Mi Pequeña Muda

Después de que Karla escribió aquello, mantuvo sus emociones en línea para luego añadir todo lo que le había pasado de una forma un poco más detallada, en su explicación omitió por completo lo que había pasado a manos de “esa persona” ni siquiera tuvo el valor de contarle sobre el origen de aquellas fotos.

Ella sintió que no necesita hacerlo debido a que Jeremy le había pedido que explique el asunto del plagio. Lo otro quizás a él no le importaba saber.

Solamente, Karla pudo respirar tranquila cuando le entregó aquella nota a Jeremy.

Mientras Karla esperaba su juicio, no sabía la razón exacta, pero parecía que aquella carga que se había alojado en sus hombros desde hace mucho tiempo casi había desaparecido por completo.

— Esto…

La voz ronca de Jeremy hizo que Karla saliera de sus pensamientos.

¿Qué pasa? ¿Acaso esperé demasiado de él? O es que piensa que lo de Sofía es un invento mío.

— Lamento todo lo que tuviste que pasar — susurró Jeremy —. Si la persona que te acuso de plagiar es la misma que tengo en mente. Ciertamente, limpiar tu nombre será algo casi imposible, después de todo, para cambiar el blanco por negro se necesita mucha influencia y dinero.

Al escuchar aquello, Karla no pudo evitar sentirse deprimida debido a que sabía que Jeremy tenía razón.

Después de todo, su tío intentó ayudarla en el pasado. Pero, no pudo hacerlo debido a que aunque su familia tenía influencia y dinero, no era nada comparado a la influencia de las grandes familias de esta ciudad como lo eran los Cash y los Richie.

Si la persona que había acusado a Karla de manera injusta era alguien normal sin tanta influencia o antecedentes, hubiese sido un poco más fácil cambiar la opinión pública.

Pero, no fue así, por lo que a Karla no le quedó más remedio que lamer sus heridas en silencio.

— Pero, aunque será algo difícil, eso no significa que sea imposible. Hacer caer una torre tal alta tomará algo de tiempo.

Cuando Jeremy terminó de decir aquello Karla no pudo evitar mirarlo anonadada. La forma en la que la estaba observando era tan hechizante, como si él pudiera conseguir todo lo que se proponía, por lo que ella no pudo evitar creer en sus palabras.

Karla frunció los labios mientras escribió una pregunta que había empezado a dar vueltas en su cabeza.

“¿Por qué crees en mí? ¿Por qué?”

Realmente, Karla estaba agradecida por la confianza de Jeremy hacia sus palabras, pero al mismo tiempo no pudo evitar pensar en el pasado.

Después de todo, desde el inicio Jeremy había demostrado que no confiaba en ella, que a sus ojos me había convertido en una persona con motivos ulteriores. Ya sea lo que pasó en el hotel o este matrimonio, eran un claro ejemplo de sus pensamientos hacia su persona.

Cuando Jeremy leyó la pregunta de Karla, él la miró fijamente.

Jeremy, pensó realmente en la pregunta de Karla.

¿Por qué él creía en ella?

Es verdad, que desde el principio la opinión que tenía hacia Karla no era la mejor de todas. Él pensó que aquella chica andaba detrás de su fama o dinero por lo que confabuló con sus enemigos para tenderle ese tipo de trampa.

Sin embargo, mientras Jeremy ha estado observando a la mujer delante de sus ojos, se dio cuenta de que ella no parecía ser del tipo interesada.

Después de todo, desde que ella se había casado con él, nunca le ha pedido nada. Tampoco se aprovechó de sus antecedentes para hacer demandas excesivas hacia sus subordinados.

Karla parecía vivir de una manera simple y tranquila.

Por lo que la imagen de una cazafortunas poco a poco se fue borrando de su memoria.

Pero, lo que hizo que cambiará un poco más su percepción de ella, fue escucharla tocar el piano. Jeremy sintió que alguien que tocará el piano con la misma pasión de Karla no podía ser una mala persona.

Las ricas emociones que aparecieron en el rostro de Karla con cada tecla que tocaban sus dedos, no eran fingidas.

Por lo que Jeremy realmente creyó en ella.

— Eso es porque te escuché tocar el piano.

Bueno, Karla no sabía qué pensar de la respuesta de Jeremy.

Sin embargo, se sintió satisfecha debido a que pensó que las acciones valían más que mil palabras.

Por lo que ella asintió mientras sonreía.

Ella quería demostrarle a Jeremy con su sonrisa, lo agradecida que estaba con sus palabras.

Después de todo, antes de que él apareciera a preguntar lo que realmente había pasado. Karla había caído en un pozo oscuro de autocompasión.

Mientras Karla pensaba en el pasado, no pudo evitar admitir que aunque Jeremy daba mucho que desear como actor, ciertamente como persona no era tan malo.

