NovelToon NovelToon
LA DUQUESA SIN CORAZON

LA DUQUESA SIN CORAZON

Status: Terminada
Genre:Matrimonio contratado / Amor tras matrimonio / Traiciones y engaños / Venganza de la protagonista / Completas
Popularitas:110.3k
Nilai: 5
nombre de autor: CINTHIA VANESSA BARROS

En esta historia, se encontrarán con Ángel, una niña que fue abandonada al nacer y creció en una abadía, donde un grupo de religiosas le ofreció amor y cuidado. Sin embargo, a medida que Ángel va creciendo, comienza a sentir un vacío en su interior: el anhelo de tener un padre, como los demás niños que la rodean. A pesar de su deseo, no se atreve a manifestar sus sentimientos por miedo a lastimar a quienes la han criado, y su vida tomará un giro inesperado una noche fatídica.

Una enigmática mujer aparece y le revela a Ángel un oscuro secreto: es una heredera y debe buscar venganza por la muerte de su madre. Así inicia su transformación en la Duquesa Sin Corazón, una niña destinada a cumplir con un legado de venganza que no es suyo. ¿Qué elecciones hará Ángel en su camino? ¿Podrá encontrar su verdadera identidad en medio de la oscuridad que la rodea?

NovelToon tiene autorización de CINTHIA VANESSA BARROS para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 12. JUEGO DE SOMBRAS

CAPÍTULO 12. JUEGO DE SOMBRAS

Con el paso de los meses, la conexión entre Ángel y su abuela se tornó más intensa. Pasaban extensas tardes en el jardín, realizaban lecturas conjuntas, discutían sobre política y tácticas de corte, además de compartir secretos que Ángel nunca pensó revelar a nadie. Aunque Ágata seguía siendo rígida, mostraba una dulzura que solo la verdadera familia puede proporcionar.

Sin embargo, el tiempo avanzaba y Ágata lo entendía. Su larga ausencia podría generar preguntas. Así que una mañana, vestida con su luto elegante habitual y su abrigo de viaje, se dirigió de vuelta al ducado.

Se fue con el corazón dividido, pero con la certeza de que, cuando llegara el momento, su nieta estaría preparada.

Al regresar a la capital, el viento traía consigo más que polvo: noticias alarmantes.

Su asistente le dio la bienvenida antes de que pudiera bajar del carruaje.

—Mi señora, lamento tener que recibirla con esto… pero han aparecido asuntos urgentes.

—Habla.

—Esta mañana me informaron que se ha convocado oficialmente la lectura del testamento de la duquesa Ángela. Solo falta que usted esté presente para continuar.

Ágata asintió, sin mostrar sorpresa. Sabía que eventualmente llegaría este momento.

—¿Algo más?

El hombre dudó.

—Sí… En la mansión de su hija ahora vive una mujer. Douglas la trajo hace poco. Dicen que es su prometida, pero en realidad era su amante antes de la muerte de la señora. Está embarazada, mi señora. Y bastante avanzada.

Los ojos de Ágata se volvieron oscuros como un cielo antes de la tormenta.

—Perfecto —respondió, con voz fría—. Veremos si también ha aprendido a dar a luz a bastardos con corona.

A la mañana siguiente, Ágata apareció inesperadamente en la casa de su difunta hija. El portón se abrió ante su carruaje, y el sonido de los cascos resonó como una advertencia.

Apenas se bajó, lo que vio fue grotesco: una mujer embarazada, vestida con un ostentoso vestido de encaje rojo y demasiadas joyas para esa hora, daba órdenes a los sirvientes como si fueran de su propiedad.

La duquesa se detuvo solo un momento. Observó con desapego el prominente abdomen, los aros dorados y el maquillaje vulgar.

No pronunció ninguna palabra.

Y continuó caminando como si esa escena no mereciera su atención.

Los sirvientes, al verla, hicieron una profunda reverencia y la atendieron con respeto. En pocos minutos, el ambiente cambió. Todos entendían que la verdadera señora del ducado había regresado.

Douglas no tardó en aparecer. Vestía una chaqueta de terciopelo negro, innecesariamente adornada, y una sonrisa falsa.

—Suegra —dijo con un tono amable—. Qué gusto volver a verla. Parece que el viaje le ha sentado bien.

Ágata lo miró sin moverse.

—Veo que aprovechaste mi ausencia para traer a tu amante a esta casa.

—¿Mi amante? Por favor, señora, no sea injusta. Esta es mi prometida. Y este es mi hogar.

—Te recuerdo —dijo con voz fría— que esta casa pertenece al ducado. Y que si vuelves a casarte, deberás abandonarla. No hay lugar para escándalos en estas paredes.

Douglas alzó una ceja, sin inmutarse.

