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Renacida Para Ser Tuya

Renacida Para Ser Tuya

Status: En proceso
Genre:Diferencia de edad / Amor prohibido / Posesivo / CEO / Venganza / Reencarnación
Popularitas:3.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Daemin

Morir a los 23 años no estaba en sus planes.
Renacer… mucho menos.

Traicionada por el hombre que decía amarla y por la amiga que juró protegerla, Lin Yuwei perdió todo lo que era suyo.
Pero cuando abrió los ojos otra vez, descubrió que el destino le había dado una segunda oportunidad.

Esta vez no será ingenua.
Esta vez no caerá en sus trampas.
Y esta vez, usará todo el poder del único hombre que siempre estuvo a su lado: su tío adoptivo.

Frío. Peligroso. Celoso hasta la locura.
El único que la amó en silencio… y que ahora está dispuesto a convertirse en el arma de su venganza.

Entre secretos, engaños y un deseo prohibido que late más fuerte que el odio, Yuwei aprenderá que la venganza puede ser dulce…
Y que el amor oscuro de un hombre obsesivo puede ser lo único que la salve.

NovelToon tiene autorización de Daemin para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 3 —Recuerdos que queman

El sol de la mañana apenas se filtraba entre las nubes grises cuando Lin Yuwei bajó las escaleras. Llevaba el uniforme impecable de la universidad, el cabello recogido en una coleta alta y los labios pintados de un rosa discreto que resaltaba la palidez de su piel. A simple vista parecía una estudiante más, pero sus ojos… ya no eran los mismos.

Había aprendido a sonreír con frialdad.

En su vida pasada, ese mismo día lo recordaba como el inicio del fin: el día que huyó con Chen Yifan creyendo que era su salvación. Pero ahora, tras el renacimiento, ya no pensaba repetir esa estupidez. Esta vez su meta era clara. Esta vez, no iba a perder a Zhao Lian.

Él la esperaba junto al coche, como siempre. Alto, impecable, con el traje oscuro perfectamente ajustado a sus hombros anchos y el reloj de acero brillando bajo la luz opaca de la mañana. Tenía la expresión seria, casi fría, mientras revisaba unos documentos que Tang Ruo —su asistente— le había entregado minutos antes.

Cuando Yuwei apareció en el vestíbulo, Zhao Lian levantó la vista. Sus miradas se cruzaron. No dijo nada, pero sus ojos la recorrieron de arriba abajo con ese mismo peso que siempre la hacía sentir atrapada.

—Sube —ordenó con voz grave, abriendo la puerta trasera del coche.

Yuwei obedeció con calma. Se sentó a su lado, cruzando las piernas y apoyando las manos sobre su falda, serena. Por dentro, sin embargo, su corazón retumbaba con fuerza. Sentía el recuerdo de su muerte, el olor a sangre, las lágrimas que él derramó al sostenerla entre sus brazos. Ese recuerdo ardía en su pecho como fuego, empujándola a actuar distinto.

El trayecto hacia la universidad fue silencioso. Solo el sonido del motor y la respiración contenida de ella llenaban el espacio. Zhao Lian hojeaba un documento, aparentemente concentrado, pero Yuwei sabía que cada músculo de su cuerpo estaba alerta. Siempre lo estaba cuando se trataba de ella.

Cuando el coche se detuvo frente a la puerta principal de la universidad, Yuwei respiró hondo. Podía ver a los estudiantes cruzando apresurados, a los guardias de seguridad y a los autos caros estacionados en fila. Ese era el mismo escenario en el que, en su otra vida, se escapó para encontrarse con Yifan.

Pero hoy no.

Se inclinó hacia Zhao Lian, que aún no apartaba la vista de los papeles. El leve perfume de ella lo envolvió de repente, y antes de que pudiera reaccionar, Yuwei rozó sus labios contra su mejilla. Fue un beso rápido, suave, casi inocente… pero suficiente para helarle la sangre.

