Novela Completa
David Montés un hombre que perdió a sus padres en su adolescencia, el junto a sus hermanos lograron salir adelante gracias a una gran mujer que nunca los dejo solos y ahora es su segunda madre.
Los años pasaron y con ellos David Montés se convirtió en Teniente de la fuerza aérea de los EEUU forjando una gran carrera a base de esfuerzo y dedicación, un hombre honesto y transparente, aunque en un principio se vio motivado a unirse a la fuerza aérea por amor, Brittany Williams fue un amor imposible, ella nunca lo aceptó y al contrario cuando podía lo humillaba, hasta que finalmente se rindió, Pero su amor por los aviones no.
(Saga de la novela: LOS HIJOS QUE ME DIO LA VIDA)
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CAPITULO CATORCE
Leah Flitz
Esa noche después de que David saliera de cirugía me tocó regresar a la base pasada la media noche, tenía que formarme a las 5 de la mañana, yo no quería irme, quería estar ahí para cuando despertara, pero también su familia necesita privacidad con él, y nosotros apenas nos estamos conociendo.
Me fui tranquila porque ya sabía que todo había salido bien, me despedí de los padres de David y regresé a la base, descanse un poco y luego me fui a formar.
Ese día no logré concentrarme, estuvimos sobrevolando en la zona y luego regresamos los aviones al Hangar, cuando estaba guardando mi equipo llegó el Capitán Stuart.
- Flitz, ¿me permites un momento?- me dijo.
Giré en su dirección -- Capitán, a sus órdenes -- respondí.
- háblame normal, no te preocupes-
- no me siento cómoda haciéndolo, pero está bien Stuart y es lo máximo que le voy a decir - ambos sonreímos.
-está bien, eso es un logro... Te quería preguntar si quieres ir a visitar a David, se que no lo has podido ver y que es difícil para ti salir sin una orden de algún superior y adivina quién es tu superior -- me dijo con una sonrisa en su rostro.
- no lo sé, ¿me podría decir quién es ese bondadoso superior que me puede dar el permiso de salir?-- dije entendiendo a qué se refería.
- obviamente, yo, soy un superior muy generoso, así que ve a prepararte, vamos a salir a visitarlo-
- ¿me está hablando en serio?-
- por supuesto que es en serio, te espero en 15 minutos en la bahía de la salida, si no llegas asumiré que no quisiste ir- dijo.
- claro que sí voy, no me tardo- le respondí.
Deje todo en su sitio y salí corriendo como alma que lleva el diablo, llegué a mi unidad y me cambié el uniforme lo más rápido que pude, luego tomé mi celular, la cartera y mis llaves y me fui rápido a la bahía, no quería arriesgarme a que Stuart se fuera sin mí, sé que sería capaz de hacerlo.
Cuando llegue aún tenía 3 minutos de ventaja, él me vio y sonrió.
- por eso me agrada tratar con colegas, aquí todos valoramos el tiempo y lo tomamos en serio- dijo y yo asentí.
Nos subimos a su auto y nos fuimos directo al hospital, al llegar los padres de David nos saludaron y aprovecharon nuestra visita para ir a comer algo, no querían dejar a su hijo solo ni un momento.
El aún no despertaba, pero tenía buen semblante, así pasaron dos días más en lo que el capitán Stuart me ayudó a escabullirme de la base y pude venir a verlo, hasta que me avisaron que había despertado, de nuevo obtuve ayuda de su parte y vine a visitarlo.
Ver sus ojos abiertos conectando nuestras miradas fue la mejor sensación en mucho tiempo, oír su corazón latir con tanta fuerza fue música para mis oídos, y probar sus labios fue la cereza del pastel, estaba en el mejor de mis sueños hasta que fuimos interrumpidos por sus padres.
El doctor venía a revisarlo, nos dio excelentes noticias, no tenía mucho tiempo está vez así que me despedí y regresé a la base.
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Pasaron un par de días cuando David me envió un mensaje, hoy le darán salida, tiene la opción de irse a casa con sus padres o quedarse en su unidad, yo solo le dije que si decidía quedarse acá yo lo cuidaría muy bien, pero si iba con sus padres no podría visitarlo muy seguido, ellos viven en Miami y mis permisos son limitados; sin embargo, le recalque que priorizará su recuperación.
No me hice ilusiones, quería verlo, pero también quiero que se recupere, así que para dispersar mi mente fui al Hangar a revisar los equipos, en estos días se va a celebrar el 4 de julio y fui seleccionada para formar parte de la muestra, quiero pulir mis habilidades piloteando así que debo poner todo el esfuerzo de mi parte.
- Debo admitir que eres muy diligente - me sorprendió un poco, pensé que estaba sola.
- capitán, me asustó - dije nerviosa.
