Suspiro De Un Nuevo Destino

ISABELA:

Pasamos a la pista de baile y comenzamos un lento y suave vals junto a varias personas más.

—Tu ex no deja de mirarnos, al parecer se arrepiente de perder tan brillante y hermosa mujer.

—No creo que se arrepienta, dejó todo muy claro la última vez que hablamos.

Vladimir me da una vuelta y al levantar la mirada, observo la fija mirada de Amelia y John.

—Los hombres somos egoístas, odiamos ver con otros algo que ya fue nuestro.

—Entonces ¿Dices que está celoso por verme contigo?

—Por supuesto que sí, estoy seguro de que ya está comenzando a lamentarse.

Me río al escucharlo y con una vuelta más terminamos el vals.

—Voy al baño, espérame con un jugo de frutas.

—Tus deseos son órdenes.

Ambos reímos y nos retiramos por caminos diferentes.

Luego de vaciar mi vejiga y sentirme libre, me voy al espejo y retoco un poco mi maquillaje.

—No tienes vergüenza ¿Acaso piensas sabotear el compromiso de mi hijo?

Mi querida ex suegra me mira con odio y burla a la vez.

—Tu querido hijo no es tan importante, así que deja de creerte tanto.

Ella comienza a reír como la bruja que es.

—¿No? Entonces ¿Qué haces aquí?

—Tu querida nuera me invitó, no podía rechazar esa noble invitación.

Respondo para luego mirarla de arriba abajo y retirarme.

Cuándo salgo de los pasillos de baño, observo una figura cruzada de brazos que al verme sonríe con torpeza y camina hacia mí.

—Estás hermosa.

—Lo sé, pero gracias.

—No seas así Isa...

—Señora Torres para usted, no somos cercanos.

Paso por su lado, pero su mano me detiene.

—Oh vamos Isabela, sé que aún no te soy indiferente, la verdad estoy haciendo esto por el hijo que viene en camino, tú misma sabes que ser padre siempre ha sido mi sueño.

Comienzo a reír en su cara.

—¿Ser padre siempre ha sido tu sueño? Por favor, no me hagas reír ¿Se te olvida lo que dijiste la última vez que nos vimos? Y por favor no vuelvas a dirigirme la palabra.

Me suelto con brusquedad de su agarre... Qué idiota.

—Isabela espera...

—Amor ya estaba comenzando a preocuparme, pensé que te había pasado algo.

Vladimir me toma de la cintura pegandome a él y yo sonrío mientras sostengo el jugo de frutas.

—Solo un pequeño inconveniente, pero todo bien.

Él asiente y miro como su vista se dirige a John y la verdad nunca lo había visto mirar a alguien de esa manera... Hasta la verdad me dio un poquito de miedo.

—Entonces vamos, los bocadillos están deliciosos.

Sin decir más, me lleva junto a él y en medio de chistes, bailes y risas, siento que ya no puedo más.

—Creo que ya ha sido suficiente esta noche, estoy agotada.

Le digo a mi acompañante que se ha encargado de que esta velada sea increíble.

—De acuerdo, pero antes de irnos, tenemos que hacer algo muy épico.

—¿Épico? ¿A que se refiere señor Romanov?

Él toma mi mentón acercándose a mí.

—Tu amiguita y tu exesposo no han dejado de observarnos toda la noche, y en estos momentos están observando cada uno de nuestros movimientos.

Sus ojos brillan de manera impresionante y siento como mi rostro se vuelve rojo mientras mi corazón golpea mi pecho con fuerza.

—¿Es mi idea o te quieres aprovechar de la situación?

Su risa me deja embobada por algunos segundos.

—Me rindo señorita Torres, me has delatado, entonces ¿Puedo besarte?

Dice directo y solo pienso ¿Por qué no? Estoy soltera.

—Sí, puede hacerlo señor Romanov.

Sin esperar más, se acerca y rosa mis labios delicadamente y solo cierro mis ojos sintiendo su calidez.

Una de sus manos acaricia mi rostro mientras la otra rodea mi cintura pegándome a él.

Automáticamente,, mis manos se dirigen a su cuello mientras nuestros labios comienzan una danza sensual y apasionada.

El suave roce inicial pronto se convierte en una profunda conexión, un beso que sabe a desafío y a la promesa de algo nuevo, su boca presiona contra la mía con una urgencia contenida y le respondo sin reservas inclinando mi cabeza para profundizar el contacto.

La calidez que sentí al principio se transforma en un fuego ardiente que se propaga rápidamente por todo mi cuerpo así haciendo que el mundo a nuestro alrededor desaparezca por completo.

El sabor a menta y alcohol de sus labios es embriagador, sus labios son firmes y expertos, moviéndose con una sensualidad natural que me hace jadear ligeramente contra su boca.

Él aprovecha ese instante para introducir su lengua en una exploración audaz y deliciosa, y yo me rindo por completo.

Mi agarre en su cuello se tensa, atrayéndolo más, deseando que esta cercanía se sienta aún más intensa, en este momento no existe John, ni Amelia, ni siquiera su odiosa madre, solo existe la poderosa y excitante sensación de sus labios sobre los míos en un exitante beso que nunca había sentido.

Vladimir finalmente rompe el beso, solo lo suficiente para tomar aire, mientras nuestras frentes permanecen unidas.

Siento mis labios hinchados y calientes y mi respiración agitada.

—Eso...

Susurra con la voz ronca y sus ojos están oscuros y fijos en los míos con un brillo de deseo imposible de ignorar.

—Fue bastante épico ¿no cree, señorita Torres?

No puedo responder. Solo sonrío sintiendo el calor persistente en mi boca y la electricidad vibrando entre nosotros.

Él me da un último y rápido beso de confirmación, luego me toma de la mano y me guía fuera del salón, sin molestarse en mirar atrás.

Sé que nos vieron y la sensación de victoria, envuelta en esa repentina e innegable pasión, es el final perfecto para la noche.