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Capítulo 13
"Abuelo..."
"¿Dónde está tu esposo?, ¿crees que esto es correcto?, ¿dónde está tu respeto hacia él?", regaño el abuelo Fabien a Damen antes de que este continuara hablando.
La Señora Juliet se paró delante de Andrew cubriéndolo de la vista del anciano y le indicó que se alejara haciendo señales con su mano.
Andrew se escabulló entre la multitud dando una última mirada de odio hacia el anciano y se alejó sin ser visto.
La asistente de Damen presenció todo esto y salió apurada en busca de Mikkel.
Mikkel estaba aturdido de pie en el balcón observando a las personas, había distintos tipos de parejas; pensar que una mujer alfa era capaz de embarazar a un hombre omega, fue algo que lo impactó.
Él mismo tenía la capacidad de embarazarse, nunca lo hubiera imaginado, pero ahora era posible.
Mikkel puso su mano sobre su plano vientre, imaginó por un momento, solo por un momento, a él esperando un bebé y el rostro sonriente de un pequeño niño.
"¿En qué estoy pensando?", murmuró Mikkel cubriendo su rostro ruborizado.
Sin embargo, recordó todo lo qué implicaba tener un bebé, su vida no había sido fácil, no tuvo la suerte de tener una buena familia, además, todo el proceso de tener un bebé se veía doloroso.
Sin mencionar el lugar por donde nacía el bebé.
"No, no, eso sería doloroso", mencionó Mikkel colocando sus manos sobre sus posaderas.
"¡Señor Hyde!", la asistente se acercó corriendo en ese momento gritando su nombre.
Mikkel volteó a ver a la asistente quien se veía agotada.
"Señor, debe venir conmigo, lo están esperando", expresó rápidamente la asistente tomando la mano de Mikkel.
Mikkel fue arrastrado hacia el salón sin saber lo que sucedía.
"¿Quién?", preguntó mientras era llevado por la asistente.
"Su suegro y el abuelo Fabien"
"¿Mi suegro y el abuelo?", se cuestionó Mikkel.
En el libro se mencionó al padre de Damen solo una vez, claro, hasta el capítulo en donde llegó a leer.
En cambio, el abuelo no llegó a mencionarse.
"Debí terminar de leer ese libro", suspiró Mikkel.
Pronto llegaron al centro del salón donde se encontraban varias personas reunidas, la asistente guio a Mikkel hasta el frente de esas personas para reunirse con la familia de su esposo.
"Espere, quiero tomar algunos bocadillos antes de que se terminen", expresó Mikkel, prometió llevar algunos para la Señora Romy a casa.
"Yo lo haré, no se preocupe, tomaré varios para usted antes de que se terminen", indicó la asistente dejando a Mikkel al lado de Damen.
Mikkel miró a las personas delante de él, un alto hombre de edad muy parecido a Damen y un hombre más pequeño quien parecía ser el abuelo, un hombre anciano de buen aspecto que irradiaba seguridad.
"Será mejor que te mantengas callado", dijo Damen en voz baja dirigiéndose a Mikkel.
Mikkel giró su mirada hacia Damen e inmediatamente sintió enojo al verlo.
"Cállate, no quiero escucharte", expresó con molestia.
Ya había escuchado demasiado en el jardín cuando fue llevado por el alfa, lo menos que quería ahora era oírlo.
"Ven aquí niño, déjame verte de cerca", habló el abuelo Fabien pidiéndole a Mikkel que se acercara.
Con un poco de temor, Mikkel se acercó al abuelo sin antes saludarlo.
"Buenas noches, abuelo", saludó con una sonrisa.
"Buenas noches, Señor", saludó también al padre de Damen.
El abuelo Fabien sonrió y observó a Mikkel de cerca, era difícil para un omega resistirse a las manipulaciones de la familia, él comprendía muy bien todo por lo que había pasado Mikkel, llevado a un matrimonio forzado por la ambición de su familia, teniendo así que casarse con alguien como su nieto.
Tenía el conocimiento de que el matrimonio terminaría pronto, así que se encargaría de que Mikkel fuera tratado bien hasta que ese día llegara.
"Te ves muy bien, es bueno verte contento, el abuelo se encargará de todo ahora, así que no te preocupes", sonrió el abuelo Fabien palmeando el rostro de Mikkel con delicadeza.
"Un joven tan gentil y apuesto, lamento tanto que tengas que tratar con mi nieto y su madre", dijo angustiado el abuelo.
"No se preocupe, estoy muy bien", sonrió Mikkel.
El abuelo Fabien tomó la mano de Mikkel y caminaron juntos hasta el lugar en donde se llevaría a cabo el brindis.
Damen fue el encargado de oficiar el brindis, ya que él cerró aquel importante negocio.
