Mariana es una joven que esconde una pasión por su mejor amigo desde que tiene 15 años. Murilo ha estado ocultando su enamoramiento por su mejor amiga desde que tenía 14 años. ¿Qué tienen en común? Están enamorados el uno del otro, pero ocultan este sentimiento, pues el miedo a perderse es mayor. Sin embargo, este miedo termina separándolos durante 8 años.
NovelToon tiene autorización de Bia Araujo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 17
Mariana Narrando...
¿Cómo es posible que una niña tan pequeña me robe el corazón de esta manera? ¿Cómo es posible amar a alguien que no conozco? Todo es muy extraño, pero es una rareza buena, una rareza maravillosa que quiero para el resto de mi vida. Cuando estoy con mi pequeña, parece que todos mis problemas desaparecen. Me di cuenta de que ya no veo mi futuro sin que ella esté incluida, me di cuenta de que si pierdo a Olivia será el dolor más grande que pase en toda mi vida y estoy segura de que no soportaría estar sin mi hija. Sí, mi hija, ya la tengo como mi hija, pues mi corazón la escogió y ella me escogió a mí para ser su mamá. Creo que el sueño de cualquier mujer es ser madre, conmigo no es diferente, pero ese sueño quedaría para dentro de unos 6 años, sin embargo Olivia fue y es capaz de deshacer todos mis sueños, ahora, todos mis sueños la incluyen a ella. Ya han pasado 3 semanas desde que inicié el proceso de adopción y en estas 3 semanas, siempre voy a verla, todos los días, por la mañana y por la tarde. Nos hemos encariñado mucho la una con la otra, mi amor por ella crece cada día que pasa. Siento un vacío insoportable en mi pecho todos los días que tengo que dejarla allí, sin mí, pero sé que pronto se quedará para siempre conmigo. Estoy pensando seriamente en desistir de ir al crucero, no quiero estar lejos de ella.
María: Ese viaje te hará bien, mi amor.
Mari: No entiendo...
María: Estoy segura de que estás pensando en desistir del crucero, Mariana.
Mari: Nunca hemos pasado ni un día separadas, ¿imaginas 7 días?
María: Hija...
Mari: Si a mí me duele que tenga que estar en el orfanato todos los días sin mí, imagina pasar 7 días lejos de mi hija, mamá.
María: Entonces tendrás que decirle a tu hermana, a tu cuñado y a tu mejor amigo, que además cumple años la semana del viaje, que ya no vas al crucero. Están muy entusiasmados con este viaje, especialmente Murilo, después de todo, después de años separados, finalmente podrán celebrar su cumpleaños juntos de nuevo.
Mari: Se va a disgustar y enfadar mucho.
María: Sí, lo hará.
Mari: Pero, ¿y yo? ¿Y mi bebé? Son 7 días, mamá.
María: Para eso existe el celular, Mariana. Puedes llamar a Joana.
Mari: Usted tampoco ayuda, María Sanna.
María: Sí ayudo, señora. Sé que necesitas mucho este paseo. Hija, ser madre no significa que tengas que dar el 100% de atención a tu hijo. Nosotras, las madres, también tenemos que cuidarnos, disfrutar de la vida.
Mari: Olivia es solo un bebé, mamá.
María: Lo sé, hija.
Mari: Mañana cumple 4 meses.
María: Tenemos que celebrarlo.
Mari: Sí, me gustaría mucho que viniera aquí mañana.
María: Habla con la directora del orfanato para ver si la dejan salir, al menos una tarde.
Mari: Mañana por la mañana hablo con ella. Ahora necesito dormir.
María: Vamos a subir, mi amor.
Mi madre me abraza de lado y juntas subimos las escaleras, nos despedimos y cada una se fue a su habitación. Entro en la mía, tomo un baño delicioso, me pongo ropa cómoda y me tumbo en la cama. Cojo mi celular y compruebo si tengo algún mensaje de Lilo, y sí, tengo uno diciendo que me echa de menos. No nos estamos viendo mucho, él está muy ocupado en la empresa para poder tomarse la semana de vacaciones, además, cuando él tiene tiempo libre, yo estoy con Olivia. Todavía no la conoce, quería decírselo personalmente, quería llevarlo a conocer a mi hija, pero estos últimos días han sido imposibles. En cuanto le respondo que yo también le echo de menos, me llama.
Llamada entrante...
