Obsesiones Y Tentaciones

...MARIELA MELLER...

Mi trabajo está en una etapa crítica y siento que ya éste mes o tal vez el próximo ya nos quedaremos los pocos que estamos aún trabajando desocupados.

Ángeles ya está por dar a luz y vivo pendiente del teléfono en caso de que ella me llame, pero los mensajes de Alejandro no dejan de llegar pidiéndome explicaciones y hasta volver o sino haciéndome propuestas para asistir a Tentaciones como su acompañante.

Sigo buscando trabajo sin éxito y he tenido que comprar más ropa porque he perdido aún más peso. Ahora puedo decir que me siento muy bien conmigo misma, el espejo me muestra que con tanto sacrificio y preocupación por mí salud he mejorado y eso me enorgullece.

Vi a Alejandro quien me miró sin ningún tipo de disimulo, casi babeando y yo muy dentro de mí gozando porque él no podía volver a tenerme nunca más. Ahora que me veo aún mejor ha mejorado incluso los regalos que me envía, como si eso cambiara algo. Cada vez más rencor despierta en mi, porque me ve y si aún estoy más delgada su interés más crece y el dinero que gasta aumenta.

Lo último que me envió fue un contrato de sumisión con excelentes beneficios económicos porque se enteró de lo que está sucediendo en mi trabajo y hasta planea ser aún más generoso de lo que fue antes.

He bloqueado todos los números de los cuales se comunica y aún sus mensajes siguen llegando así sea de otros números, hasta en redes sociales recibo notificaciones suyas. Siento que hasta ahora fui muy paciente pero que es momento de cambiar de táctica y decirle de una vez todo lo que se merece.

Decidí contestarle como merece la próxima llamada, ya me conocerá enojada y no le gustará eso.

El teléfono suena anunciando una llamada y no reconocí el número, asumí que era él. No eran muchas las personas que me llamaban.

📱Espero que entiendas que no quiero volver a verte ni tampoco saber de ti y que ese contrato te lo puedes meter...- una voz reconocida que no era de Alejandro detuvo lo que iba a decirle

📱¿De qué contrato estás hablando? ¿Quien creíste que era? Soy Tiziano, este es otro número que uso, no lo tenías tu- aclara con su voz calmada y yo quiero morirme

📱Creí que hablaba con mi jefe, el contrato que me ofrece es pésimo y lo que planea pagar es mucho menor por más horas, perdóname, ¿Para que me llamabas?- no me enorgullecía de mentir tan descaradamente pero no pensaba decirle lo que Alejandro y yo teníamos, no tenemos la confianza suficiente para eso

Confío en el cómo médico pero como hombre y amigo recién lo estoy conociendo. No se nada de él, no lo considero una mala persona pero no tengo el nivel de confianza suficiente para decirle que soy sumisa.

📱Entiendo, día difícil. Quería saber si podrías acompañarme a comprar algunas cosas para nuestro ahijado- a esa invitación no podría negarme de ninguna manera, ver esas cositas hermosas y delicadas a cualquiera le alegran el día y justamente eso me hace falta

📱Cuando tu quieras

📱Puedo pasar por ti ahora

📱Ok, te espero

Colgamos, me miré al espejo y solo necesité buscar una chaqueta para salir.

Llegó Tiziano y salimos. Él había visto algunas mantas y accesorios que eran hermosos; además de ropita súper linda. Ésta vez no demoramos mucho en comprar. Nada como la primera vez que salimos, esa si que sería inolvidable.

-¿Quieres ir a un restaurante o prefieres que vayamos a tu casa o a la mía?

Vi un lindo restaurante pero que no iba entrando allí era Alejandro así que decidí que mejor vayamos a su casa. No comprendía por qué siempre pasaba lo mismo, tal parecía que desde un tiempo para aquí me encontraba a Alejandro en cualquier lugar.

-Mejor vamos a tu casa, no cocinas mal- comenzó a conducir en silencio pero después habló bajando la velocidad

-¿Es porque quien iba entrando a ese lugar era él?- se había dado cuenta enseguida del por qué de mi negativa

-Si, es por eso. Intento evitarlo cuánto más puedo, en algún momento se cansará y dejará de insistir, además como pudiste ver siempre está acompañado- lo vi del brazo de una morena muy linda a quien ahora no tenía nada que envidiarle

Luego él quiere estar conmigo, ¿Es que planea un harén? Porque no estoy interesada en ocupar un lugar en su cama compartida quien sabe con cuántas mujeres. Lo peor es que las enamora y después las desecha, se que con la chica que estaba cuando me dejó pasará lo mismo si es que no sucedió ya. A ella también la deja sola por ir detrás de otra falda y me atrevo a pensar que cuando ella encuentre alguien más, lo tendrá detrás suplicando atención, tal y como hace conmigo.