Volví a la manada que tanto he odiado, estando dentro de esta manada me trae recuerdos de aquella noche, estuve apunto de morir y la única manera en la que podía sobrevivir era recibiendo tratamiento en el mundo humano, pero los miserables de los reyes trillizos alfas les habían negado a mis padres la opción de ir al mundo humano ya que el odio que le tienen los hombres lobos a los humanos es demasiado, el recuerdo de mis padres arrodillados pidiéndoles que los dejaran ir para poder salvarme no sale de cabeza, ellos le dieron la opción de que si se iban no podían volver a la manada y así fue como mis padres y yo terminamos siendo unos renegados prohibiéndonos la entrada a la manada Luna real. Y ahora después de ocho años les piden a mis padres volver ¿para que? Eso lo sabremos muy pronto
NovelToon tiene autorización de Rachel M. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 18
Los trillizos no dicen nada solo se acercan a mi, Jack me toma entre sus brazos acurrucándome en ellos como si fuera una bebé, me permito llorar en su pecho mojando su camisa en el proceso, Noah y Sam me acarician tratando de calmarme pero sus intentos son en vano algo bastante raro ya que el tacto de tu compañero apaga toda tristeza pero creo que no estoy llorando por haber confesado eso sino por todas las veces que no pude hacerlo y por eso su tacto no funciona en este momento.
Varias veces quise hacerlo cuando conocí a Gissel y me habría con ella pero no, terminaba riendo pero aún así ella me acurrucaba en sus brazos ya que sabía que esa risa estaba llena de dolor, dolor de ver a mis padres pasarla mal cada que me enfermaba, dolor al recordar el desprecio que los de mi especie me tenían, dolor por el dolor que les provoque a mis padre que por mi culpa fueron expulsados de su hogar, siempre intenté mostrarme fuerte delante de mis padres la única que sabía de mi constante sufrimiento era ella, por eso se volvió tan importante para mi y por eso siempre la tengo presente.
No se cuánto tiempo estuve llorando pero ya las lágrimas se me habían secado ya solo quedaban los sollozos, escuché a los trillizos decir que era tarde y que se acercaba una tormenta por lo que teníamos que volver, Jack no dudo en levantarse conmigo en brazos y llevarme a casa así como me trajo sabían como me sentía el vínculo se los hace saber.
Habíamos llegado y aun así me rehusaba en darles la cara, me subieron a mi habitación y me sentaron en la cama y fue cuando me despegué del pecho de Jack alce la mirada para darles la cara, y aunque tenía miedo de que me estuvieran mirando con lastima su mirada mostraban todo lo contrario ¿Se quieren reír?.
—Deberías llorar más seguido mi amor — dice Sam.
—Es cierto, mírate te ves tan tierna — dice Noahpellizcándome la mejilla.
Morándolos aún confundida por su actitud, me levanto de la cama y camino hasta el espejo del tocador y la vergüenza me invade por mi aspecto, tengo las mejillas rojas y la nariz igual y mis ojos ni se diga están rojos e hinchados, me volteo a verlos y puedo ver la ternura en sus miradas ¿Esto les parece tierno?
—Me daré una ducha — digo y me meto al baño para darme una ducha, cepillo mis dientes y salgo pero no los veo allí.
Me pongo el pijama me siento en el tocador y peino mi cabello, ya no tengo mal aspecto. Ellos entran y me dan un beso en la mejilla deseándome buenas noches.
—Buenas noches — le digo de vuelta, salen de la habitación me levanto a cerrar las ventanas ya que afuera empezó llover.
Me meto en la cama dispuesta a dormir pero cuando cierro los ojos cae un relámpago que me levanta de golpe.
Debo decir que les tengo miedo.
Otro suena y me toma desprevenida que me hace pensar un grito, escucho los paso apresurados y la puerta se habré de golpe los trillizos no alcanzan a decir nada cuando suena un relámpago mucho más fuerte y sin dudarlo me levanto y salto a los brazos de Sam.
—¿que te pasa mi amor, te asustan los relámpagos? — dice Sam y yo asiento, los relámpagos siguen cayendo y me rehuso a bajarme de los brazos de Sam.
—No pienso dormir aquí sola — digo.
—¿No creo que quiera dormir con nosotros o si? — pregunta Jack.
—¿Que? No quieren dormir conmigo o que? — le devuelvo la pregunta indignada.
—No me malinterpretes pequeña, solo me parece raro que quieras eso — dice.
—Pues si lo quiero, no pienso....— no termino de hablar cuando cae otro haciéndome dar un respingón
A la final terminaron aceptando dormir conmigo Jack y Noah están a mi lado y Sam se acosto boca abajo sobre mi vientre me quedo acariciandole el cabello y antes de darme cuenta caigo profundamente dormida.