Secretos De Una Poción

Ursula saco con cuidado una muestra de la tierra quemada, la guardo en un pequeño frasco y sonrio con satisfaccion.

Ursula: Esto… esto me ayudara a descubrir muchas cosas..

Sin perder tiempo, dio media vuelta y comenzo a caminar de regreso hacia la mansion, con paso ligero y una felicidad tranquila en su rostro.

El duque la miro irse, aun sorprendido, mientras el humo seguia elevandose lentamente sobre el jardin. La escena era casi irreal.. el aire lleno de ceniza, el suelo negro y calcinado, y ella caminando entre todo eso como si nada hubiera pasado, con esa calma suya que siempre lo desconcertaba.

Duque: No puedo creerlo… Quema medio jardin y se va feliz, como si hubiera recogido flores..

Suspiró, mirando el cielo grisáceo por el humo que todavia se dispersaba, y aunque su instinto le decia que debia estar molesto, no pudo evitar sonreir un poco.. Ursula era un torbellino imposible de controlar, y aun asi, no podia dejar de admirarla.

Mas tarde, el duque tuvo que casi regañarla para que descansara un poco y comiera algo. Ursula llevaba horas encerrada en su laboratorio analizando la tierra quemada, mezclando pociones y tomando notas sin parar.

Duque: Ursula, basta por hoy.. No has comido nada desde la mañana.

Ella ni siquiera levanto la vista de su mesa.

Ursula: No puedo parar ahora, estoy cerca de descubrir algo importante

El duque se acerco y apago con calma los cristales mágicos del laboratorio.

Duque: No te estoy pidiendo, te lo estoy diciendo.. Vas a cenar, ahora.

Ursula lo miro, frunciendo el ceño, y puso una cara de molestia que lo hizo contener la risa.

Ursula: Eres insoportable —dijo con un leve puchero—. No necesito que me manden.

El duque sonrio apenas, viendo como su enfado parecia más el berrinche de una niña cansada que una verdadera protesta.

Duque: Entonces hazlo por ti misma, no por mí..

Ella lo miro unos segundos, rodó los ojos y finalmente cedio.. dejando sus frascos y anotaciones.

Ursula: Esta bien… pero solo un rato..

Esa noche, cenaron juntos en el comedor. Ursula comia a regañadientes al principio, pero poco a poco se fue relajando. El duque la observaba con una sonrisa tranquila, sin decirle que su pequeño berrinche lo habia enternecido más de lo que quisiera admitir.. Era una mezcla curiosa la que ella provocaba en él.. desesperacion, ternura y admiracion, todo al mismo tiempo.

Al dia siguiente, cuando el duque desperto, sintio algo extraño a su lado. Se giro un poco, y casi se le detuvo el corazon al ver a Ursula recostada junto a él, escribiendo tranquilamente en su cuaderno como si fuera lo mas normal del mundo.

Duque: ¡Ursula! ¿Qué… qué haces aqui?

Ella levanto la vista con total calma, sin inmutarse por su reacción.

Duque: Esperando a que te despertaras.. Quiero que vayamos al jardin con tierra quemada, necesito que me ayudes usando tu magia..

El duque se quedo unos segundos mirandola, intentando procesar la situacion. Estaba medio dormido, sorprendido, y sobre todo confundido por la naturalidad con que ella hablaba, como si no hubiera nada extraño en aparecer en su cama al amanecer.

Duque: Ursula… No puedes… aparecer asi de la nada en mi habitacion.

Ursula: ¿Por qué no? Es mas facil hablarte asi que ir a buscarte en toda la mansion

El duque se paso una mano por el cabello, sin saber si reir o desesperarse.

Duque: No sabes lo que causas…

Ella sonrio apenas, como si no hubiera notado su incomodidad.

Ursula: Entonces, ¿vamos o no?

El duque suspiro resignado y se levanto, aun un poco ruborizado.

Antes de salir de la habitacion, mientras el duque se daba un baño rapido, alguien toco suavemente la puerta. Ursula, que seguia revisando sus notas sentada en el borde de la cama, se levanto sin pensarlo demasiado y abrio.

