Todos dicen que ella es la villana, que su pobre hermana, la heroína, es una victima de sus maldades y envidias, así que ella les demostrará lo que en verdad es ser villana y les arrebatará todo, a los que se atrevieron a menospreciarla. Layla Amary, los hará desear haberla tratado mejor...
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capítulo 14...
Desde la noche de la fiesta, el príncipe no ha visitado la mansión Amary y aunque Felicia le ha enviado invitaciones para beber el té, este responde diciendo que esta ocupado. Mientras que Layla y Hades, suelen verse más seguido, algo que ha Felicia le molesta, porque puede ver lo bien que ambos se llevan, mientras que ella no ha tenido noticias del príncipe. La duquesa también estaba molesta, porque a Layla le va mejor, esa mañana estaba en el balcón observa a Layla y Hades caminar por el jardín, Celestine ve esto y sonríe con burla.
— ¿creíste que sin el príncipe heredero, ella iba a ser infeliz?, ella es diferente a su madre, mi nieta sabe como defenderse de arpías como tú.—
— cierra la boca anciana, te morderas la lengua cuando mi Felicia sea emperatriz.— responde molesta.
Como no quiere escuchar nada más, la duquesa se va de ese lugar, pero se prepara para salir, ya estaba harta de Celestine y Layla, ya es momento de deshacerse de ambas o de una, porque sin Celestine, Layla no tendrá nada o sería mejor deshacerse de Layla, así Celestine estará tan triste y sola.
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Al día siguiente, Layla se prepara para ir a una reunión con las señoritas de su círculo social, era una reunión para recibir clases de bordado, arreglos florales y arte, aunque a Layla no le gusta del todo, lo hace para tener más influencia entre la sociedad de damas, así, esto influirá en sus planes. Las reunión durará casi todo el día, por lo que la duquesa tiene todo preparado, esta vez, Layla sabrá quien es ella realmente y lamentará haberla hecho enojar.
Layla estuvo en aquella reunión, destacando en casi todo, aunque claro, habían señoritas mejores que ella y el hecho de que ella las halagara y pidiera consejos, la hacía quedar bien con ellas.
"Usted y el duque Mondragon hacen una bella pareja."
"Es verdad, yo estaba dudando, porque le lleva diez años, pero ni se noto, además en su cumpleaños, su baile, no se compara en nada a cuando bailaba con el príncipe."
"La verdad entre el príncipe y el duque, se ve mejor con el duque."
— la verdad, es que al principio dude un poco, pero mi abuela me dijo que era buen hombre y tenía razón, nos hemos entendido muy bien.— menciona Layla con una sonrisa amable.
Las jóvenes se emocionan, mientras Layla les platica de sus citas y lo caballeroso que es el duque, y lo mejor de todo, es que este hombre, no permitía que Felicia se acercará a ellos. La veces que Felicia intento quedar bien y hacerles compañía, él la enviaba de regreso y pedía que no interrumpiera sus citas.
"Perdón que lo diga, pero la señorita Felicia es una evidiosa."
Todas ríen por las palabras dichas hacía Felicia.
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La hora de volver llego, ya era tarde y el sol empezaba a ocultarse, los guardias que van con Layla estaban atentos durante el camino, por órdenes de Celestine deben de protegerla muy bien. Layla observa desde la ventanilla, el anochecer los había alcanzado y aun faltaba mucho para llegar.
"Señorita, cierre bien, no permita que la vean, creo que son mercenarios los que vienen, si ven que es una joven sola, podría molestar." Advierte el caballero.
Layla se veía tranquila, pero Melinda, quien iba con ella en el carruaje estaba nerviosa, aunque hace que Layla se ponga una capucha y se cubra bien. Aún así, pronto se escuchan los sonidos del metal chocando, eran las espadas de sus caballeros y los bandidos, la pelea había comenzando y buscaban alcanzar el carruaje. El líder ordena llevarse el carruaje, su objetivo estaba dentro de este, Layla alcanza escuchar, parece que alguien intenta acabar con ella. Layla saca de detrás del respaldo del asiento, una espada, un poco más delgada que la de los caballeros, pero igual de resistente.
— señorita, por favor, permanezca tranquila...los caballeros solucionarán esto.— pide nerviosa Melinda.
— se que lo harán, pero, no soporto que me causen problemas.— Layla se pone de pie.