- siempre tienes que estar alerta... ¿Ya tienes todo listo para la muestra?-
- sí, estaba ultimando detalles, hace poco llegué de practicar, así que le puedo asegurar que estoy más que lista- respondí.
- esas son excelentes noticias, venía para contarte que David ya salió del hospital ¿lo sabías?-
Si señor, hablé con el está mañana, estoy muy feliz, se está recuperando muy bien - dije.
- ¿y porque no te veo tan feliz?-
- ah, no, no, yo estoy muy feliz, solo que no lo voy a poder ver en mucho tiempo - dije.
- ¿por qué? ¿Te vas a algún lado?-
- su familia vive muy lejos, no tengo el tiempo suficiente para viajar hasta allá- respondí.
- ¿y por qué tendrías que ir hasta allá? No te estoy entendiendo - dijo y yo quedé más confundida que al principio.
- pu..pues por qué allá vive su familia y supongo que su madre se quiere hacer cargo de cuidarlo- respondí con ingenuidad.
- aaaah ya te estoy entendiendo, tú piensas que David se fue para Miami con sus padres ¿es eso?-
- sí, es lo más lógico ¿no?- dije.
- sí, es lo más lógico, pero no, él decidió quedarse en la base, una enfermera a domicilio va a estar yendo a verlo y a suministrarle los medicamentos, además el hospital le queda más cerca si se queda acá, él tiene que ir a revisiones constantemente hasta que le den el alta definitiva... ¿por qué no vas a su unidad?- me dijo.
-¿él ya está en la base?-
- si, ve a verlo - me comentó y yo salí para allá.
Cuando llegué encontré la puerta principal medio abierta, saludé, pero nadie respondió, así que decidí entrar, vi un equipaje en la sala y algunas bolsas sobre la mesa, pero no había nadie a la vista, así que me adentré por el pasillo que da a su habitación.
Cuando ya estaba por llegar se abrió la puerta de repente y de ahí salió Brittany, ella cerró y giró su cuerpo quedando frente a mí, yo no supe qué decir.
- ¿que haces aquí?- preguntó ella.
- vengo a ver a David - respondí.
- ya está dormido y no quiere ver a nadie - me recalcó levantando una ceja.
- ¿estás segura? Entonces tú qué haces aquí-
- él me necesita- dijo.
-Ya me tiene a mí, así que te puedes...- estaba por terminar la frase cuando escuchamos a alguien hablar detrás de mí.
- tú que haces aquí - indagó la Sra Alejandra, ella acababa de entrar con su esposo.
- ya le dije que David no quería ver a nadie, pero ella no se quiere ir- respondió Brittany.
Yo las observé a las dos desconcertada, entonces Alejandra habló.
- no le estoy preguntando a Leah, ella puede estar aquí las veces que quiera, mi pregunta es para ti ¿qué haces aquí?-
- señora, yo, yo vine a ver a David- respondió avergonzada.
- y quién te abrió -
- la puerta estaba sin ajustar y yo simplemente entré - dijo.
Ella volteo a ver a su esposo.
- lo siento amor, no encontré las llaves así que la dejé así para poder entrar nuevamente, no nos íbamos a demorar y este lugar es muy seguro, lo siento - dijo el señor Fernando.
Ella le sonrió a su esposo y luego regresó su atención en Brittany.
- Gracias por venir a verlo, pero quiero que te retires, nosotros nos encargaremos de el-
- pero señora yo puedo hacerme cargo - volvió a insistir Brittany.
- No, y voy a ser clara contigo, mi hijo ya me tiene al tanto de todo, se que se va a molestar si te ve acá, y sinceramente no es de mi agrado verte, mi hijo paso por muchas cosas por tu culpa, humillaciones, desplantes y burlas, entre muchas otras y yo como su madre quiero respetar sus decisiones, y el decidió sacarte de su vida, así que gracias por tu disposición, pero él nos tiene a nosotros - dijo incluyéndome.
- Señora, está siendo injusta - trató de defenderse.
- injusta o no, es la decisión que tomó mi hijo y yo se la respeto y lo apoyo, así que por favor - le repitió señalando la puerta para que saliera.
Yo solo me quedé en silencio, era incómodo para mí presenciar está escena.
-señora, yo también me voy, vendré en otro momento - dije.
- No, tú quédate por favor, mi hijo estará feliz de verte- me dijo mientras Brittany pasaba por su lado.
Ella giró y me dio una mirada de odio, luego continuo su camino y salió de la unidad.
- ¿quieres entrar y saludarlo?- me preguntó.
- si señora, con permiso -
- en un rato estaré con ustedes, voy a preparar unas onces para llevarles - dijo y dió medía vuelta, junto a su esposo entraron en la cocina y yo entré a la habitación de David.
Increíble historia, la madurez de los personajes y la forma en que enfrentaban las diversas situaciones fue increíble. La historia es realmente muy buena te atrapa y no puedes dejar de leer.