Seré La Protagonista Para El Villano

Un rato después, tanto como el barón y Sasha se encontraba discutiendo por el problema de hace unos momentos.

— ¿Como se te ocurre dejar que el rey te quitará el título de duque?... Y ahora ¿Que pasará?... Él te prometió un título de duque, ni menos de eso te puede dar.

— haré todo lo posible para que reconsidere el título el duque, no te preocupes Sasha, Margareth no se saldrá con la suya.

— pues yo creo que sí... Aún así, un divorcio no es perdonado por la sociedad y menos para una mujer como ella, así que me encargaré de humillarla.

Sasha aún seguía con la rabia por dentro, no podía creer que esa débil mujer pudo quitarle lo más anhelado, su título de duquesa.

_________________ dos días después.

Como era de esperarse, los dos día pasaron con rapidez, en tan solo en ese tiempo, Margareth logró conseguir a una familia que deseara comprar la mansión, al parecer, esa familia siempre a deseado esa residencia y al ver la oportunidad Margareth no dudo en hacer el trato, así que le han dado una semana para dejar la casa vacía por completo, era de esperarse que el barón no le agradará la idea, pero tanto como el y Sasha tendrá que empacar lo más pronto posible.

Aún así, Margareth solo debía preocuparse por una cosa, y era su hija, Giselle. Ambas había estado juntas desde entonces, la joven ayudo a su madre en escoger un lindo vestido para el banquete, pues quiere que sea la mujer más linda en el baile y que así pueda captar la atención de un buen partido. Giselle ya tenía su atuendo apartado que era de la boda y que iría a la igual que el príncipe.

Ahora mismo, en el palacio,

Margareth ayudaba a su hija en prepararla para la ceremonia. Era un vestido ligero pero hermoso.

Giselle temblaba un poco, aunque este matrimonio sea por un trato de ambos reino, siente un cosquilleo en su estómago. Muy pronto, su nueva vida comenzará y tal vez eso le dé algo de nervios, aún así, ella seguirá ante cualquier adversidad.

— no angustie, hija mía, todo saldrá bien.

— lo sé madre, luego de la boda, estaremos en un país extranjero.

— pero yo estaré contigo y tu conmigo, estaremos juntas. Así que no hay que temer, se fuerte y valiente...

— lo seré madre...— Margareth besa la frente de Giselle y una sirvienta dice.

— ya es hora, señorita, los invitados ya están esperando en el templo.

Asintiendo, ambas se van para así asistir al templo, donde se estará llevando a cabo la ceremonia oficial de la boda. Dónde por fin se sellará la alianza de los dos reinos.

Giselle al separarse de su madre en el templo, caminaba hasta la entrada de la sala en donde se llevará la ceremonia. Antes de presentarse, piensa que en las bodas, el padre de la novia debía escoltarla hasta el altar, pero desde esa vez, no le ha dirigido la palabra al barón ni él a ella. Cabizbaja mira antes de entrar. Sin embargo, alguien la detiene.

— veo que no tiene a nadie que la escolte ante el príncipe, señorita Giselle.

Al subir su mirada, Giselle se sorprende al ver a Leonard.

— Leonard...— con una sonrisa, pero decaída, ella le comenta—... No, de hecho mi padre ya no me habla solo por defender a mi madre, pero no me arrepiento, ella es lo que más me importa... Pero... ¿Que hace aquí?... ¿No debería estar con el príncipe?

— lo sé, y ahora mismo iba donde el príncipe, pero al saber que no tiene a nadie que la escolte... ¿Me permite hacer ese honor aunque no sea su padre? Sería una pena que entrara sola— Leonard extendió su mano, esperando la respuesta de la joven.

Sin dudarlo, ella lo tomó con una pequeña sonrisa.

— le agradezco por ello, Leonard, no sabría cómo pasar sola.

— como una vez le dije, usted será parte de la familia que tengo que proteger... Si su alteza no puede protegerla, yo lo haré, aunque dudo mucho que el príncipe no cumpla su palabra de cuidarla...

Leonard ayuda a pasar a Giselle y es donde comienza la orquesta anunciando la llegada de la novia. Los presentes se levantan y miran a la encantadora novia ser acompañada por un hombre que no era su padre. Ya que el barón estaba en un asiento alejado, veía como alguien que no era él escoltaba a su hija, pero se sorprende más al saber que era ese tipo, el mismo que lo humilló delante de Margareth.

— ¡Ese mal nacido!... ¡¿Que hace escoltando a Giselle?!— susurró él, con gran enfado. Como si le hirviera la sangre a no más poder.

— Enrique... Cálmate, estás en público...— le murmuró Sasha, ya que se ve como el barón rechina los dientes.

Leonard entrega a Giselle al prometido. Isaac miraba un poco extrañado a su general, pero no comenta nada y solo toma la mano de la novia.

— estás hermosa. No esperaba menos de mi futura esposa.

— te lo agradezco... Leonard fue muy amable en acompañarme. Tuve un problema con mi padre y por eso no esta aquí conmigo...

— ya veo... Desde ahora, siempre podrás contar con Leonard y conmigo.

Isaac lo comprendió por completo, pues también tiene un padre que casi no le importa lo que haga si no es a su beneficios, y Leonard siempre ha sido alguien de apoyo.

Isaac toma la mano a Giselle en el momento donde el padre daba las palabras de la unión entre ambas parejas, llegando así a la parte donde se sellaría todo.

— y ahora los declaro marido y mujer. Ya puede besar a la novia, su majestad.

Tanto como Isaac y Giselle se observaron, la joven no evitaba ponerse ruborizada, este sería su primer beso. Aún así, el príncipe se acerca a ella y le besa la mejilla a solo poco de sus labios. Luego le susurra al oído.

— perdoname... Pero si te beso ahora, no hallaré el momento de parar...

Al separarse, todo los presentes aplaudían el momento, ya que ambos estan Oficialmente casados, pero Giselle únicamente miraba a su recién esposo emocionada, pues ahora entiende que Isaac si está interesada en ella más que solos amigos.

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