Irina ha amado con locura, hasta el punto de negarse a sí misma en pos de buscar el amor de ese hombre que ni siquiera se preocupa por ella.
Luego de tres largos y dolorosos años decide dar vuelta la página y continuar con su vida sin él. Llegó el momento de dejar de amarlo para amarse a sí misma.
_ Por favor regresa_ le dijo Louis postrado a sus pies.
_¿Te conozco?_ preguntó ella con burla en los ojos para luego continuar su camino ignorando al hombre que seguía postrado en ese lugar.
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Vladimir Vólkov
En la lujosa habitación del hotel una mujer lloraba abrazada a ese desconocido y terriblemente guapo hombre. Ella estaba aún asustada, aunque también se estaba aprovechando un poco. Es que no todos los días podías aferrarte como enredadera a un cuerpo tan escultural como ese y no todos los días el dueño de ese cuerpo te acaricia y consuela por el mal momento vivido “¿Habré muerto y esto es el cielo? Es que definitivamente es un Dios” se decía a sí misma y se abrazaba con más fuerza, era seguro ella estaba muerta y ahora se iba aprovechar al máximo de este dios rescatador de mujeres ahogadas.
Pero, siempre hay un pero, la puerta se abrió y por ella entraron tres personas que la hicieron dar cuenta de que no estaba muerta y que ella era una abusadora descarada. Pero si ella era una descarada abusadora, él no la corrió ni la sacó. No, él la mantenía sujeta y le decía dulces palabras al oído.
Tranquila muñeca, todo está bien yo te sujeto decía con esa hermosa voz que poseía. Es que todo en él era magnífico, perfecto y arrebatador de alientos ahora que estas a mi lado nada malo puede pasarte, de eso me encargo yo agregó de manera segura y un tantito aterradora por la manera de decirlo, pero eso a ella la seducía aún más.
¡Irina! ¿Qué fue lo que paso? Estaba tan asustada gritaba Natacha de manera fuerte y chillona explotando los tímpanos de todos en el lugar.
Alguien la aventó a la piscina una voz gruesa y sensual se escuchó haciendo temblar a las dos mujeres y ciertas partes del cuerpo de la enredadera comenzaron a humedecerse en el acto.
Yo…yo no vi nada, creí que moriría decía Irina de manera entrecortada sin bajarse de las piernas de su salvador. Es que ya que estaba seguía disfrutando. Mientras no la corrieran ella seguía firme en ese lugar.
Bueno, pero la verdad es que creo que no te ha ido nada mal comentó de manera risueña y acusadora Emilio, quién era de los dos amigos el más simpático.
Harry Mils, un placer conocerlo se presentó el primero, dando la mano al adonis, quien apenas si pudo responder por sostener a su oso koala.
Natacha Dubois ella no extendió la mano ya que era evidente que el sujeto no quería separarse de Irina. Algo se estaba cociendo ahí y a ella particularmente le encantaba.
Emilio Antolín, un verdadero placer conocerlo y saber que nuestra amiga se encuentra bien entre sus brazos dijo el tercero con un marcado doble sentido.
Vladimir Vólkov, un gusto conocerlos a todos. En especial a usted señorita… dejó las palabras en el aire ya que quería conocer el nombre de esa hermosa y fascinante mujer que por casualidades de la vida ahora estaba en sus brazos. Parece que ella no quería moverse ni un centímetro a pesar de los comentarios de sus amigos. Mientras que Vladimir la observaba de manera firme y segura con su cara muy cerca de la de ella por la poca distancia que había.
Mmm…yo… comenzó a balbucear y sus hermosas mejillas se pusieron muy rojitas de la vergüenza que estaba sintiendo en ese momento Soy Irina Ivanova dijo finalmente bajándose de encima de su gran, calentita y formidable montaña.
Vladimir tenía una sensación de vacío repentina. Él no quería que ella se moviera, solo quería saber cuál era su nombre. Si pudiera vivir con ella encaramada sobre él sería maravilloso.
Muchas gracias por salvarme, si no hubiera aparecido yo ahora no estaría con vida dijo ya consciente de que casi muere por causa de alguna persona cruel.
Señor Vólkov, usted pudo ver quién es la persona que cometió semejante crimen pregunto Harry en su papel de abogado.
Lamentablemente no…sólo me concentre en la señorita Irina y corrí a su rescate en cuanto escuché los gritos
Ya eso lo veremos luego Harry, sabemos muy bien quiénes pueden haber sido. Tenemos un puñado de sospechosos sentenció Natacha segura de quiénes podrían haber cometido el atentado.
Creo que es hora de retirarnos dijo Irina no muy convencida de sus palabras no sé cómo agradecerle por esto esta vez hablaba a Vladimir solamente.
De dos maneras… la primera, tuteándome; la segunda, saliendo con migo dijo serio sin dar lugar a segundas interpretaciones y dejando a todos con la boca abierta de la sorpresa. Ese hombre se había lanzado derecho a la conquista.
Bueno Vladimir, creo que lo menos que puedo hacer es salir contigo contesto más coloradita de lo que estaba antes. Ahora era una hermoso tomatito muy muy rojito.
Perfecto, si me permites tu número y dirección, para poder pasar por ti mañana en la noche todos a su alrededor habían dejado de existir, solo eran ellos dos y el coqueteo que había entre ambos.
Los subordinados de Vladimir que se encontraban presentes no podían creer que su jefe se estuviera comportando de esa manera ya que él nunca había actuado de así con nadie.
La verdad es que tanto Vladimir como Irina querían seguir abrazaditos muy pegaditos sin soltarse en mucho tiempo. Pero, ya que no se podía porque sería algo demasiado descarado, se despidieron el uno del otro.
Después de la pequeña plática los cuatro amigos partieron rumbo a sus casas. La fiesta había quedado atrás y solo una cosa quedaba en sus cabezas y era el saber quién había atentado, deliberadamente o no, contra la vida de Irina.
Dentro de la habitación, el hombre que se había mostrado amable con la mujer que antes había permanecido en sus brazos oscureció de repente su semblante. Su mirada se tornó fría y macabra. Quien lo viera no pensaría que era la misma persona que consolaba cálidamente a la mujer a la que le salvo la vida. Es más ese acto fue algo sobrenatural en él, quien nunca se había interesado por nadie más que él mismo.
Quiero que me averigües todo lo relacionado a estas personas. Hasta sus más ocultos secretos algo había en toda esta situación que merecía atención _ quiero saber quién es la mujer rubia que la tiró a la piscina y cuál es el motivo por el cual lo hizo.
Nada pasaba desapercibido para Vladimir Vólkov y él averiguaría todo lo relacionado a este enredo y el atentado que esa enigmática mujer había sufrido. No tenía ni idea de a quién pertenecía la fiesta que se realizaba en el hotel y tampoco le interesaba, esas personas no entraban dentro de su círculo de interés. Ahora solo le interesaban por saber todo lo que ocurría con ella…su Irina.