Ailyn, una joven con un vínculo único con la luna, fue destinada como la luna del rey alfa, pero la diosa luna fue testigo mudo de su humillación al ser rechazada el día de su presentación ante la manada.
El rechazo del alfa había sido como una daga clavada en su corazón. Con la frente en alto Aylin emprendió su camino, lejos de la manada que la había despreciado siempre.
Nunca imaginó que aquel bosque oscuro, lleno de sombras, la llevaría a conocer al ser que cambiaría su destino para siempre.
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Capitulo 12: Alianzas peligrosas II
El rey, un huracán de mal humor y fuerza bruta, me arrastró fuera de su despacho, guiándome con una firmeza que no admitía réplica. Sus palabras, sin embargo, me detuvieron en seco: un simple murmullo sobre un baño, y el vampiro, contra todo pronóstico, había dado en el clavo. Un destello de travesura me impulsó a jugar con él, a ver hasta dónde podía tensar la cuerda. Y lo logré: un rubor carmesí tiñó sus mejillas, una victoria efímera que pronto se tornó en derrota. La cercanía del rey, el roce juguetón de mi lengua contra su piel, despertaron en mí una oleada de deseo, una reacción tan intensa como inesperada. Atribuí el desastre hormonal al rechazo de Dante, a la promesa incumplida de un vínculo que, de haberse consumado, habría mantenido a raya mis instintos. Ahora, sin esa atadura, la presencia del apuesto y gruñón rey vampiro es una llama que enciende cada fibra de mi ser, y eso es tan peligroso como excitante.
El vaporon que me consumía se disipó ante la frialdad de sus palabras, un balde de agua helada que extinguió cualquier llama de pasión. Sin embargo, el rey vampiro, con su presencia imponente, volvió a capturar mi atención. Su indiferencia ante mi condición de Elegida de la Luna, priorizando la seguridad de su territorio, sembró dudas sobre todo lo que creía saber de los vampiros. La oferta del atractivo vampiro, en cambio, despertó mi curiosidad: refugio en sus dominios a cambio de mi discreción, y la posibilidad de ayudarlo a vengar la muerte de sus padres a manos de los demonios. La indiferencia de Dante hacia esta guerra inminente, justificada por su eterna rivalidad, solo intensificó mi deseo de comprender las dinámicas de este mundo oscuro y complejo.
En mi mente, un plan audaz y peligroso comenzó a tomar forma: una alianza donde el vampiro podrá saciar su sed de venganza contra los demonios, y yo, a su lado, le daré una lección inolvidable a Dante. Él, que me subestimó por mi condición de Omega, que me consideró indigna de ser su reina, pronto descubrirá su error. Aquella Omega, a la que él redujo a un mero instrumento de procreación, regresará a él, sí, pero no como su reina sumisa, sino como una reina poderosa, una soberana a la que suplicará perdón. Y entonces, solo entonces, le negare incluso la esperanza de volver a tenerme.
La aceptación del vampiro a mi propuesta de alianza, sin sospechar ni por un instante la intrincada red que mi mente está planificando, desató una sonrisa que debió helarle la sangre. Su expresión, una mezcla de sorpresa y un leve terror, me reveló la imagen que proyecté: una bruja ancestral, a punto de cabalgar la oscuridad en su escoba, tramando oscuras maquinaciones. Pero la palabra del vampiro, una vez dada, es un lazo irrompible. Ahora, aunque su instinto le grite que se alejé, está atrapado en nuestra alianza, prisionero de un pacto que pronto lamentara o será su mejor decisión.
__Vampiro, propongo un pacto: un matrimonio de conveniencia donde saciamos nuestras sed de venganza. Tú, contra tus enemigos; yo, contra el arrogante Dante. Le demostraré que, a pesar de su desprecio por mi linaje Omega, me elevaré como reina, sin su sombra. ¿Aceptas este juego de poder?__.
Con una sonrisa, le propuse al vampiro un pacto insólito. Su reacción fue un espectáculo: incredulidad, miedo, y luego, una mirada que oscila entre la locura y la fascinación. Lo entiendo, la idea es audaz, un matrimonio entre especies rivales, una alianza sin precedentes. Pero mi estrategia es clara: al convertirme en su reina, cualquier enemigo que codicie mi poder deberá enfrentarse a la furia del rey vampiro. Un precio demasiado alto, incluso para los más ambiciosos.
__¿Acaso has perdido la cordura, o acaso te has intoxicado con las emanaciones del Bosque de los Condenados? Esa propuesta tuya... es simplemente demencial, poniendo en duda tu estado mental__. Siseó el vampiro, aún conmocionado por mi oferta de matrimonio.
__No me he fumado nada, Vampirito, y tal vez esté un poco loca, o no, pero razona bien mi propuesta y entenderás que es beneficiosa para ambos. A menos que tengas miedo de enamorarte de mí durante nuestro matrimonio por conveniencia, ya que no tengo planeado que estemos casados para siempre, solo mientras nos deshacemos de las cucarachas, damos algunas lecciones y todo vuelve al lugar donde debió estar desde el principio. Entonces serás libre de mí. Yo te doy la oportunidad de asegurar tu venganza y tú me das la corona de reina para pisotear el orgullo de Dante y protegerme de aquellos que codician mi poder. Dime, ¿aceptas o no? O tendré que buscarme otro aliado que no se deje llevar por sus sentimientos y esté dispuesto a todo por sus objetivos__.
La tensión recorre el cuerpo del vampiro ante mis palabras, como si hubiera tocado una herida abierta. Me divierte, me excita, ver cómo su fachada de indiferencia se resquebraja. Sé que, bajo ese desprecio fingido, arde una atracción innegable. Un matrimonio entre nosotros sería una danza perfecta: placer sin remordimientos, una alianza estratégica envuelta en pasión. Al final, solo quedarán recuerdos ardientes y objetivos cumplidos.
__Admito que tu locura tiene un punto. Un matrimonio de conveniencia, entonces. Venganza para mí, humillación para tu ex. Nos casaremos. Pero establece esto: fidelidad absoluta. Ya tengo suficiente con explicar por qué el rey vampiro se une a una loba rechazada. Y no confundas matrimonio con invasión. Mi espacio y mi paz son intocables__. Con un asentimiento, el vampiro selló nuestra alianza, y una sonrisa de triunfo se dibujó en mis labios. Pronto, la corona del territorio vampírico reposará sobre mi cabeza, una loba convertida en reina de los vampiros.
__La fidelidad no será un problema, vampiro. Si fui leal a quien me despreció, imagina lo que haré por ti, que me coronarás reina. Pero que quede claro: la lealtad es un camino de doble vía. Si me entero de que te desvías con otra vampira, te aseguro que cantarás en soprano después que te castre__.
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Holis 👋🏼👋🏼👋🏼.
Los leo en los comentarios 💌: A ver quién acertó con la alianza de matrimonio.