Luego de varios años, dos ex compañeros de secundaria vuelven a encontrarse.
Un apuesto alfa rubio y color de ojos azules, cuyos hermosos ojos solo brillan para la persona que le gusta.
Un omega serio y distante, que no tolera ese color de ojos azules que lo miran con cariño.
"Me gustas"
"A mi no me gustas"
<Esta novela está basada en hechos ficticios tanto los escenarios como los personajes, si es sensible a temas relacionados con relaciones del mismo género, esta novela no es para usted; dentro de la novela se toca temas sensibles, no apto para menores de edad, léalo bajo su propia responsabilidad>
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Capítulo 15
"Para un omega, beta, e incluso un propio alfa, es fácil muchas veces caer por los encantos de un Alfa dominante, es casi como una adicción, las personas pueden llegar a cometer locuras por un poco de su atención"
Fue una de las últimas cosas que le dijo la doctora Stuart a Neo.
Algo que lo dejó pensativo.
En conclusión, se podía esperar cualquier acción por parte de un omega, beta o alfa, todos eran humanos después de todo, solo que algunos tenían más poder que otros, lo que les facilitaba las cosas.
Este era un mundo complicado.
Ahora, la razón por la que Neo buscó consultar por el comportamiento alfa, estaba frente a él.
Con una sonrisa en sus labios, usando un gran sombrero de paja, con sus característicos ojos azules mirándolo con cariño, Elián se encontraba sentado frente a Neo sobre una manta mientras tomaban un refrigerio.
Como acordaron, después del trabajo, ambos fueron hasta el huerto de Neo para ver en especial la planta de tomates de Elián.
Ya no era la triste planta de hojas secas y sin vida, con el cuidado y compañía de las plantas a su alrededor, la una vez pequeña planta de maceta, mostraba ahora sus grandes hojas verdes y sus frutos próximos a salir.
El sol estos días se escondía tarde, así que tenían la compañía de los rayos del sol en este su pequeño pícnic improvisado.
Fue Elián quien compró el refrigerio en una tienda cercana.
"La próxima vez haré que alguien cocine para nosotros"
Hoy Elián, estaba especialmente sonriente, con el reflejo del sol detrás de él, el cabello que sobresalía de su sombrero brillaba espléndidamente.
"No te molestes, yo puedo preparar algo la próxima vez", sugirió Neo quien también llevaba puesto un gran sombrero de paja.
Neo tenía los sombreros guardados en una pequeña bodega de madera que usaba para guardar sus herramientas, además de su padre y madre, Elián era el único que usaba el sombrero.
"¿De verdad?, espero que la próxima vez llegue pronto, ansío probar lo que tú prepares", dijo sonriente Elián.
Era como un pequeño niño que se mecía de adelante hacia atrás sentado sobre la manta, aunque un tanto extraño por la costosa camisa y pantalón de traje que vestía, sin mencionar los costosos zapatos que estaban cubiertos por la tierra.
Neo admitía que el alfa se veía adorable.
Conocer a alguien puede llegar a cambiar la primera impresión que tenías de esa persona, para Neo, Elián era molesto en secundaria, ahora que lo conocía mejor, el alfa era agradable.
"Es un lugar muy bonito, debió llevarte tiempo aprender a cuidar todo esto", admiró Elián el huerto y jardín de Neo.
Neo era hábil, en cambio, él no podía cuidar de una sola maceta, incluso dañó el jardín de su madre.
"No fue tan difícil, creo que la práctica me ayudó más que los libros"
Neo tomaba total atención al jardinero cuando estuvo en primaria, fue ahí que recibió consejos por parte de él, y en secundaria, también recibió consejos por parte del jardinero, incluso cuidó del jardín de la escuela secundaria con el permiso del jardinero y del director.
Recordando esa época, Neo pensó en el trágico final de las rosas del jardín en secundaria, fue un caso extraño, a menos que alguien lo haya hecho apropósito.
"Mi madre también tiene un jardín, puedes venir a verlo cuando quieras, aunque tal vez no me deje a mí acercarme a sus rosas", habló Elián distraído.
"No se puede confiar en lo que se dice en Internet, esa fue la segunda vez que hice que las rosas se marchitaran, venden cosas muy extrañas en las tiendas"
"¿Cómo un rociador?"
"Sí, el dueño de la tienda dijo que era bueno para las plagas y que daría un color hermoso a las rosas, pero las rosas se marchitaron al igual que en el jardín de secun..."
"¿Secun?", cuestionó Neo.
Al casi hablar por demás, Elián detuvo sus palabras, casi había confesado ser el autor de que las rosas que cuidaba Neo en secundaria perecieran.
Pero Neo estuvo atento a todo lo que dijo el alfa, no iba a dejarlo escapar así.
"¿Recuerdas de lo que hablamos esa vez en el jardín de secundaria?", empezó Neo con su interrogatorio.
"Siempre", contestó Elián de corazón.
Estaba asustado, pero no podía engañar a su corazón, aún después de todos esos años, Elián recordaba todos los días la plática que tuvo con Neo, ya que fue una de las pocas veces que pudo hablar con él.
Y de lo que platicaron, fue obviamente sobre jardinería, para Neo fue un método para deshacerse del alfa con temas que la mayoría encontraban aburridos.
No creyó que Elián recordara toda esa plática, incluso él mismo no lo recordaba a detalle.
Sin embargo, ahora había algo más importante que resolver, haciendo a un lado sus pensamientos, Neo volvió a interrogar a Elián.
"¿Sabes que fue lo que sucedió con esas rosas?"
Al ver la negativa del alfa en responder, Neo se acercó más a él.
"Fuiste tú, ¿no es así?, ¿por qué harías algo como eso?", preguntó Neo en un tono molesto.
Y tal como esperó, Elián entró en un estado de pánico.
"No, no era mi intención, quería que las rosas se vieran más hermosas para ti, fue ese vendedor el que me vendió algo extraño, aunque también fue mi culpa por creerle", recitó Elián sujetando a Neo por sus hombros.
Temía que este día se viera arruinado por su torpeza esa vez hace muchos años, temía que Neo lo encontrara molesto y que lo odiara.
"Lo siento, soy un tonto, hice lo mismo con el jardín de mi madre, pero, ya aprendí, no lo volveré a hacer, no soy un peligro para tus hermosas rosas ahora, no las tocaré ni me acercaré a ellas", habló Elián sin parar.
"Te conseguiré todas las rosas que quieras, de todos los colores y formas, incluso si hay una rosa con los colores del arcoíris, lo conseguiré para ti"
Esta era la primera vez que Neo lo oía hablar tanto, con desesperación, pero elocuente.
Elián esperó la reacción de Neo, ya fuera rencor o lo que sea, estaba dispuesto a asumirlo, pero no esperó que Neo comenzara a reír.
Fue una risa fuerte y bonita, sujetado por sus manos y teniéndolo cerca, Elián quedó encantado por la hermosa risa de Neo.
En su momento de poca lucidez, Elián se dejó llevar por el sonido de su corazón palpitante, solo la risa de Neo existía en este momento, Neo era el único ante su vista y mundo.
Sin pensarlo, Elián se acercó más a Neo hasta la altura de sus labios, uniendo sus labios en un suave beso.
Esto se pone cada vez más bueno/Angry//Angry/