Zhao Lian se quedó quieto. La hoja que sostenía entre los dedos se arrugó por la fuerza inconsciente de su agarre. Giró apenas la cabeza, encontrando los ojos brillantes de ella, fijos en los suyos.

—Gracias por traerme, tío —dijo Yuwei con una sonrisa ligera, como si nada hubiera pasado.

Abrió la puerta y bajó con calma, acomodándose la falda antes de caminar hacia la entrada de la universidad. El viento agitó su coleta mientras se perdía entre los estudiantes.

Dentro del coche, Zhao Lian seguía inmóvil, con la mandíbula apretada y la piel ardiendo donde los labios de ella habían rozado. Sus hombres en el asiento delantero intercambiaron miradas incómodas, pero ninguno se atrevió a abrir la boca.

El coche de Zhao Lian avanzó lentamente por la avenida hasta perderse entre el tráfico. Yuwei, ya dentro de la universidad, se ajustó la mochila al hombro y respiró profundo. El murmullo de los estudiantes, los pasos apresurados y el ruido de la lluvia aún cayendo sobre los techos metálicos llenaban el ambiente.

Fue entonces cuando lo vio.

Chen Yifan.

Se acercaba con la misma expresión que recordaba de su vida pasada: fingida preocupación, el ceño fruncido, la respiración entrecortada y un vendaje mal puesto en la ceja, cortesía de los hombres de Zhao Lian la noche anterior. Aún con el rostro marcado por los golpes, trataba de proyectar esa falsa aura de “príncipe herido” que tantas veces la había hecho caer.

En su otra vida, ella lo recibió con lágrimas en los ojos, temblando de miedo y sintiéndose culpable por la paliza que él había recibido. Había corrido hacia él como si fuera su salvación.

Pero ahora, no.

Ahora, Yuwei lo observaba con la calma helada de quien conoce la verdad. Sabía que tras esa mirada lastimera no había amor, sino manipulación. Sabía que cada palabra que estaba a punto de salir de su boca era veneno disfrazado de dulzura.

—Yuwei… —dijo él, llegando a su lado, con la voz cargada de dramatismo—. ¿Estás bien? Me dijeron que tu tío…

Se interrumpió, como si de repente el dolor en el rostro lo venciera, y bajó la mirada, mostrando el vendaje como quien muestra una herida de guerra.

Ella lo miró fijo, sin pestañear. Por dentro, la rabia le hervía al recordar el cuchillo en su abdomen, las risas de él y de Jiahui mientras la dejaban desangrarse. Pero su cara no lo reflejaba. Su sonrisa fue suave, casi tierna, como si aún creyera en sus mentiras.

—Estoy bien —respondió, con una voz dulce que contrastaba con la tormenta que llevaba dentro—. ¿Y tú? Te ves… malherido.

Yifan levantó la cabeza al escuchar su tono, confundido por un instante. Esperaba verla alterada, llorosa, frágil como siempre. No esa calma inquietante.

—No importa lo que me haya pasado —susurró, inclinándose hacia ella como si intentara protegerla—. Lo que me preocupa es que él te siga controlando. No puedo soportar que sigas viviendo como su prisionera.

Las mismas palabras que antes la habían convencido.

Las mismas frases que la habían arrastrado a la muerte.

Pero esta vez, Yuwei sonrió de nuevo, y su mirada brilló con un destello gélido que él no supo interpretar.

—Tienes razón —dijo despacio, acariciando con fingida delicadeza el vendaje de su ceja—. No es justo.

Él se tensó bajo su toque, sorprendido por la ternura.

Ella, sin embargo, por dentro solo pensaba una cosa: “Juega, Chen Yifan. Juega como antes. Esta vez, la presa eres tú.”

Dentro del auto, el silencio era denso. El parabrisas se empañaba con la lluvia y el murmullo lejano del tráfico apenas lograba suavizar la tensión que se respiraba. Zhao Lian tenía la cabeza apoyada en el respaldo, pero sus ojos permanecían abiertos, fijos en un punto invisible.

El recuerdo del beso en su mejilla todavía ardía.

