Odiada por sus padres debido a una cicatriz en su frente, Helena es vendida al poderoso director ejecutivo Medina. En un intento extremo por liberarse de un matrimonio por contrato, ve que la única salida es huir.
La fuga no sale como ella imagina y, cuando se mete en problemas, conoce a Vitor, un apuesto joven que está decidido a disfrutar de sus últimos días como soltero, antes de ceder al deseo de su padre de casarse y comenzar una familia.
Como no se conocen, los dos deciden no hablar de los detalles de sus vidas y pronto surge un sentimiento que les hace soñar con un futuro juntos e intentar ser felices...
Pero el pasado regresa, y Helena se verá obligada a cumplir su parte del contrato y Vítor regresará a su destino.
¿Podría ser este el final de una intensa pasión? ¿O es simplemente el destino jugando una mala pasada para poner a prueba este amor?
NovelToon tiene autorización de Rosilene Silva para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
15
Tiempo después finalmente llegaron al colegio, al ingresar al campus acompañada de dos guardias de seguridad Helena llamó mucho la atención, había un grupo de jóvenes murmurando, Helena fingió no escuchar y siguió caminando con la fuerza del odio.
En el pasillo, muy cerca de la puerta de la habitación de Helena, Gaby estaba apoyada contra la pared, parecía estar esperando a alguien, al ver a Helena, Gaby le dio una hermosa sonrisa y luego dijo:
—Oye niña, no tienes miedo de que deje de amarte, ¿cómo no vas a contestar mis llamadas?-dijo Gaby para luego darse la vuelta fingiendo estar molesta.
Helena sonrió levemente, la abrazó fuerte y dijo sonriendo:
—Deja de ser dramática, sabes que te quiero mucho, dijo Helena mientras acariciaba el largo cabello rizado de Gaby.
Gabriela es una preciosa joven de 19 años, morena, de pelo largo y rizado, ojos marrones y un cuerpo impresionante. Ambas han estudiado juntas desde la secundaria, a pesar de que quería a Gaby como a una hermana, Helena prefirió mantener un poco de distancia, pues en su mente Gaby es demasiado perfecta para insertarse en una realidad tan cruel como su vida, pero eso es en el pasado.
Debido a todo lo que Helena ha pasado recientemente, ahora sabe que lo único que nos llevamos de aquí son los recuerdos de todos los buenos momentos que pasamos con las personas que amamos.
Los dos se quedaron hablando un rato, hasta que sonó el timbre y ambos entraron al salón y de inmediato se concentraron en sus estudios, al menos Helena, porque Gaby parecía tener hormigas en los pantalones y seguía pinchando a Helena.
—¿Qué te pasa, hoy te ves muy desordenada?, dijo Helena prácticamente en un susurro.
—No mires ahora, pero a tu derecha hay un gatito que no deja de mirarte, es nuevo en el grupo y ya está tratando de marcar su territorio, dijo Gaby para luego soltar una carcajada.
"¿Marcar territorio? El territorio aquí ya está marcado, querida, mi corazón es de Viror y mi cuerpo será del señor Medina, uf, realmente mi vida será un infierno”, reflexionó Helena mentalmente mientras miraba al joven, quien para su sorpresa , le regaló una hermosa sonrisa acompañada de un guiño.
Evidentemente al ver el descaro del joven, Gaby no pudo evitar comenzar a sonreír, lo que llamó la atención de la maestra, quien inmediatamente dijo enojada:
—Oigan ustedes dos, ¿quieren compartirnos a qué se debe todo este alboroto?-preguntó la maestra y entonces todos los estudiantes miraron a las dos jóvenes, quienes ahora se convirtieron en el centro de atención.
Muy nerviosa, Gaby solo permaneció en silencio, mientras Helena le dio una pequeña sonrisa y luego habló:
—No es gran cosa, Gaby y yo justo estábamos hablando del tema de la clase, realmente nos pareció bastante interesante la historia de la arquitectura francesa y la forma en que abordaste el tema fue espectacular, felicidades- dijo Helena mientras miraba fijamente a la profesora. Quería transmitir un poco de sinceridad.
Aún un poco desconfiado, el maestro dio una pequeña sonrisa y luego continuó explicando el tema, la clase continuó en pleno apogeo, hasta que llegó la hora del almuerzo, los estudiantes fueron liberados y pronto se dirigieron a la cafetería, Gaby se veía angustiada y de repente habló. :
—¿Y por qué necesitas llevar esas cosas al hombro?- preguntó Gaby, refiriéndose a los guardias de seguridad.
Helena esbozó una media sonrisa y no dijo nada, no quería compartir sus problemas con Gaby, sobre todo sabiendo que Elías sería notificado de inmediato.
-¿A qué le temes? Para mí coger una escoba de la cantimplora y salir volando, ¿es eso? Espérame en la puerta, si no te vuelvo a patear, ¿quieres poner a prueba mi paciencia? - dijo Helena en voz baja, pero llena de enojo.
Los guardias de seguridad se miraron y luego se fueron sin ninguna gana, seguro le contarán todo a Elías.
—¿Es cierto que pateaste esa montaña de músculos?-Preguntó un joven, llegando por sorpresa y asustando a Helena.
—Se lo merecía, dijo y luego se dirigió a la fila del almuerzo, Gaby la siguió y el joven hizo lo mismo.
—Mi nombre es Fernando Villar, dijo y luego se paró frente a las chicas y esperó a que ellas también se presentaran.
—Gabriela Arruda, dijo Gaby y luego miró a Helena esperando que se presentara, pero Helena se encogió de hombros y rápidamente fue a preparar su almuerzo.
En ese momento pasaron tres hermosas jóvenes y una de ellas dijo sonriendo:
—Fernando está perdido, busca novia dondequiera que vaya, dijo haciendo sonreír a los demás.
Al oír eso, Gaby también se fue y Fernando se quedó allí, en medio de la cafetería, a punto de llorar de desesperación, “el que tiene hermanas como la mía no necesita enemigo”, pensó Fernando mientras miraba fijamente a sus hermanas.
Con la comida en la mano, Helena y Gaby se sentaron en una mesa alejada y pronto comenzaron a comer y a discutir los detalles de la obra, tendrán que hacer una maqueta de París.
—Creo que nos vamos a volver locos con este trabajo, pero podemos intentarlo, ahora solo falta buscar un lugar espacioso, en casa, es grande, pero tengo una sobrina muy traviesa, dijo Gaby y luego sonrió.
Antes de que Helena pudiera interactuar con su amiga sobre el asunto, sonó su teléfono celular y ella contestó sin demora.
—Hola, ¿quién habla?, preguntó Helena.
—Desbloquea a tu prometido ahora mismo, deja de actuar como un idiota, no eres un niño, dijo Elías enojado.
—La verdad es que no, me decepcionó, ¿no me vas a decir que estaba herido?- dijo Helena con voz llena de burla.
—Ya sé que ahuyentaste a los guardias de seguridad, así que por favor no pongas a prueba mi paciencia, dijo Elías y luego cortó la llamada, dejando a Helena con el rostro rojo de ira y vergüenza.
Al estar muy cerca de Helena, Gaby escuchó parte de la conversación y se indignó por el comportamiento de Elías.
—Necesita una buena paliza, viejo gruñón uf. ¿Entendí mal o realmente te vas a casar y ni siquiera tuviste la decencia de decírmelo?-dijo las últimas palabras mirando amenazadoramente a Helena.
