrió el mechón de cabello que cubría las mejillas de Alma,

- Quiero saber que te atrae\, que te hace feliz\, quiero saber absolutamente todo de ti - el aliento cálido y dulce de Lion golpeaba el rostro enrojecido de la mujer.

Alma mordió sus labios dejándolos aún más rojos y volteo su mirada al libro

-Es la historia de Noah un hombre de 31 años que cuando regresa a casa tras la segunda guerra mundial, además de querer recuperar su vida, Noah busca recuperar a la chica que lleva desde hace años en su corazón.

Lion sonríe la historia le recuerda a él, tal vez no volvió de la guerra, pero hace años lleva a alguien en su corazón, y justo es alguien está junto a él.

-Podrías leerla para mí- dijo casi susurrando al oído de Alma

 Lion tomo el rostro de su mujer, que voltea tímidamente. Las miradas de ambos se encontraron, los latidos acelerados de dos corazones que por mucho esperaban este encuentro, sé acerco, hasta que la punta de su nariz toco la sube piel de la de Alma- él sonrió-

Alma comenzó a temblar, cuando los labios de su esposo acariciaron dulcemente los suyos.

Soltó el libro que sostenía y su mano se extendió hasta llegar a la nunca de Lion, el contacto con la piel caliente, erizo cada parte de su cuerpo, los labios de Lion eran tibios, suaves, húmedos, jugaban con los suyos de una forma única casi indescriptible.

Después de un momento se alejó lo suficiente para que sus ojos se volvieran a encontrar-

-Si querías que lea para ti, no hacía falta un beso-  Alma reía al decir esto- Lion mostro sus blancos dientes en una hermosa sonrisa envolvió con sus brazos la cintura de Alma y la jalo sobre él para que sus labios húmedos se volvieran a encontrar en un beso aún más apasionado, Alma se abandonó en sus brazos y Lion se aferró aún más-

Luego de unos intensos minutos Lion aflojo el agarre y Alma se alejó tímidamente de su esposo volviendo a su antigua postura. Lion apoyo su espalda en el respaldo de la cama, paso su brazo detrás de Alma y volvió a tirar de ella llevando la espalda de esta sobre su pecho.

-Esta noche seré bueno, pero no prometo contenerme la próxima vez. Lion susurro en el oído de Alma- ella sintió que los latidos de su corazón parecían detenerse, por unos segundos quedo congelada en el lugar recostada sobre el cálido cuerpo de su esposo.

- ¿Vas a leer o no? Pregunto Lion sonriendo burlonamente- Alma solo asintió tomo el libro que había quedado abandonado al costado de la cama y retomo la lectura.

Dos jóvenes cuerpos presionados, disfrutando de las líneas románticas de una historia de amor, ambos olvidaron la cena, ambos olvidaron el mundo que los rodeaba, ambos olvidaron el contrato que los unía, no importaba nada más, solo ellos en una habitación que desborda de emociones.

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Señorita Alma, el taxi la espera, ¿está segura que no quiere que hable con Víctor

Gracias Pierre, pero es domingo todos merecemos el día, incluso tú, aunque te niegues- Alma, sonrió tomo el ultimo sorbo de su café, recogió las rosas amarillas que estaban sobre la mesa y salió.

Es un hermoso día soleado, pero en el corazón de Alma destellos de una tristeza aparecen. Es el aniversario de la muerte de su madre y como cada año busco la mejores Rosas amarillas para llevárselas.

El taxi recorrió la ciudad para luego detenerse en el cementerio central, ella agradeció pago la tarifa y descendió.

 En la puerta del lugar la figura de un hombre mayor la observaba con tristeza en la mirada.

-Papá, pensé que no ibas a venir- Alma corrió a su encuentro y lo abrazo con fuerza.

-Debía hacerlo, ya era hora que visitara a tu madre, muchos años permití que tu sola cargaras con todo, ahora estoy mejor princesa no voy a defraudarte. Ed acaricio la cabeza de su hija y beso su frente.

-Vamos ella nos espera- Alma tomo la mano de su padre y juntos entraron al lugar.

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En la Empresas Colins la relación padre hijo distaba mucho de ser cariñosa, Antoan y Lion discutían acaloradamente en la oficina principal.

-¡¡No, ya te dije que no!!- grito Lion.

-¿Cuándo dejaras de ser tan terco?, es que no te das cuenta que es por tu bien- arremetió Antoan.

-Mi bien, Lion rio incrédulo y camino como un león enjaulado frente al escritorio de su padre- lo único que quieres es controlar mi vida y no lo voy a permitir, se lo que hago-

-Seguro Lion, - Antoan negó y se sentó en el sillón- sabes lo que haces por eso te casaste con esa mujer.