Mari: ¡Hola, Lilo!
Murilo: ¡Hola, desaparecida!
Mari: ¿Desaparecida? ¿Yo? Tú eres el que está desaparecido jaja
Murilo: Realmente, pero lo estoy haciendo para que la semana que viene pueda estar libre toda la semana y así podamos disfrutar mucho de nuestro viaje.
No puedo hacerle esto, no puedo cancelar este viaje, pero está Olivia, tampoco puedo estar lejos de ella. Estoy jodidamente jodida.
Mari: Lilo, tengo que decirte una cosa.
Murilo: Puedes decírmelo.
Mari: Yo... yo no... Lilo, no quería decírtelo así, no quería que te enteraras por teléfono y mucho menos por mensaje, quería hablar contigo personalmente...
Murilo: ¿Qué sería tan importante?
Mari: Un día después de llegar a Italia, conocí a una persona y...
Murilo: No quiero saberlo, Mariana...
Mari: Murilo, por favor... Es muy importante para mí. La quiero mucho y...
Murilo: Tengo que colgar, Mariana.
Llamada finalizada...
Si algún día tengo que elegir entre mi hija y Murilo, seguramente elegiría a ella, aunque sufra toda la vida, pero mi prioridad siempre será mi niña. Suspiro dejando mi celular a un lado y me acomodo en la cama fría, cojo una almohada y la abrazo, así me dejo relajar y pronto me quedo dormida. Al día siguiente, me despierto a las 6 de la mañana, hoy quiero ir temprano al orfanato y aprovechar cada segundo que pueda con mi hija. En cuanto me levanto, voy directamente al baño, hago mi higiene, me ducho, voy al armario, me pongo ropa cómoda y me maquillo ligeramente. Luego voy a la cocina y cojo una fruta, saliendo enseguida de casa. Cuando llego al orfanato, por casualidad me encuentro con la directora.
Mari: ¡Buenos días!
Directora: ¡Buenos días, Mariana! Eras tú a quien quería ver.
Mari: ¿Yo? ¿Ha pasado algo con Olivia?
Directora: Está todo bien con ella, no te preocupes. Mariana, ayer hablé con el juez a cargo del caso de Olivia y le ha dejado que te la lleves a casa.
Mari: ¿Có-cómo? ¿En serio?
Directora: Hoy cumple 4 meses y aceptó que pasaras este día tan especial a su lado y en tu casa.
Mari: ¡Dios mío! ¿En serio?
Directora: Muy en serio jaja. Pero tenéis que venir a dejarla antes de las 19h. ¿Puede ser?
Mari: ¡Por supuesto que sí jaja! ¿Puedo llevármela ahora?
Directora: Claro que sí, Mariana jaja
Con su confirmación, salto de alegría y la abrazo. Iba a pedirle solo una tarde, pero fue más rápida y le pidió al juez que me la diera todo el día. Estoy tan feliz de poder llevarme a mi hija a casa, aunque solo sea por un día, pero sé que pronto me la llevaré definitivamente y que solo volverá aquí de visita.
Mari: ¿Dónde está?
Directora: Joana la está arreglando en la habitación. Puedes ir allí.
Mari: ¡Gracias!
La abrazo una vez más y luego salgo alegremente por los pasillos en busca de mi pequeña. Entro en la habitación y Olivia ya está lista en la cuna.
Mari: ¡Buenos días, Joana!
Joana: ¡Buenos días! Ya estoy preparando una bolsa para que te la lleves.
Mari: ¡Gracias!
Me acerco a la cuna y veo a mi niña toda contenta. En cuanto me ve, Olivia abre una hermosa sonrisa que hace que mi corazón se derrita de amor. La cojo en brazos y la lleno de besos, haciéndola reír a carcajadas.
Mari: ¡Buenos días, mi amor! Mamá te ha echado de menos, ¿lo sabías?
Ella sonríe como si lo hubiera entendido todo y hace algunos ruidos intentando hablar. Tan pequeña, pero tan lista.
Mari: Joana, ¿este biberón con leche es para ella?
Joana: Sí. Intenté dárselo, pero no quiso.
Me siento en un sillón, la acomodo en mis brazos y le doy el biberón con leche. Olivia enseguida empieza a bebérsela toda.
Joana: Todo lo que Olivia necesite está aquí en esta bolsa.
Mari: ¡Gracias, Joana!