Viviana Smith, ha estado enamorada de Tomás Jhonson desde su primer año en la universidad, fue para ella amor a primera vista, lastimosamente el solo tiene ojos para su novia Kendall, vivían se ha resignado, está segura que nunca va a tener una oportunidad con él, pero debido a una trampa puesta por Jeimy su mejor amiga y hermana de Tomás, ellos terminan casados, durante varios meses Vivían sufre por los desplantes y desprecios de Tomás, pero un día, después de un fatal accidente, ella decide olvidarse de él marcharse lejos, pero jura vengarse de las personas que le hicieron daño y acabaron con lo más preciado para ella.
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Capítulo 13
No te hagas ideas.
Lorenzo
Detengo el auto frente a la casa de la señorita Smith y salgo de este, justo cuando lo rodeo, ella sale de la casa, luciendo un vestido que se le ajusta al cuerpo dejando apreciar su hermosa figura, resaltando su ya exuberante belleza dejándome idiotizado, se acerca a mí con sus labios carnosos pintados de un vino tinto que hace que se vean aún más apetecibles, sonriéndome como es habitual en ella de manera amable.
— Buenas noches señor Salvatierra. — me saluda, trago en seco y obligo a mi cerebro a crear una oración para poder contestar su saludo.
— B.. Buenas noches señorita Smith. - respondo.
¿Buenas noches? Como dirían en la tierra de mi madre, " buena está la que llegó"
— Permítame decirle, que usted luce muy hermosa hoy. — Digo, ella sonríe un poco apenada.
La verdad ella siempre se ve hermosa y quisiera aclararle eso, pero temo que se vaya a malinterpretar así que mejor me guardo ese pensamiento.
— Gracias, señor, usted también se ve muy bien hoy. — me responde y puedo ver sus mejillas sonrojadas.
— Muchas gracias, señorita Simit. — le abro la puerta del auto y ella sonríe.
— Gracias. — dice y se adentra a este, no puedo evitar mirar a su trasero, vuelvo a tragar en seco y miro hacia otro lado.
¡ Madre mía está mujer! ¿ Por qué tiene que ser casada?
Cierro la puerta del auto y lo rodeó, me meto y le sonrió, ella se está abrochando el cinturón de seguridad, hago lo mismo y echo a andar el auto.
Varios minutos después llegamos al lugar donde se va a realizar la exposición de arte, somos recibidos por el anfitrión y algunos periodistas, pero a estos últimos los esquivo rápidamente.
— ¿ Ya había estado en un evento de estos señorita Smith? — le pregunto y ella niega moviendo la cabeza de un lado a otro.
— No, pero si me habían contado cómo era y bueno me alegra haber elegido bien mi atuendo para esta noche. — dice y sonríe.
— Bueno, puede disfrutar de la velada, pero esté atenta a cualquier dato que surja mientras yo Converse con alguno de mis conocidos. - ella asiente. — Y hablando de eso, justo ahora se acerca uno de ellos. — Musito en voz baja.
— Lorenzo, es un gusto verte. — habla la persona, llegando a nuestro lugar. — La verdad no pense encontrarte aquí, ya que sé que disfrutas muy poco de estos eventos. — Comenta y mira a la señorita Smith de manera apreciativa. — ¿ Quién es esta belleza que te acompañe hoy ?
— Hola, John, Pues sí tienes razón tío, no me gusta mucho asistir a estos eventos, pero no sabemos con lo que nos podemos encontrar, tal vez surja la oportunidad de entrar a un buen negocio. — comento. — La señorita es Vivían Smith mi asistente, señorita Smith él es John fénig, es un viejo amigo y actualmente socio de la multinacional. — ella le sonríe amable.
— Mucho gusto señor John .
— Oh, El gusto es mío, déjeme decirle que es usted una mujer hermosa. — veo como sus mejillas se sonrojan un poco y ruedo los ojos, para después darle una mirada de advertencia al gilipollas, el capta la indirecta y sonríe con sorna.
— Bueno, dime ¿ Cómo van las exportaciones desde Colombia? - indaga, cambiando de tema.
— Eso va bien, afortunadamente, hemos logrado llegar a un acuerdo y...