—No tengo intención de casarme. Solo cuido de mi heredero.

Ágata no respondió. Solo tomó asiento en la sala principal y pidió que se anunciara al abogado de su hija.

El hombre llegó poco después, nervioso, sudando y ajustándose las gafas con insistencia.

—Mis disculpas, duquesa —dijo, inclinándose—. Me notificaron tarde de su llegada.

—No se preocupe. Adelante. Estoy cansada. Sea breve.

El abogado sacó un sobre lacrado, lo abrió, y comenzó a leer con voz clara pero vacilante.

—La señora Ángela cambió su testamento una semana antes de su fallecimiento. Me sorprendió, lo admito, pero todo se hizo según la ley. Deja como única heredera de todos sus bienes a su hija. Una niña que, según indicó, fue separada de ella al nacer.

Douglas se inclinó hacia adelante, irritado.

—¿Qué está diciendo?

—La herencia completa será entregada a la niña al alcanzar la mayoría de edad. Mientras tanto, será administrada por su madre —explicó el abogado—. Al esposo, es decir, a usted, señor conde, se le concede una pensión vitalicia: 100 monedas de oro al mes.

Douglas estalló, levantándose de golpe.

—¡Eso es una miseria! ¿De qué hija habla? ¡Esa niña está muerta!

—Lo entiendo, señor —dijo el abogado, retrocediendo—. Pero su esposa fue muy clara. Si la niña no aparece a reclamar la herencia… todo será donado a orfanatos y hospitales del reino.

Douglas apretó los puños, lívido.

—¡Soy su esposo! ¡No puedo ser reemplazado por una bastarda que ni siquiera existe!

Ágata se levantó, majestuosa, y lo enfrentó.

—Respeta a mi nieta. Si mi hija creyó que estaba viva… así será. Y tú harás silencio.

—¿Acaso crees que me quedaré de brazos cruzados?

—Mientras vivas bajo este techo, te sugiero que midas tus palabras. No quiero escándalos. No quiero habladurías. Y por favor, oculta a esa mujer tuya y enséñale a vestir. Parece salida de un burdel.

El abogado salió casi corriendo, recogiendo sus papeles con manos temblorosas. Nadie quería presenciar lo que parecía ser el inicio de una guerra.

Douglas la miró, furioso. Ágata sostuvo su mirada sin pestañear.

—No me retes, Douglas. Puedo aplastarte sin ensuciarme las manos.

Y con la misma elegancia con la que había entrado, salió de la sala, dejándolo con el rostro rojo y los dientes apretados.

Sabía que aquel sería solo el comienzo, pero no le importaba.

Haría lo necesario para proteger a su nieta… incluso si eso significaba desatar un infierno.

1
dylan Franco
excelente histotia
Luisa Elena Leon Portillo
Excelente
Ara
Escritora, me encantó la novela, sólo al final unas pequeñas faltas de ortografía, pero su novela me envolvió tanto que continué leyendo, y lo digo no con ánimo de ofender, sino con mucho respeto, pues siempre resulta agradable encontrarse con una buena novela y que goce de una buena ortografía(válgame la redundancia)
Ara
Ay emocioné, hasta algunas lágrimas se me cayeron
Ara
Qué capítulo tan emotivo
Ara
Por fin, y la reina más que reina, madre y como tal, preocupándose por la felicidad de su hijo; gracias a dios que no la colocaste como una persona altanera, sino muy por el contrario, una persona que sus principios no se basan ni en el dinero ni en las clases sociales
Ara
Ya Juana, que obstinada, con los puntos bien puestos, debería dejarse querer
Ara
Juana también debe dejar de temer, así como Angel
Ara
Que penita ya se va acabar, pero realmente la novela estuvo buenísima de comienzo a fin
Hecate ⚡🐍🔥🗡️
que paso con Douglas que lo ubiese torturado cada día de su vida hasta que muriera 10 largo años y con clara me ubiese gustado que tuviera una casa con sus hijas eran inocentes tendrían que tener una buena vida no en la abadía y Isabel ubiese gustado que muera de tristeza sola y que todo los lujos que tenían no llenarán su vacío por ambiciósa
Ara
Me encanta el rey
Ara
Wuiiiiii
Ara
Buenísimo
Maria Consuelo Alvarez Ochoa
me encanta,me tiene atrapada,felicitaciones eres una gran escritora
Ara
Mamá es mamá, sólo ella podía animarla a que se de una oportunidad
Ara
Caray, por qué siempre los tienen que interrumpir
Ara
Desgraciado
Ara
Jijiji 🤭 beso besito besote
Ara
Pues que feo, eso de que no tengas privacidad
Ara
Son tal para cual, la lealtad vale mucho más que el amor
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play