Mafalda y Lilly Alcázar fueron intercambiadas al nacer y luego de que se descubriera la verdad Lilly regresa con sus padres Velasco y Cecilia, obligando a Mafalda a ceder siempre ante los caprichos de su hermana lo cual incluso la lleva hasta la muerte, por suerte el universo le otorgó una segunda oportunidad a Mafalda para cambiar su trágico destino
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Capítulo VI: Una segunda oportunidad parte 2
Lilly observaba con envidia como Mafalda se iba en compañía de Briana y resopló con ira porque su plan para sabotear la posibilidad de su hermana de ingresar a una buena universidad había fracasado, si eran comparadas a nivel académico Mafalda era muy superior y no podía soportarlo, así que tomó su teléfono y marcó el número de su madre poniendo una voz muy lamentable
-¿Por qué estás llorando Lilly? - Preguntó Cecilia con preocupación
Lilly comenzó a sollozar, lo cual hizo estremecer a Cecilia porque a pesar del tiempo transcurrido desde que la encontraron aún la culpa, la carcomía
-Mamá invité a mi hermana a celebrar conmigo nuestro cumpleaños, pero ella no quiere ir – Se quejó Lilly
Cecilia frunció el ceño porque odiaba cuando su hija se sentía agraviada y a pesar de que sabía qué a Mafalda los locales nocturnos no le gustaban porque era una persona más del tipo intelectual y que también se trataba del día de su cumpleaños y que ella tenía planes con su mejor amiga de igual manera decidió que ignoraría sus deseos para complacer a Lilly
-No te preocupes Lilly, que voy a hacer cambiar de parecer a tu hermana – Dijo Cecilia con decisión
-Gracias mamá – Respondió Lilly
Lilly sonrió con malicia y le hizo una señal a Deyanira, la cual gracias a la influencia de sus padres pudo salir de la cárcel, aunque su futuro académico estaba arruinado y hacía responsable a Mafalda de ese resultado
-Esta vez no se va a salvar esa impostora – Aseguró Deyanira
-Dile a tu amigo que mi hermana aún es pura – Dijo Lilly con malicia
Lilly le entregó una fuerte suma de dinero a Deyanira para que le pagara a la persona que había contratado para arruinar la reputación de su hermana y aunque lo que estaba haciendo era algo terrible, ella no pensaba dejar ningún margen para que Mafalda tuviera una salida
-Esta vez haz un buen trabajo o pueden descubrirnos – Le advirtió Lilly
-No te preocupes que luego de ese día Mafalda no va a poder mostrarse en público nunca más – Respondió Deyanira con desprecio
Mafalda quería evitar a toda costa volver a vivir ese desagradable incidente que tantos problemas le causaron en su vida anterior, además de que era también su día de cumpleaños por desgracia desde que regresó Lilly a la familia Alcázar, nunca más supo lo que era tener una fiesta de cumpleaños
-¿Mafalda estás segura de que no quieres ir? – Preguntó Briana
Mafalda negó con la cabeza porque ella solo deseaba ir al cine y luego comer pizza junto a su única amiga Briana, podría parecer que era muy poco, pero debido a que fue descuidada durante tanto tiempo ya no tenía expectativas
-No, y espero que Lilly no siga insistiendo
Mafalda llegó a la residencia de los Alcázar y se encontró con Cecilia, la cual desde el primer momento la confrontó debido a su negativa a complacer a Lilly
-Mamá no me gusta ir a ese tipo de lugares – Protestó Mafalda
Cecilia de Alcázar observaba a Mafalda y aunque sabía que a ella no le gustaba ese tipo de lugares, de igual manera se acercó a ella y le acarició la cabeza poniendo una expresión muy amable en su rostro
-Cariño, se lo debes a tu hermana, recuerda lo mucho que sufrió mientras estuvo desaparecida – Dijo Cecilia con amabilidad
Mafalda se estremeció porque odiaba cada vez que escuchaba a su madre decirle eso, recordó como en su vida pasada siempre cedió a todo lo que Lilly quería y como su madre nunca se conmovió o intercedió por ella, así que tomó la mano de su madre y la apartó de forma brusca de su cabello
-¿Qué se supone que le debo a Lilly? – Preguntó Mafalda
Cecilia frunció el ceño porque no estaba acostumbrada a que la sumisa Mafalda le refutara sus palabras
-Sabes bien que le debes a tu hermana – Respondió Cecilia conteniendo su enojo
