Te Amo A

-¿Leo?- Agam frunció el ceño con una cara confusa.

-Hola Leo, ¿puedes oírme?

-¡Número equivocado!- Agam inmediatamente colgó la llamada y luego miró a su primo.

-¿Quién era ese?- Preguntó el a Bayron.

-¿Y cuándo cambió tu nombre a Leo?- dijo Agam con una mirada intimidante.

-Uh eso...

-¿Y quién es Sky?- Agam preguntó.

-Sky él es...

-¿Es ese el hombre con el que estuviste antes en el restaurante?- Preguntó Agam.

-Sí, lo es, ¡espera un minuto! ¿Cómo supiste que estaba con él ?- Bayron preguntó de nuevo.

-Tsk, por supuesto que lo sé- Agam tiró de una comisura de sus labios.

Bayron guardó silencio mientras examinaba el hermoso rostro de su primo.

-Estás celoso, ¿no?- bromeó Bayron.

-¿Qué? ¿Celoso?- Agam sacudió la cabeza con una sonrisa burlona.

-¿Por qué estaría celoso de ti?

-¿Quién sabe, podrías estar celoso? Porque antes preguntaste por Sky.

-Olvídate de los celos, ahora responde ¿quién es Sky?

-Es mi amigo.

-¿Amigo? ¿Desde cuándo tienes un amigo?

-¡Dios mío, A, no importa quién es! Hay tantos alfas que quieren ser mi novio, incluso mis ex son innumerables- dijo Bayron con arrogancia.

Agam sonrió sarcásticamente.

-¿Dices que tienes muchos que quieren ser tu novio? Pero nunca me presentaste a ningún alfa- Agam agregó.

Porque durante todo este tiempo sólo había oído hablar de la historia de amor de Bayron de boca del chico, sin haber conocido a esos alfas ni una sola vez. Incluso cuando preguntó por uno de ellos, Bayron dijo que el alfa había muerto.

-Caray A, ¿por qué debería presentartelos?

-¿A quién presentaré? Si todos los alfas que son mis ex son sólo imaginación- Bayron murmuró para sí mismo.

-No estás mintiendo, ¿verdad?- Agam acercó su cuerpo.

-P-por supuesto que no- respondió Bayron nerviosamente porque el hermoso rostro de Agam estaba justo frente al de el, sus narices casi se tocaban.

-No te acerques demasiado- Bayron empujó el amplio pecho de Agam.

-¿Por qué?- Agam permaneció en su puesto.

-Tengo miedo- Bayron hablo suave.

-¿Por qué tienes miedo?- Agam frunció el ceño.

-Tengo miedo de cometer un error, porque tus labios están cerca.

Bayron gimió de dolor cuando su cabeza golpeó la ventanilla del auto, cuando Agam le empujó la frente con fuerza.

-Duele, ¿sabes?- Bayron se frotó la cabeza dolorida.

-Hay que golpearse la cabeza a menudo para que te liberes de pensamientos sucios- Agam pisó el acelerador de su coche para arrancarlo de nuevo.

-No son mis pensamientos los que están sucios, pero todo en ti es demasiado caliente, lo que me hace...- antes de terminar de continuar con sus palabras, su primo volvió a empujar su frente con brusquedad.

-Ya...- gritó Bayron irritado. Mientras tanto, Agam se limitó a sonreír levemente ante el enfado de su primo.