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La Protegida Del Don Greco

La Protegida Del Don Greco

Status: Terminada
Genre:Romance / Posesivo / Arrogante / Mafia / Amor a primera vista / Diferencia de edad / Completas
Popularitas:38.4k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Rosana C. Lyra

Theo Greco es uno de los mafiosos más temidos de Canadá. Griego de nacimiento, frío como el acero de sus armas y con cuarenta años de una vida marcada por sangre y traiciones, nunca creyó que algo pudiera sacudir su alma endurecida. Hasta encontrar a una joven encadenada en el sótano de una fábrica abandonada.

Herida, asustada y sin voz, ella es la prueba viviente de una pesadilla. Pero en sus ojos, Greco ve algo que jamás pensó volver a encontrar: el recuerdo de que aún existe humanidad dentro de él.

Entre armas, secretos y enemigos, nace un vínculo improbable entre un hombre que juró no ser capaz de amar y una mujer que lo perdió todo, menos el valor de sobrevivir.

¿Podrá una rosa hecha pedazos florecer en los brazos del Don más temido de Toronto?

NovelToon tiene autorización de Rosana C. Lyra para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 22 – Cicatrices Reveladas

Otra noche se había tendido sobre el refugio como un manto pesado. El viento atravesaba los árboles altos del bosque, silbando entre las ramas secas, y hacía crujir las ventanas antiguas de la casa de piedra. Dentro, el silencio era más denso que el frío. Solo el crepitar de la chimenea rompía la monotonía, lanzando sombras danzantes en las paredes.

Theo caminaba de un lado a otro de la sala principal, los pasos pesados sobre el suelo de madera. Su cuerpo aún cargaba la tensión de los últimos días, Volkov no daba tregua, y aunque el refugio era seguro, él sabía que la seguridad era solo un concepto provisional.

Pero no era solo Volkov lo que lo inquietaba. Era ella.

Naya.

Desde el ataque a la mansión, desde que decidió llevarla a aquel escondite, algo había cambiado. Ya no era solo la joven rota que encontró encadenada en el sótano. Poco a poco, pedazo a pedazo, el velo de su silencio se deshacía. Cada palabra dicha, cada mirada sostenida, era un paso hacia algo que Theo no sabía si quería o si podía enfrentar.

Aquella noche, ella estaba sentada frente a la chimenea. Las rodillas dobladas, los pies descalzos sobre la alfombra gruesa. La luz dorada del fuego iluminaba el rostro pálido, suavizando las líneas de agotamiento, y hacía brillar los ojos oscuros que rara vez lo miraban por mucho tiempo.

Theo la observaba desde lejos. No era su costumbre contemplar a nadie, estaba acostumbrado a medir a las personas como si fueran piezas en un tablero, recursos que usar o descartar. Pero con Naya, había algo diferente. Algo que lo obligaba a mirar más profundo, aunque no quisiera admitirlo.

—¿Tienes frío? —preguntó, la voz grave resonando en la sala.

Ella levantó los ojos, sorprendida. Dudó, luego negó con la cabeza.

—No. —la voz salió baja, casi tímida— El fuego ayuda.

Theo solo asintió. Se acercó despacio, sentándose en la butaca de al lado. El silencio se prolongó, pero no era el mismo silencio de siempre. Había expectativa. Algo a punto de ser dicho.

Naya respiró hondo, el pecho subiendo y bajando de forma irregular. Sus manos descansaban sobre el regazo, como si luchara contra su propia valentía.

—Theo… —empezó, y él notó que usaba su nombre, sin títulos, sin miedo— Necesito mostrarle algo.

El corazón de él latió más fuerte, aunque el rostro permaneció impasible.

—¿Qué?

Ella se mordió el labio, dudó otra vez, y luego, despacio, llevó las manos al tejido de la blusa. La corrió hacia un lado, dejando al descubierto el hombro.

Theo contuvo la respiración.

Allí, marcada en la piel clara, había una cicatriz larga, irregular, como si hubiera sido quemada con hierro al rojo vivo.

Naya desvió la mirada, avergonzada. Pero no se detuvo. Corrió un poco más la blusa, mostrando otras marcas, cortes mal cicatrizados, pequeñas quemaduras, huellas que denunciaban golpes, caídas, violencia al extremo.

—Esto… —susurró, la voz quebrada— es lo que él me hizo.

El silencio fue absoluto. Theo no podía apartar los ojos. Cada marca era un mapa de su dolor, una historia grabada en la carne. Y dentro de él, algo frío y letal se encendió.

Vladimir.

El nombre cruzó su mente como un mal recuerdo. Cuando al fin logró hablar, la voz salió baja, cargada de un odio controlado.

—Quien te hizo esto… ya está muerto.

Naya cerró los ojos, como si los recuerdos la aplastaran.

—Pensé… —susurró— que nunca más volvería a ser persona. Que todo lo que era se había quedado en aquel sótano.

Theo se inclinó hacia adelante, los codos sobre las rodillas. Su mirada era tan afilada como un cuchillo.

—Escucha lo que voy a decirte, Naya. —habló despacio, cada palabra como un martillo— Voy a acabar con ellos. No uno o dos. Todos. La mafia rusa en Toronto dejará de existir. Te lo juro.