La puerta del carruaje se abre y ven bajar a Layla, los bandidos al verla, saben que su objetivo, así que el líder pide capturarla. Los que van por ella la ven con burla al ver que tiene una espada, pero cuando uno intenta tocarla, Layla mueve la espada y el brazo de aquel hombre se separa de su cuerpo, este retrocede gritando.
— aquel que se atreva a venir y molestarme, debe de estar preparado para las consecuencias.—
Layla se mueve agilmente logrando rebanar el cuello de aquel había quedado sin brazo, también logra derribar al otro, así que sus compañeros intentan ir contra Layla, pero ella se movía con gran agilidad y mataba sin titubear. Sus propios caballeros estaban sorprendidos, los bandidos comenzaban a dudar en acercarse. El líder estaba pasmado, se supone que era solo capturar a una señorita noble, la llevarían lejos, la deshonrrarian y después la dejarían tirada en algún callejón de los barrios bajos. Esa fue la petición de la duquesa. Pero ella no les dijo, que la señorita que era su objetivo, era una maquina de matar, quedaban muy pocos, Layla camina hacía ellos con su espada bañada en sangre, al igual que sus manos y ropa, su aspecto era como el de un espíritu vengativo que buscaba sangre.
— como veo que tienen miedo, hagamos un trato.— sonríe con amabilidad.
Ver esa sonrisa, causo un escalofrío en el cuerpo de los pocos bandidos que quedaban.
— si me dicen quien los envía, dejaré que se vayan. Es un trato justo, ¿no?—
Los pocos que quedaban, ya estaba rodeados por los caballeros, aunque quisieran escapar, no podrían, los subordinados del líder lo miraban pidiendo que hable.
— ¿nos dejas ir? ¿Es un trato?— pregunta el líder.
– en nombre de los Amary, cumpliré mi palabra.— levanta la mano.
— f-fue la duquesa, Ruth Amary, ella dijo que debíamos llevarte lejos, deshonrar tu cuerpo y tirarte en un callejón.—
Los caballeros y Melinda estaban horrorizados al escuchar al bandido, ¿como era posible que una madre ordene eso para su propia hija?, estaban asqueados de esa mujer. Layla ríe.
— esa ramera, ya desea su pronto deceso.— hace una seña.— déjenlos ir. Pero, sabrán de mi pronto.
Los bandidos se van tan pronto les dejan libre el camino, mientras que Melinda baja rápidamente para limpiar las manos y rostro de Layla o la sangre se secará.
— no puedo creer que la duquesa sea capaz de algo tan horrible.— llora.
— debemos informar esto a madam Celestine, señorita.— dice el capitán.
— si, hazlo, pero no se lo digan a nadie más, solo a ella, regresemos a la mansión, quiero darme un baño.—
Melinda la ayuda a subir, mientras los caballeros la animan, mencionando lo increíble que era, esto para hacerla sentir mejor después de lo que esos bandidos dijeron. Tan pronto llegaron a la mansión, Layla bajo cubierta con una capucha, con Melinda acompañandola hasta su alcoba, mientras que el capitán va a la residencia de Celestine para informar lo sucedido. La duquesa que vio llegar a Layla, se muestra molesta, porque esos delincuentes no lograron su objetivo.
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Celestine estaba en la habitación de Layla, la mujer se mostraba molesta, horrorizada por las intenciones de la duquesa y si no fuera porque su nieta esta bien entrenada, quien sabe que puso haber pasado, era ya el colmo con esa mujerzuela.
— iré con el emperador, revelaré el origen de esa mujer y que sea investigada.— menciona la ex duquesa.
— espera abuela, por favor, déjame esto a mí, haré que esa mujer desaparezca de nuestras vidas.— pide con una mirada suplicante.
La ex duquesa ríe por la expresión de su nieta.
— esta bien, hazlo, eres libre de solucionarlo como mejor te parezca, total, ella se lo busco.—
Gracias abuela, le enseñaré porque no deben meterse al nido de la serpiente.— menciona Celestine con una risa.
La mujer se retira para dejar descansar a su nieta. Pero en una habitación a lado de Layla, la duquesa estaba escondida, había escuchado todo tras la puerta y corrió a esconderse cuando Celestine salió. La mujer estaba nerviosa, Layla y Celestine saben que fue ella, pero no, no hay pruebas, no pueden comprobar nada. Apenas pudo se fue de aquella habitación, debe de planear algo más, sea como sea, debe deshacerse de Layla.
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