Un repentino divorcio deja a Genoveva con el corazón destrozado y con la responsabilidad de la crianza de sus ocho hijos, que tienen entre 2 y 9 años de edad.
La vida la pondrá de rodillas, pero ella hará hasta lo imposible, para sacar a sus hijos adelante. Aunque no se sienta del todo orgullosa de sus acciones.
¿Podrá seguir adelante con su vida? ¿Volverá a creer en el amor?
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CAPÍTULO 1
...⭐⭐⭐⭐NOTA DE LA AUTORA⭐⭐⭐⭐...
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...**** FIN DE LA NOTA****...
...CAPÍTULO 1...
— Oh, por Dios es tardísimo, pero qué tonta soy. Santi debe estar por llegar — decía Genoveva, viendo el reloj en su muñeca y terminando de arreglarse
Hoy era su aniversario número diez y estaba feliz, había preparado una deliciosa cena y había dormido a sus pequeños más temprano, hoy planeaba sorprender a su amado esposo, que tenía dos meses de viaje y ella lo extrañaba mucho, en todo ese tiempo casi no habían hablado por teléfono
Genoveva había sacado su mejor vestido, aunque ahora ya con sus caderas anchas y su busto algo caído, ya no le quedaba igual que antes, pero su esposo la amaba y eso era lo importante
Ella terminó de peinar su cabello, corrió a la cocina a apagar la estufa, sirvió la mesa, dejó todo listo y regreso a su habitación, se calzó sus últimos tacones, que gracias a Dios sí le quedaban bien y se sentó a esperar, hace más de media hora que le había avisado que estaba en el aeropuerto, según el cálculo del recorrido, debía llegar en unos diez minutos
Genoveva se sentía muy insegura de su apariencia, cuando ella conoció a Santiago, era una joven modelo en ascenso, ella lo vio en un desfile y se enamoró a primera vista.
Después de ese día comenzaron a conocerse, él era un hombre triste y callado,
Santiago Santibáñez era un empresario de nivel medio, pero había heredado una pequeña fortuna y trabajaba para multiplicarla, era un hombre muy inteligente y hábil para los negocios, pero frío y arrogante.
Con el pasar de los días, Santiago disfrutaba de la compañía de la hermosa mujer.
Genoveva lo amaba en silencio, poco a poco fue penetrando esa dura coraza y se metió en su corazón. Un año después se casaron y por petición de su esposo rápidamente Genoveva se embarazó, dejando de lado su carrera
Para sorpresa de la pareja, era un embarazo múltiple, tres bebés se formaban en su vientre.
Santiago estaba más que feliz con la noticia, él quería una familia numerosa, hablaba de seis hijos y Genoveva profundamente enamorada, no se negaba a complacerlo
Ellos vivían en una gran casa en el centro de la ciudad, no tenía muchas áreas verdes, pero era muy cómoda para ellos
Cuando los trillizos cumplieron dos años, nuevamente la cigüeña tocó a su puerta y de nuevo la bendición se multiplicó por tres
Genoveva casi se desmaya cuando el doctor se lo informó. Ella se sentía feliz jamás renegaría de sus pequeños, pero por Dios seis niños eran mucha responsabilidad, pero afortunadamente su esposo estaba saltando de alegría, aunque Genoveva no sabía si era por los niños, o por el hecho de que ella no podía volver a trabajar,
Ella había desistido de intentarlo, con los primeros trillizos, aún se tomaba algunas fotos o hacia algunas pasarelas, pero ahora definitivamente esto sepultaba su carrera como modelo, con el parto anterior ella recuperó rápidamente su figura a pesar de los reclamos de su esposo, que le decía que rellenita se veía mejor y que no quería que adelgazara, que solo se ocupara de los niños y de atenderlo a él
Ella lo complació de todas maneras al lado de su marido, no le hacía falta nada, ella quería trabajar para sentirse útil, pero cada vez le era más difícil organizar su tiempo, los pequeños eran muy traviesos y un día por escaparse a una sesión de fotos, el pequeño Sebastián en un descuido de la niñera se cayó de la silla y le dieron tres puntos de sutura
Afortunadamente, la mujer la cubrió y no le dijo a su patrón que ella no estaba, pero de igual manera Genoveva fue reprendida por su marido. Ella debía estar atenta a sus pequeños todo el día.
En fin, después del parto de los otros niños, Genoveva le pidió al doctor que le recetara unas pastillas anticonceptivas a espaldas de su marido, con seis niños era más que suficiente, tenían cuatro varones y dos niñas, pero Santiago insistía en que quería dos princesas más, pero Genoveva sutilmente se negó, le pidió esperar un tiempo y con esta excusa ha logrado estar por cuatro años sin concebir
Los pequeños, Máximo, Santiago Jr. y Sebastián, ya tenían seis años y Victoria, Camila y Esteban tenían cuatro añitos
Las fiestas de cumpleaños era un evento muy hermoso, venían la familia de su marido, algunos amigos del trabajo y parte de Genoveva no asistía nadie, ella había crecido en un orfanato y su único amigo y manager se había molestado con ella por dejar que Santiago destruyera su carrera y su vida según sus palabras textuales
Por lo que ella era una mujer solitaria, solo tenía a su marido y a sus pequeños
Pero un nuevo acontecimiento llegó a su vida, cuando estaban en la fiesta de cumpleaños de sus pequeños. Genoveva se desmayó y fue llevada al médico,
Cuando Genoveva abrió los ojos, se dio cuenta de que estaba en una habitación de una clínica, ella sonrió al ver a su marido, dormido en una silla, con la cabeza recostada en la orilla de la cama
— amor — susurró Genoveva y su esposo se levantó, se acercó a ella con una hermosa sonrisa que la derretía y la besó
— Amor, acabas de hacerme el hombre más feliz del mundo
Estas hermosas palabras fueron un trago amargo para Genoveva. No tenía la certeza, pero sospechaba que la respuesta no le gustaría.
— ¿De qué hablas? — le preguntó Genoveva, con la voz entrecortada. Mientras internamente le pedía a Dios que no fuese lo que ella sospechaba
—Amor otra vez estamos embarazados