Ella levantó los ojos hacia él, y por primera vez, no había solo miedo. Había algo cercano a la confianza.

Theo extendió la mano, deteniéndola en el aire a pocos centímetros de su brazo. No la tocó. Solo dejó que ella decidiera.

Naya dudó, pero luego, con un gesto pequeño, permitió que su mano tocara su piel.

Fue un roce leve, casi imperceptible. La mano que tantas veces sostuvo armas y firmó sentencias de muerte descansaba ahora sobre su piel marcada con delicadeza.

Naya sintió un calor extraño recorrerle el cuerpo. No era solo consuelo. Era algo más profundo, más peligroso. El corazón se le aceleró, y no sabía si era miedo o deseo.

Theo también lo sintió. La proximidad, el suave aroma de su cabello, la fragilidad que contrastaba con la fuerza que aún ardía en sus ojos. Se inclinó un poco más, instintivamente.

Los rostros estaban a pocos centímetros. El silencio parecía gritar.

Naya contuvo la respiración. Su mirada buscaba la de él, como si quisiera entender, como si quisiera creer que era posible confiar.

Theo sintió crecer el impulso, la necesidad de romper todas las barreras. De besarla, de tomar para sí aquello que, durante tanto tiempo, creyó incapaz de sentir.

Pero, de repente, se contuvo.

Enderezó el cuerpo, apartó la mano, levantó de nuevo el muro de hielo.

—No. —susurró, más para sí que para ella.

Naya parpadeó, confundida. El corazón aún acelerado, los labios entreabiertos.

Theo se levantó, se volvió hacia la chimenea. El fuego se reflejaba en sus ojos, pero la voz salió firme, helada:

—Esto no puede pasar.

Ella bajó la cabeza, avergonzada, pero al mismo tiempo… aliviada. No porque no lo deseara. Sino porque temía desearlo demasiado.

El silencio volvió, pero ahora era distinto. No estaba vacío. Estaba cargado de todo lo que quedó suspendido, de todo lo que casi sucedió.

Theo respiró hondo. Y dentro de él, tomó una decisión sin retorno: la mafia rusa sería borrada de Toronto. No por negocios. No por poder. Sino porque se atrevieron a tocarla.

Aquella noche, solo en su habitación, Theo miró al techo oscuro, sin dormir. Sentía su presencia en cada pensamiento, en cada latido. Y supo, con una claridad cruel, que Naya ya no era solo una protegida.

Era la brecha. La grieta en el muro de piedra. La rosa despedazada que empezaba a florecer ante él.

Y por eso mismo, aún más peligrosa que Volkov.

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Letty Santaella de Samaniego
hermosa novela
Tamara
Hermoso
Beatriz Mas
excelente historia!!
Chali Ortiz
muy linda historia me atrapó desde el principio,
me gustó como se fue desenvolviendo la protagonista
un pequeño detalle, cuando atraparon a Stefano no hubo concordancia, ya que al principio decías que estaba de rodillas amarrado a la silla y al final escribiste que estaba atado a una columna
te deseo muchos éxitos y gracias por compartir tu talento
👏👏👏👏👏👏👏👏💐💐💐💐💐💐
Maria Rojas
felicidades autora una excelente novela muy buena la trama los personajes y tuvo un gran final éxitos bendiciones
JZulay
una historia que me mantuvo en vilo .....viendo al hombre rudo e implacable que fue transformado por un amor que no esperó.

💯 recomendada 😉👌🏼
🇧🇷Rosana Lyra🇧🇷: Gracias mi querida, la historia de Nikos está completa en el perfil ❤️
total 1 replies
JZulay
😔🙏🏼🥺😍.... increíble Greco..... transformación total ☺️
JZulay
ohhh muchacha....te la pasarás en cama y criando 🤭😋
JZulay
🥰❤️🥰❤️🥰❤️🥰❤️🥰❤️🥰❤️
JZulay
quién lo diría...el mafioso férreo....pero tan tierno ..🥰
JZulay
tú la creaste ...!!!!....ella se reconstruye ...😍❤️
JZulay
atrevido Morozov.....venir amedrentar en la puerta de su casa 😤.....
De lo que llevas ....traes.... 🤜🏼🤛🏼
JZulay
hermoso...🥰..ver un hombre que no se quiebra por nada, pero cuando el amor ❤️ toca a su puerta no tiene cómo resistirla 😍
JZulay
ya era hora.../CoolGuy/....todos estábamos languideciendo...!!!!!..../Hey//Smug//Proud//Tongue//Drool/
JZulay
mi reina.....qué haces nadando contra la corriente ...,🤔....sí no quieres ver sangre , entonces abandona ese lugar....pero ten por seguro, que tú serás la próxima con un tiro en la cabeza o peor ..../CoolGuy/
JZulay
Theo encontraste lo que no estabas buscando !!!??...,❤️💔
JZulay
mucha larga a ese silencio !!!!! 🤦🏼‍♀️
JZulay
qué osado Vladimir.....🤦🏼‍♀️.....sí ... definitivamente...
estás muerto !!??!!!
JZulay
esto es un duelo en el infierno ⚒️
JZulay
me tiene en suspenso /Blush/
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