Pasan varios minutos en los que me mantengo hablando con Jhon, luego este se marcha y al poco tiempo otro conocido se acerca a mí, la señorita Smith se mantiene atenta y cada vez que mencionan algo que puede ser importante está hace un gesto como si lo estuviera anotando en su mente, aquello me causa algo de gracia, pero me mantengo lo más serio posible, así pasa aproximadamente una hora y más.
— ¿ Le gusta? — le pregunto a la señorita Smith después de verla analizar un cuadro durante varios minutos, desde que la persona con quién hablaba, se había marchado, permitiendonos disfrutar de la exposición.
— Es muy lindo, la mezcla de colores me parece relajante. — me responde.
— Creo que todos los cuadros están a la venta. — comento ella sonríe.
— Me lo imaginé, pero por mucho que me guste no hay manera de que yo pueda pagar este cuadro, mi sueldo no da para eso. — Sonríe y después de varios segundos ella me mira espantada. — ¡ Oh Dios mío! No es que yo crea que tenga un mal sueldo! Usted paga un muy buen sueldo y mucho más ahora que he firmado el contrato de trabajador fijo, lo que quise decir es que estos cuadros deben valer una fortuna y yo no tengo ese dinero, ni con el buen sueldo que usted me paga lo podría pagar. Puede que usted crea que yo tengo dinero por el sector donde vivo, pero eso no es así, esa casa nos las regalo la abuela de mi esposo y de hecho ella es quien paga los gastos y ... — habla apresuradamente y no puedo evitar sonreír por aquello.
— No sé preocupe, señorita Smith, no me ofendió su comentario. — la tranquilos, ella asiente.
— Bueno, el cuadro es hermoso. — musita y vuelve a mirarlo. — dudo mucho que uno pueda pagarlo a cuotas. — susurra y sonríe irónica.
— No.
—Bueno, no importa. — ella sonríe y camina hacia otro de los cuadros.
— Ya vuelvo. — le digo y ella asiente, me dirijo hacia la persona encargada de la venta de los cuadros.
— Buenas noches señor, ¿En qué puedo ayudarlo? — me pregunta una mujer, con una sonrisa amable.
— Quiero ese cuadro. — le digo señalando el que anteriormente la señorita Smith veía con tanta admiración.
— Lo siento mucho señor ya ese cuadro fue apartado. — me dice y frunzo el entrecejo.
— Le pago el doble de lo que le van a dar por él ya mismo. — le digo ella abre los ojos sorprendida.
— Deme un minuto señor. — me dice y se aleja. Miro a la señorita Smith pasando de cuadro en cuadro, en un momento mira hacia su izquierda, y su expresión tranquila cambia inmediatamente, y noto como un semblante de tristeza se apodera de su rostro, miro en la misma dirección que ella para saber que la hizo cambiar tan de repente.
Una pareja, eso es lo que ve, y si no estoy mal, esa es la misma pareja que estaba en el club aquella vez.
La mujer, una rubia le devuelve la mirada a la señorita Smith, me dice algo al tipo y esté también la
mira, luego la rubia le sonríe con burla y toma el rostro del hombre con amabas manos y le da un beso en los labios, La señorita Smith desvía la mirada rápidamente, para luego dar media vuelta y caminar hacia la salida del lugar, frunzo el entrecejo y miro a la pareja, las rubia sonríe triunfal mientras el hombre mira la espalda de la señorita Smith con enojo.
¿ Quién es este gilipollas?
Señor. — escucho que me llaman y pongo mi atención en esa persona. — El cuadro es suyo. — me informa la manager.
— Muy bien, ¿ Tiene un datáfono? _ pregunto, ella asiente. — Si señor ya se lo traigo. — la mujer da media vuelta y la miro impaciente, la señorita Smith ha salido y no quiero que se marche, es muy peligroso que una mujer ande sola a estas horas.
Afortunadamente la mujer no se demora mucho, sacó la tarjeta de mi cartera y la paso apresuradamente por la ranura del aparato.
— Muy bien, por favor envíelo a la oficina de industrias Salvatierra a nombre de Lorenzo Salvatierra. — le digo a la mujer ella anota todo rápidamente. — Con permiso.