Toda la familia protagonista estaba en el centro del salón sosteniendo copas de champán.
Con los aplausos de los presentes, la celebración siguió su curso con normalidad.
Mikkel ayudó al abuelo a sentarse en la mesa ya preparada para la familia, la cena empezó a servirse cuando todos estuvieron sentados.
"¿Quiere algo más?", preguntó Mikkel al abuelo Fabien.
"No, no, todo está bien, empieza a comer", indicó el abuelo.
La cena se veía deliciosa, era una comida en pequeña cantidad, pero fácil de comer, algo que tranquilizó a Mikkel porque tendría problemas si fuese una comida extraña que no conociera.
Mikkel empezó a comer usando hábilmente los cubiertos.
"Pensé que no sabrías utilizar los cubiertos", dijo Damen quien estaba sentado a su lado con una sonrisa sarcástica.
"Pensé que sabrías comportarte en una mesa", sonrió Mikkel mirando a Damen.
"Ja, ahora debes sentirte realmente bien como para hablar de esa manera", expresó Damen tomando una copa de vino.
Con el abuelo presente, Damen no tenía mucha libertad para ir al lado de Andrew por ahora, ya que el abuelo se encargaría de que Mikkel no se viera humillado.
Mikkel entendió las palabras de Damen perfectamente.
"Damen", llamó Mikkel.
Damen volteó a ver al omega quien se atrevió a llamarlo por su nombre con molestia, cuando un trozo de pollo entró a su boca antes de que hablara.
"La comida se enfría, está deliciosa, ¿verdad?", mencionó Mikkel con una gran sonrisa mientras sostenía el cubierto cerca de la boca de Damen.
Ambos se miraron en silencio hasta que la risa del abuelo se escuchó.
"Ja ja ja ja ja"
Solo entonces, Mikkel se dio cuenta de que toda la familia de Damen estaba sentada junto con ellos.
"Lo siento, es que no dejaba de hablar", se disculpó avergonzado.
"No te disculpes, a mi también empezaba a molestarme", dijo el abuelo Fabien palmando la mano de Mikkel.
La cena terminó sin ningún inconveniente.
Ya era tarde en la noche cuando la fiesta llegaba a su fin, Mikkel subió al auto en el que vino después de despedirse del abuelo y de sus suegros.
Como al llegar, Damen también subió junto con él y partieron hacia la casa de Mikkel.
"Aquí tiene Señor Hyde", habló la asistente pasándole una gran bolsa a Mikkel con todo tipo de bocadillos dentro.
"Gracias, ¿no quiere algunos?", preguntó Mikkel.
"No, está bien, gracias, ya comí demasiado", se negó la asistente con cordialidad.
"¿A usted le gustarían algunos?", preguntó Mikkel dirigiéndose al chófer.
"... No, también comí demasiado, gracias", dijo el chófer en respuesta.
Mikkel asintió y sostuvo la bolsa con alegría.
"¿Tan contento por una simple bolsa?", cuestionó Damen de repente.
"Te ves como un muerto de hambre", añadió con burla.
"La comida es un tesoro, hay que disfrutarlo mientras se pueda", sonrió Mikkel sin importarle las palabras de Damen.
Damen observó al omega en silencio, era alguien tan extraño e impredecible.
El celular de Damen sonó en ese instante y este contestó después de ver de quién se trataba.
[¿Vendrás a mi departamento?, me siento muy triste después de lo que pasó hoy], dijo Andrew desde el otro lado.
"No, debo ir a la casa principal, mi abuelo espera por mí ahí, te veré otro día", contestó Damen.
[... De acuerdo, pero ven en cuanto puedas, te extraño], se quejó Andrew.
"Está bien, ahora debo colgar", Damen colgó la llamada después de esas palabras.
Mikkel escuchó la conversación con desagrado, estas dos personas son tal para cual, pensó.
La casa de Mikkel estaba a la vista, Mikkel se preparó para salir del auto en cuanto se detuvo.
"Gracias por traerme, buenas noches", se despidió del chófer y la asistente antes de salir.
Sin embargo, Damen salió detrás de él.
"Mikkel", lo llamó con voz profunda.
"¿Qué?", contestó Mikkel de mala gana.
Tan pronto como volteó a ver al alfa, un trozo de limón ingresó a su boca, Mikkel sintió la amargura del limón en su paladar y lo escupió de inmediato.
"Cof, Cof", tosió con desagrado, ese limón en especial era muy amargo.
Mikkel levantó la vista para enfrentar a Damen, pero el auto ya había desaparecido.
Dentro del auto, la fuerte risa de Damen hizo eco en el lugar, ver la expresión de Mikkel fue realmente gracioso.