Ese gesto, tan repentino, tan fuera de lugar en ella, le había dejado la mente hecha un caos.

Por un segundo había sentido que la tenía… que Yuwei, después de tantas mentiras y huidas, por fin le daba algo.

Pero Zhao Lian no era ingenuo. No podía permitirse confiar tan fácil, no después de todo lo que había pasado.

Lentamente, tomó su teléfono del bolsillo interior de su chaqueta. Marcó un número que conocía de memoria.

—¿Sí? —la voz al otro lado respondió rápido, grave, firme.

—Tang Ruo —murmuró Zhao Lian, mirando por la ventana mientras veía a los estudiantes cruzar la avenida bajo los paraguas—. Encárgate de algo para mí.

Hubo una pausa breve.

—Diga, jefe.

Los dedos de Zhao Lian tamborilearon contra el volante, su mandíbula se tensó.

—Vigílala. A ella y al imbécil de Yifan. —Su tono no dejaba lugar a dudas—. Quiero saber cada palabra, cada movimiento, cada mirada. Si respira cerca de ella, me entero.

—Entendido.

Zhao Lian colgó sin esperar respuesta. Guardó el teléfono y se acomodó en el asiento. Sus ojos se cerraron un instante, solo para volver a abrirse con ese brillo oscuro que lo hacía parecer un depredador a punto de lanzarse.

No confiaba en Yuwei.

No confiaba en sus sonrisas repentinas ni en esa dulzura que parecía tan falsa como real al mismo tiempo.

Y sin embargo… el lugar donde sus labios habían rozado seguía ardiendo, quemándole la piel como un recordatorio maldito.

—Esta vez no vas a escapar de mí… —susurró entre dientes, dejando que las palabras quedaran atrapadas en la penumbra del auto.

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Cardona salazar yolanda
lo que he leido hasta ahora me ha gustado
Flor R
me encanta a ver si aprende su papá y su otro disque hermano si siguen buscando también van a querer un tratamiento especial también 👌👌👌👌🤭🤭🤭🤭
Flor R
siiii lo va hacer picadillo me cae que si todo por Yuwei siiiiiiii me cae súper bien Lian
Martha Mena Wong
wowwwww buenísima por favor más capítulos quiero ver a esa horrible familia caer desgraciados
Martha Mena Wong
no se vale yo aquí mordiendo ya no las uñas la mano completa
Martha Mena Wong
siiiiiiiiii que los haga sufrir a los malditos
Martha Mena Wong
que babosa sin querer queriendo jodió al papacito tio
Martha Mena Wong
muaaaaaaaaaaaaa que bien me encanta estupenda historia
Martha Mena Wong
Felicidades autora está muy buena la novela.
Martha Mena Wong
excelente ahora le tocará convencerlo de que cambio
Flor R
esto solo es el inicio de la venganza de lian no se va quedar con las ganas de darle en su mandarina a ese bruto que no se fueron con quién se metió lo va hacer picadillo seguro .....🤭🤭🤭🤭👌👌
Flor R
Lian es el mejor hombre del mundo 🌎
Flor R
Lian siempre mantiene la calma aunque por dentro está como un volcán ellos se lo buscaron que después no se quejen 👌👌👌
FairyTessa
han despertado al demonio 😱😱
FairyTessa
sabrán lo que es vivir en el infierno en la tierra 😱😱😱😱
Esther Grace: ahora es donde todo se pondrá bueno😏🔥
total 1 replies
FairyTessa
😱😱😱😱 le gusta jugar con la muerte nk le teme al peligro
FairyTessa
ufff 🔥 🔥 🔥 🔥 🔥
Flor R
a la próxima noche nomás pasa tío Lindo tío Hermoso 🤭🤭🤭☺️☺️☺️
Flor R
yo quierooo un tío así siiii
FairyTessa
la venganza es dulce pero es un platillo que hay que disfrutar lentamente jajajaja 😈😈😈😈
Esther Grace: sin duda alguna 🤣🤣
total 1 replies
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