EL FUEGO QUE NOS QUEMA

Al abrir los ojos por la mañana, Lina vio que Said no estaba, se levanta y va a darse una ducha luego se enfunda en un vestido blanco, Lina se arregla un poco y mientras se peina se ve en el espejo y sus ojos brillan de una manera especial, su piel se ve radiante.

—Creo que acostarme con Said es el mejor spa que puede haber en el mundo.... Demonios que estoy hablando.

Lina dejó las cosas en su lugar y se dispuso a salir. Al cerrar la puerta Tutty la sorprende por atrás.

—Buenos días Señora, el Señor Said la está esperando para desayunar.

—Dios que susto.—Mientras se cogía el pecho con exaltación.

—Perdón Señora.—mientras agacha la cabeza.

—Descuida, ve yo te alcanzó luego.

—Como usted diga, permiso.

Lina se quedó parada en la puerta, estaba muy nerviosa, no se sentía segura de verlo a la cara después de lo que pasó, estaba muy avergonzada tras la explosión de placer que experimentó, había sacado la loba que dormía en su interior.

"Dios que vergüenza, jamás imaginé que me comportaría de esa manera".

Lina dió un profundo suspiro y sonrió.

—Bueno aquí vamos—Mientras baja las escaleras.

Al llegar está Said sentado en su silla de siempre, trae ropa casual y se ve mucho más joven, al verla el sonríe, eso a Lina le da confianza y a la ves la abruma, jamás lo había visto de esa manera.

—Buenos días Lina ¿cómo amaneciste?.

—Buenos días, bien gracias ¿y tú?

—Mejor que nunca.

Le sonríe de una manera que le pone mas nerviosa.

—Siéntate Lina debes estar hambrienta.

Ese comentario lo hace sin dejar de observarla y hace que Lina se ponga roja, ella se sienta donde se ha sentado desde que llegó.

—No, ven siéntate aquí.

Lina se sorprende, no imagino eso, muy nerviosa se pone de pie y se sienta a su lado.

—¿Y el Señor Camay?

—Sigue durmiendo, ayer se quedó en la fiesta hasta altas horas de la noche, con sus amigos.

—Ya veo.... hummm....¿Said, puedo volver al trabajo?

—No.

—Pero ya son más de dos semanas.

—Se que has trabajado mucho a lo largo de tu vida, tómate unos días más, disfruta, si quieres sales, tienes la piscina, en fin puedes hacer lo que quieras.

—Pero...........¿No estás pensando en despedirme?. Ya que veo que no quieres que vaya.

—No—Respondió Said con un sonrisa, mientras mordía sus labios.

—Bueno, será sólo un día más.

—Exclamó Lina en tono de descontento.

—Bueno, si tu lo quieres así no puedo hacer más.

Said no deja de verla y eso la pone nerviosa, de pronto Lina siente la mano de Said en su pierna y por poco se ahoga con la comida.

—Lina toma agua.

Le dice mientras su mano sigue recorriendo su pierna hasta llegar a la ropa interior, cuando está a punto de moverla hacia un lado ella se levanta de un brinco.

—Lo siento ya terminé, con permiso.

El sonríe.

Lina se va directo a ver la piscina, es muy grande y las aguas le llaman a darse un chapuzón. Se sienta al borde, se quita los tacones y sumerge sus pies.

—¿Que juego perverso se trae Said entre manos?.

Mientras está meditabunda, resbala hacia la piscina con todo y ropa. Lina se pasa la mano por el rostro mientras recupera el aliento.

—¡Wao que rico, el agua está templada!, hace mucho que no me metí a una piscina.

Mientras Lina disfruta del mojón, pronto escucha el ruido del agua.

Said se acerca a ella, en bóxer.

—¿Tanto te afectan mis caricias para que necesites refrescarte?.

Empieza a besarla y ella se separa de él.

—Said puede entrar alguien.

¿Además no debes de ir al trabajo?.

Se aleja nadando y sale del agua.

"Por favor esto debería estar prohibido, andar en paños menores frente a mujeres como yo que tenemos poca experiencia, se ve tan bien, no cabe duda que estoy jugando con fuego, pero definitivamente quiero quemarme."

Said presiona varios botones en un panel que esta cerca de la puerta y se bajan unas cortinas automáticas, cierra la puerta con llave y regresa al lado de Lina, en la piscina, aunque el agua esta tibia ella empieza a temblar.

—Tranquila Lina.

Ahora tu eres mi necesidad.

Lina empieza a ponerse ansiosa por saber lo que va a pasar, Said comienza a quitarle la ropa y la deja desnuda, se quita el bóxer y rápidamente se acomoda entre sus piernas.

"Esto no puede ser normal es como si mi cuerpo estuviera esperándolo siempre".

Se besan mientras el sigue moviéndose, en un momento Lina pierde el control y empieza a moverse junto con él, Said le muerde la oreja y de pronto todo queda borroso alrededor Lina, se pierde en la bruma de maravillosas sensaciones, al poco tiempo ella siente como termina y se aferra a su cuerpo.

Se quedan abrazados por un momento para recuperarse.

—No puedo creer lo apasionada que eres, me tienes completamente loco por ti, no dejo de recordar tu cara cuando llegas al orgasmo.

Lina se pongo roja y él sonríe.

—Te pones roja y ahorita que por poco me ahogas mientras hacíamos el amor por lo ansiosa que estabas no te ponías roja.

Lina sonríe.

—No es cierto, no te estaba ahogando, pero no sé porque me haces perder el control muy fácilmente.

—Pues yo casi no podía respirar.

—Mentiroso, además sólo a ti se te ocurre hacer el amor en la piscina.

—¿No te gusto?

—Bueno creo que ahora se me hace un lugar mucho más interesante.

El la abraza y la besa de nuevo.

—Estoy de acuerdo contigo, bueno no quisiera salir de la piscina pero tengo que ir a la Empresa.

Sale y le trae una toalla, ella se cubre y empieza a caminar con vergüenza hacia la habitación.

—Santo Dios, menos mal nadie me vio.

Entra a la ducha y se da un baño, sin dejar de sonreír mientras se acaricia el cuerpo, por primera ves no repudiaba su cuerpo, las manos fuertes de el recorrieron todo sin pudor...