Al otro lado estaba el joven Jones, el asistente personal del duque, con su habitual carpeta bajo el brazo y el rostro lleno de nervios. Cuando vio quien le abria, se quedo completamente paralizado.

Asistente: S-señorita Ursula… ¿el duque… esta aqui?

Ursula: Si, se esta bañando —respondio con total naturalidad, señalando hacia el baño.

El pobre Jones se puso rojo como un tomate. Tartamudeo un par de palabras que no lograron salir del todo coherentes, y termino bajando la cabeza con torpeza.

Asistente: Y-ya veo… e-entonces le puede decir que… que lo espero en el estudio

Ursula: Puedes esperarle si quieres, no tardara mucho —añadio ella con una sonrisa inocente.

Asistente: No, no, no, gracias, prefiero… prefiero esperar afuera

Ella se encogio de hombros y cerro la puerta despacio, sin darle mucha importancia, mientras del otro lado Jones se quedaba unos segundos inmovilizado en el pasillo, intentando procesar lo que acababa de ver.

[¿La señorita Ursula… en la habitacion del duque… tan temprano? ¿y el duque bañandose…?]

La mente del joven asistente iba a mil por hora. Intento convencerse de que seguramente habia una razon logica, pero la imagen no lo ayudaba.

Dentro de la habitacion, Ursula volvio a mirar sus apuntes sobre la tierra quemada

[debo comprobar si el fuego purifica o solo altera los minerales…]

Y cuando el duque salio del baño, aun secandose el cabello, ella lo miro con total calma y le dijo:

Ursula: Tu asistente vino a buscarte, parece nervioso, quizas deberias hablarle antes de ir al jardin.

El duque la miro, luego miro la puerta, y suspiro con un presentimiento.

Duque: ¿Ursula… abriste la puerta?

Ursula: Si, claro, ¿por qué?

El duque se paso una mano por la frente, con una expresion de resignacion absoluta.

Duque: Nada… olvidalo…

[ayer habían rumores, hoy confirmaran todo.. seguramente en menos de una hora, todo la mansion creera que habiamos dormido juntos]

al salir de la habitacion junto a Ursula el duque noto de inmediato las miradas de las criadas, todas lo saludaban con una sonrisa picara y susurros que apenas disimulaban, una incluso se cubrio la boca para no reirse cuando los vio pasar juntos por el pasillo. el duque sintio un leve temblor en el ojo y penso que era mejor no decir nada, si abria la boca solo empeoraria los rumores, asi que siguio caminando con toda la dignidad que le quedaba

Ursula por su parte parecia no notar nada, caminaba tranquila, hablando sobre la tierra y los posibles minerales alterados por el fuego, movia las manos al explicar y el duque apenas podia seguirle el ritmo

Duque: mejor vayamos directo al jardin

una vez llegaron al lugar, el aire olia aun un poco a tierra quemada, y el suelo negro se extendia en un circulo grande rodeado de pasto verde. ursula se agacho, saco una pequeña caja con semillas y frascos, y miro al duque con una sonrisa traviesa

Ursula: quiero que uses tu magia.. haz crecer flores, pero solo en la mitad

Duque: flores? ¿en tierra quemada?

Ursula: si.. necesito ver como reacciona la tierra ante la energia viva, si puede absorberla o rechazarla

el duque suspiro, pero levanto una mano y concentro su poder. la tierra se estremecio suavemente, y poco a poco de entre las cenizas empezaron a brotar pequeños tallos verdes que crecieron rapido, abriendo flores de distintos colores. el contraste con la tierra negra era impresionante

ursula sonrio con una mezcla de alegria y curiosidad, se agacho para tocar los petalos y observo como un leve brillo purpura se movia entre las flores y el suelo

Ursula: funciona… la tierra no esta muerta…

el duque la miro, fascinado por su entusiasmo, y penso que aunque no entendia del todo lo que hacia, era imposible no contagiarse de su pasion por la magia y la vida.