Él parecía tener muy bien puestos los pies en la tierra, y aunque era considerado uno de los herederos más ricos del país, su forma de actuar y comportarse no iba acordé con el molde.

Después de todo, su arrogancia era algo que no estaba relacionado con que él era mejor que otros, era más bien algo que estaba en línea con su apariencia.

Aunque ellos habían tenido algunos malentendidos en el pasado. Parece que poco a poco estos se iban aclarando y la línea que los separaba poco a poco se iba desdibujando.

— Iré a hablar con alguien para cambiar un poco la opinión pública. Aléjate del internet, no revises los comentarios en línea y mejor concéntrate en hacer lo que sea que haces en tu tiempo libre.

Karla asintió al escuchar la petición de Jeremy, ella sintió algo de diversión al pensar en el último consejo de Jeremy.

Después de todo, uno de los pasatiempos que realmente disfrutaba Karla era regañarlo a él en Internet.

Ahí podía escribir lo que no le podía decir.

Luego de que Jeremy dijo aquello salió de la habitación de Karla haciendo que se sintiera un poco vacía.

Casi desolada.

Antes de que Karla pudiera apagar el celular recibió un mensaje, era de su prima Camila.

Camila: Tenías razón, el hermano de Sofía es tan malo como ella. Realmente, no sé porque me fijé en él. Soy tan tonta.

¡Guao!

¿Qué le había pasado?

Camila: Todo esto que te ha pasado es mi culpa. Lo siento, Karla. Incluso lo que te paso en el hotel, es mi culpa.

Karla no estaba entendiendo nada de lo que esta chica, estaba diciendo.

Las manos de Karla empezaron a temblar mientras seguía leyendo los mensajes que entraban a su celular.

Camila: Él fue el que me dijo que vaya acompañada de alguien a ese hotel. No me dijo que te llevará precisamente, pero ahora que me pongo a pensar en su insinuación es más que obvio que esperaba que te trajera conmigo, después de todo, remarcó claramente que ahí estaría Dominik Powell, tu ídolo. Quizás, con la persona que querían que te acostaras era con ese chico. Pero hubo un error en sus cálculos y terminaste acostándote con Jeremy.

Karla se mordió el labio al reflexionar en ello. Pero, si el análisis de Camila era cierto. Ya sea Sofía o su hermano, ambos eran tan inhumanos.

Realmente, Karla no entendía la razón por la que se habían ensañado tanto con ella. Después de todo, lo único que había hecho era ser mejor que aquella chica en algo.

Y esa razón era realmente ridícula para que ella le ocasione tanto daño, incluso años después de todo lo que había pasado.

Pero, de nuevo, a veces no había razón alguna para que alguien ame a una persona o la odie.

Camila: Ese bastardo solo me ha estado utilizando. Ni siquiera sé por qué pensé que él era diferente a su hermana. Si no hubiera visto su historial de mensajes, aún seguiría engañada por su apariencia de santo. Sabes, estos rumores acerca del plagio es obra de ellos. Sofía está enojada porque terminaste casándote con Jeremy, por lo que esparció de nuevo todos esos rumores para que él se divorcie de ti. Lamento no haber podido hacer una captura de su conversación para ponerle fin a todo esto.

Camila estaba realmente enojada, pero al menos Karla se sintió un poco aliviada al saber que su enredo con aquel sujeto había terminado.

Después de todo, Karla había estado preocupada por ella desde la última conversación que tuvieron.

Karla: ¿Estás bien? ¿Te hizo daño?

Karla hizo un mohín mientras esperaba la respuesta de su prima.

Camila: No, yo seguí tus consejos. No dejé que me tomé ninguna foto comprometedora, tampoco le envié ninguna, incluso me negué a acostarme con él, aunque ganas no me faltaban. Estaba esperando a que pasara algo de tiempo para hacerlo, quería demostrarte que él era diferente a su hermana, pero por lo visto terminó siendo peor. Aunque pensé que estabas siendo paranoica, ahora me doy cuenta de que tenías razón. No está de más ser precavida. Confiar plenamente en alguien es estúpido debido a que los humanos somos tan cambiantes.

Karla asintió al leer aquello.

Camila tenía razón, no estaba de más ser precavida al momento de compartir tu intimidad con alguien más.

Ya sea fotos, videos o audios, hay que estar seguros de que estos aterricen en las manos correctas y no en las de un depravado que solo quiere manchar tu integridad.

Después de todo, internet era un lugar sin ley, en dónde una imagen podía ser compartida miles y millones de veces.

Karla pensó que lo peor de aquello es que las personas que compartían tu imagen lo tomaban como burla, sin pensar en la historia que había detrás, te juzgan, te critican como si ellos tuvieran razón.

Algunas personas solo necesitan un blanco en el que esparcir su ira.

Mientras Karla revisaba algunos comentarios podía ver qué…

Ella se había convertido en ese blanco.