Lorena era una mujer que vivía en el mundo moderno. toda su vida anelo tener un hombre quien la quisiera y luego tener la familia que anhelaba.
pero lastimosamente Nunca se pudo. ya que ella siempre estubo al servicio de su madre cuando enfermo y después al de sus hermanos dejándose ella en último lugar. .... un suceso la hizo ver que era lo que había hecho con su vida llegando a la conclusión de que no hizo nada. y mientras estaba en el hospital a sus 51 años y que ninguna persona la fuera visitar, ni siquiera aquellos niños que cuido como si fueran suyos.
penso. en la próxima vida será......
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Maratón #4.
Comienzo del flashback:
Un día antes, los bastardos a los que llamo hermanos se largaron de mi casa. No había manera en que ya estuvieran lejos de mi presencia. La tensión en la mansión estaba en su punto más alto, y si hablamos de la convivencia y cortesía, era nula en ambas partes. Ellos pensaron que al intimidarme e imponer su presencia, harían que yo me doblegara. Pero la verdad es que estoy cansada de siempre estar en el último lugar de todo. Y para ser honesta, en Maleja era ese punto en el que ellos tenían puestas sus garras para exprimir siempre que podían. Querían tener acceso a mi fuente inagotable de dinero, llegando a pensar que eso nunca iba a cambiar. Pero es obvio que en cada hora que pasa en esta casa se están dando cuenta de que todo cambió. Y es una situación con la que ellos no contaban.
Por lo que he averiguado en el tiempo que he estado aquí, o sea, un poco más de dos años, 15 mucamas han renunciado sin algún motivo aparente. Pero por la escena que presencié con Mariano y Aura en aquella ocasión, estoy por pensar que algo tiene que ver ese maldito. O incluso los dos tienen algo que ver en las renuncias de cada chica que salió de esta casa. Lamentablemente para ellos, eso es algo que no pienso tolerar, y mucho menos dejar pasar. Apenas tenga la plena certeza y pruebas de que ellos tuvieron algo que ver, desearán nunca haber cometido aquellos actos aberrantes. Y aseguro que nunca más lo volverían a cometer.
En este momento me encuentro en la parte superior de la mansión. Me gusta en las tardes poder sentarme aquí, en la pequeña terraza que se encuentra ubicada a un paso del vacío que está aquí al frente. Ojo, no sería loca de lanzarme, pero es que el viento y la vista que están aquí son de los mejores. Aquí arriba me siento en paz y siento que soy inalcanzable.
Todas estas horas de ayer y hoy me han dado a observar y conocer cada empleado y cada rincón de esta hermosa mansión en la que hoy es mi casa.
Correcciones:
Como ahora estoy sentada en el pequeño banco sin barandal, nadie sabe que estoy aquí arriba, ya que Aura, quien es mi dama de compañía y siempre está a mi lado, por el episodio anterior le cedí unos días para que descansara con su familia y pudiera recargar energía para querer volver y estar rodeadas de personas indeseadas.
Cuando estaba en mi vida anterior, siempre me gustó la lluvia y escucharla caer. El sonido que producía al hacer contacto con el techo encima de mi cabeza era mi modo zen. En verdad, anhelaba la lluvia, ya que me hacía sentir que todo estaba bien. La lluvia con su agua bendita limpiaba toda aquella suciedad que había en la calle, para luego dejar pequeños charcos que solo reflejaban el cielo en ellos y el arcoíris que vendría después, para hacerme saber que todo estaría bien. En verdad, era feliz con esos pequeños detalles.
Como en estos momentos estoy aquí sentada en la parte superior de la mansión en la que hoy es mi casa, cabe resaltar que parece un pequeño edificio. Si tan solo llegara a resbalar, la caída sería fatal para mí.
Pero es que, simple y sencillamente, me encanta experimentar la libertad que puedo sentir desde aquí arriba, ver caer los pequeños rayos y escuchar el ruido producido por los relámpagos que se notan en la lejanía, iluminando el cielo como si estuviera fracturado. En verdad no hay nada mejor que esto.
Estoy sentada mirando todo y siento la presencia de alguien a mi espalda. Por el olor que desprende, sé quién es: Mario. Por alguna razón que no comprendo, su presencia en sí me repele. Hay algo en él que no me gusta y esa sensación es muy confusa para mí. Sin siquiera voltear a mirarlo, le digo: "¿Qué quieres, Mario?".
A pesar de la fuerte lluvia, puedo escuchar cómo se va acercando hacia mí por el sonido de sus zapatos. Termina por colocarse a mi lado mientras habla.
"Hermana, ¿estás feliz porque mañana nos vamos de tu casa?".
"Dichosa me encuentro".
"Sabes, querida hermana, me enteré de que estás embarazada. ¡Qué felicidad y dicha para tu esposo, cierto, pequeña Maleja!".
"Sería obvio, ya que el próximo heredero del Ducado Greco lo estoy gestando".
No sé en qué momento pasó, pero de un momento para otro, Mario se acerca hacia mí, tomándome del cuello y me dice: "Mira, pequeña estúpida, mamá me contó lo que, según tú, quieres. Demás está decir que también Mariano me contó lo del suceso con la otra plebeya. Ahora bien, yo te contaré lo que yo quiero y tú lo harás. Métete algo muy bien en tu cabeza: tú nunca serás alguien importante para nosotros, solo eres mi marioneta desechable y como mi juguete personal, vas a volver para hablar con MI MADRE y decirle que ese día no sabías que tenías y que nosotros nos podemos quedar todo el tiempo que queramos. ¿Entendiste?".
Mientras que él sigue hablando, de un momento para otro lanza su mirada hacia el vacío para luego volver a mirarme y vuelve a hablar: "Sabes, hermana, sería un suceso muy lamentable que la Archiduquesa Greco cayera del techo de la mansión, un lugar donde todos tienen el paso prohibido porque pueden resbalar y caer de él".
Al escuchar sus palabras, no puedo evitar asustarme un poco, mientras que con un poco de presión en mi cuello, me va cortando la respiración un poco más, y luego decide acercarme hacia el filo del vacío.
(Pensamiento) Tengo miedo.
Por cierto, hermana, no sabes cuánto disfruté cada momento.
-¿Qué?-
Oh, cierto, tu memoria es débil. El tomar tu pureza, el quitarte aquella inocencia que tanto guardabas, fue muy satisfactorio para mí. Y al enterarme de que estás embarazada, sabes, el incesto es algo que se paga muy caro, incluso es un pecado.
Responde mientras escucho cómo sus mismas palabras le causan gracia y se empieza a carcajear a costa de mi sufrimiento.
(pensamiento) Este maldito bastardo ultrajó a su propia hermana. ¿Qué clase de malditos psicópatas me dieron como familia?