Mafalda puso una expresión muy severa en su rostro y observó a Cecilia con frialdad porque estaba harta de compensar a una persona como Lilly por algo que no era su culpa
-¿O sea que yo tengo la culpa de la negligencia del centro médico? – Preguntó Mafalda con sarcasmo
Cecilia estaba atónita debido a la actitud desafiante de parte de Mafalda, porque durante todo este tiempo Mafalda siempre terminó cediendo cuando decía estas palabras a pesar de lo irrazonable que estas eran
-No estoy diciendo eso – Se justificó Cecilia
-Mamá, si debemos culpar a alguien, entonces deberías verte en el espejo – Dijo Mafalda con molestia
-¿Cómo te atreves a decirme eso? – Preguntó Cecilia con incredulidad
-Es tu culpa que no te dieras cuenta de que te entregaron a una hija que no era la tuya – Respondió Mafalda
-¡No seas tan insolente Mafalda, que por tu culpa casi termina mi matrimonio! – Gritó Cecilia con horror
Cecilia observaba con molestia a esta chica a la cual había criado durante los primeros 6 años de su vida creyendo que era su hija hasta que Velasco hizo una prueba de paternidad porque sospechaba que no era su hija y la pareja estuvo en crisis hasta que descubrieron que Mafalda no se trataba de la hija biológica de ambos
-Siendo ese el caso es tu culpa por separarme de mi verdadera familia – Refutó Mafalda con amargura
Cecilia estaba tan enojada que quería abofetearla, pero luego recordó que se notaría la marca en su rostro y que al día siguiente celebrarían el cumpleaños de Lilly y no podían permitir que las personas se dieran cuenta de que no eran la familia perfecta que aparentaban
-No eran más que unos muertos de hambre, así que deberías estar agradecida de que te hayamos adoptado – Respondió Cecilia con desdén
Mafalda estaba sorprendida de escuchar sus viciosas palabras y se preguntaba porque en su vida anterior no se dio cuenta de lo maliciosa que podía llegar a ser su madre así que no se sentía mal de también hacerla pagar por todos sus abusos durante sus dos vidas, además de que uno de sus arrepentimientos de su vida anterior era no haber descubierto quienes eran sus padres biológicos y porque nunca la buscaron
-Mamá, es bueno que finalmente seas honesta y digas cómo te sientes – Respondió Mafalda
-Si ya sabes como me siento, entonces no me presiones más – Le advirtió Cecilia
-¿Acaso olvidaste que también es mi cumpleaños? – Preguntó Mafalda
Mafalda sintió como su madre la sujetaba fuertemente del brazo y clavaba sus uñas, lo cual resultaba muy doloroso, aunque en ningún momento le mostró a Cecilia cuanto le dolía lo que estaba haciendo y la observaba con mucha frialdad
-Te advierto que si no cedes y vas a celebrar con tu hermana su cumpleaños no voy a continuar pagando tu matrícula escolar – Dijo Cecilia con impaciencia
Mafalda respiraba con dificultad y se sentía muy impotente porque aún estaba en manos de sus padres, apenas estaba cumpliendo 18 años y se encontraba sin dinero y sin educación, lo cual dificultaba que encontrara un empleo que le permitiera independizarse de la familia Alcázar
-Ya que quieres que vaya a esa celebración, entonces no me hago responsable de lo que pase – Le advirtió Mafalda
Joshua Ravelo, de 24 años debido al exceso de trabajo, estaba enfermo desde hace cinco días, tenía mucha fiebre y tuvo que ser hospitalizado y por un momento su amigo Caleb creyó que moriría porque estuvo inconsciente por tres días debido a la fiebre hasta que de un momento al otro despertó con una expresión de desconcierto en su rostro
-Me diste un susto de muerte – Dijo Caleb
Joshua sentía su cabeza pesada y muchas imágenes venían a su mente, y no comprendía de que se trataba porque estaba muy confundido, aunque sentía un gran pesar como si había perdido algo muy importante
-¿Qué día es hoy? – Preguntó Joshua con curiosidad
Caleb negó con la cabeza porque era evidente que su amigo aún no se encontraba bien de salud
-Tal parece que la fiebre recalentó tu cerebro – Respondió Caleb
Joshua a pesar de que aún no se sentía bien más, pudo la curiosidad y buscó su teléfono y cuando se dio cuenta de la fecha puso una expresión de asombro porque a pesar de que solo habían trascurrido 03 días, él sentía que había pasado mucho tiempo