-Deja a Alma fuera de esto, no pienso hacer este proyecto contigo y punto.

-Tu sabes que si hablo con Milinton retirara la oferta y quiero ver que harás para mantener a tu empresa donde esta-

- No sería la primera vez que intentas arruinarme\, vamos hazlo. Lion lo desafió

- ¡¡Lion no pruebes mi paciencia!! Grito Antoan golpeando el escritorio.

-Y tú la mía, la próxima vez que me moleste un día libre no responderé, quedo claro- Lion camino hasta la puerta del despacho.

- Era de esperar tu actitud arrogante y ordinaria\, teniendo en cuenta la mujer con quien te acuesta-

- Lion volteo y sus ojos se oscurecieron de ira\, camino rápidamente hasta su padre y lo sujeto del cuello de la camisa-

-¡¡Lion No!!- la voz de Elizabeth que irrumpió en la oficina al escuchar los gritos, esa mañana decidió ir a la ciudad y pasar antes a ver su esposo-

- No vuelvas a mencionar a mi mujer o no respondo – Lion hablo apretando sus dientes\, las venas de su cuello parecían querer explotar.

Antoan por su parte no salía del asombro era la primera vez que su hijo se enfrentaba tan decididamente.

Soltó la camisa del hombre mayor, acomodo su ropa y camino a la salida encontrándose con los ojos llenos de lágrimas de su madre.

-No llores mamá. Te amo -Lion beso su frente y salió del lugar.

-¿Qué intentas hacer? Elizabeth camino molesta y dolida hasta el escritorio donde su esposo no podía mirarla a la cara.

-No sé de qué hablas.

-¿Por qué insistes en arruinar su vida?

-Quiero que vuelva, está mal querer lo mejor para él- dijo molesto Antoan.

-Solo lo alejas aún más, ya perdimos a una hija quieres perder a tú hijo también.

- Mi hijo no es quien acaba de abandonar este lugar\, a ese- Antoan señalo la puerta con disgusto- no lo reconozco.

. La pequeña mano de Elizabeth impacto sobre el rostro de Antoan, que vio sorprendido. En los 35 años de casado jamás Elizabeth lo toco y esta vez el calor de su mejilla había experimentado  la ira de su mujer.

-Te Amo Antoan, pero no voy a permitir que dañes a mi hijo, será mejor que recapacites porque de lo contrario te quedaras solo.

Elizabeth termino de hablar y abandono el lugar dejando Antoan desconcertado.

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-Pierre, pásame con mi esposa por favor- Lion conducía y hablaba por el mano libre, necesitaba escuchar la voz dulce de su mujer, esa voz que todas las noches leía historias de amor y lo hacía sentir en paz.

-La señora se ha marchado al cementerio Señor hoy es una fecha muy importante para ella.

-Gracias Antoan, no almorzaremos en casa, trata de descansar.

-Gracias Señor

La llamada termino y Lion golpeo el volante.

-Estúpido cómo pudiste olvidarlo, se reclamó. Y sin pensarlo dos veces, acelero.

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-La verdad la Señora Margarita es muy atenta, me ayuda cada vez que estoy superado con el trabajo- Ed hablaba emocionado cuando salían del lugar, juntos hablaron con Amanda y le contaron como sus vidas habían cambiado.

Alma miraba con ternura a su padre, por fin veía es esos ojos color miel como los de ella, una luz que hace mucho se había apagado.

-Al parecer la señora Sullivan te hace feliz- la voz de Alma sonaba juguetona.

-Vaaa, no es lo que piensas, ella es … ella es…- Ed parecía un adolescente tratando de cubrir sus emocione con mentiras.

. Papá, sería muy feliz si encuentras alguien a quien amar, mamá también, desde donde este, seguro seria la mujer más dichosa de ver al hombre de su vida otra vez de pie. - Alma acaricio el rostro de su padre.

-El costo que estas pagando no me permite ser feliz,

- Ya papá\, Lion no es tan malo.

- Pero no lo amas\, tu debías casarte con alguien a quien amar\, y sin embargo…

-Basta, estoy casada, un par de papeles sellaron mi destino, pero no me arrepiento así que, tu hombre testarudo me debes, y quiero que seas feliz. - Alma sostuvo la mano de su padre y beso el dorso.

Quiso decirle a su padre que sus sentimientos estaban cambiando, pero aun no era claro para ella y no quería confundirlo aun más-

-Eres mi angel- Ed la abrazo-

-Alma- Una voz masculina que ella reconoció al instante llamo la atención de quienes se abrazaban cariñosamente.