Soy La Villana

Elena no logra recordar aun bien todos los acontecimientos de la novela, hasta ahora, solo es como un resumen, pero sabe que aun esta omitiendo cosas y si no sale, es porque quiere tanto poder recordar todo, pero, no puede estar encerrada toda su vida, debe cumplir con sus deberes como administradora de la casa, así que le ha pedido a Mari le lleve todos los documentos de los gastos mensuales de la casa.

Por otro lado, el Duque ha dejado sus deberes un rato para beber el té en compañía de su madre y Erin, así que Laila aprovecha esa oportunidad y le sugiere al Duque, llevar a Erin a dar un paseo, así ella no estará encerrada todo el día, el Duque se niega un poco, pero Laila insiste, por lo que no le queda de otra, Erin decide irse a cambiar y ponerse un atuendo adecuado, uno que le haga lucir linda ante el Duque, aunque, se detiene, no, no debe pensar en esas cosas, el Duque ya tiene una esposa, pero, hace una semana, Laila le habló seriamente sobre que ella debe convertirse en la concubina del Duque y que, si da a luz a un hijo varón, ella podrá gozar de muchos lujos incluyendo ser la segunda señora de la mansión Drake, no, esa no es una buena posición, lo correcto sería ser la única esposa, pero, quitarle el esposo a otra mujer, no sería nada bueno, además de que el Duque no parece tener intenciones de cortejarla o ya lo habría hecho desde que llegó, probablemente todo es idea de Laila porque la Duquesa aun no ha tenido hijos.

El Duque y Erin caminan por el jardín, ella va del brazo del Duque, aun cuando los sirvientes les miran, a su ver no están haciendo nada malo, así que no debería importarle.

- señor, su madre, me ha dicho cuales son sus intenciones al traerme aquí, pero yo, no quiero ser la causa de romper un matrimonio, espero entienda eso.

- no pienso obligarte a nada, si no lo deseas, dejemos todo como esta, no sería justo para ti.

- muchas gracias, el Duque es un hombre muy amable, es una lástima que la Duquesa no sepa apreciarlo.

El Duque se detiene ante lo dicho, pero tiene razón Erin, Elena no ha sabido comportarse como una esposa ideal, si bien trato de llamar su atención, seguía siendo una mujer que gusta de tener el control de todo, cuando, en un matrimonio, es él quien debería ser el que tenga todo y ella, solo debía ser una esposa amorosa y tranquila, en la familia Drake siempre fue así, su madre se ocupaba de los deberes del hogar mientras su padre, mantenía los negocios de la familia y se encargaba del control de sus guardias.

- sabe, me gustaría que entre usted y la Duquesa todo marchará bien. Quise hablar con ella, pero no me recibió.

- Elena siempre es así, creyéndose más que los demás.

- pero es una mujer valiente, usted tiene mucha suerte y ella tiene suerte de tenerlo a usted. Si hablan pueden arreglar sus diferencias.

La chica le sonríe con amabilidad, causando que el Duque le corresponda la sonrisa, Elena debería aprender un poco de humildad de Erin, quizás así, él, no se habría mantenido lejos por mucho tiempo. Durante su recorrido, Erin tropieza y el Duque la sostiene, entonces, logra ver que Elena les observa desde el otro lado del jardín, Erin se aparta y el Duque se apresura a ir con Elena.

- no te atrevas a insinuar cosas que no son.

- en realidad eso no me importa, eres libre de hacer lo que quieras, solo te busque para darte esto.

Mari quien venia con Elena le entrega al Duque varios papeles y se aparta.

- son los gastos de este mes, tu madre ha hecho gastos innecesarios de mis fondos, si no veo ese dinero, lo tomaré como un robo.

- Elena! ¿Como puedes decir eso de mi madre? Que ambiciosa te has vuelta, ella solo gasto lo necesario ya que tú no cuidas de esta mansión.

- claro, ya dije y no pienso repetir, le dejo con su amiga.

Erin al ver que el Duque luce molesto, sigue a Elena y se interpone en su camino.

- Duquesa, no debe ser mala con el Duque, él es un hombre bueno, es su esposo, debe ser más amable con él.

- es mi esposo solo por un matrimonio arreglado, pero a mi no me interesa y ¿amable? Por favor.

Elena la aparta mientras deja salir una risita, parece que Erin esta ciega al no darse cuenta la clase de hombre que es el Duque, seguramente lo idealiza demasiado, pero del mundo donde ella viene, ese hombre solo es un machista exagerado. Leyendo la novela, el Duque es un hombre ideal, pero ahora que ella vive en ese mundo, no es más que un idiota y narcisista.