📚¡UN CEO! ¿DE PADRASTRO?
Él guarda una venganza.
Ella, un pasado que no la deja en paz.
Valentina es madre soltera y ha aprendido a sobrevivir en silencio.
De noche baila bajo luces artificiales de un club, ocultando su nombre, identidad y su dolor.
Todo su mundo se pone de cabeza cuando empieza a trabajar como secretaria del CEO más reconocido del país, mientras lucha por salvar a su hija enferma.
El amor es un lujo que no puede permitirse... o eso creía.
Armando Garza, frío, calculador y poderoso, tiene un solo objetivo: una venganza .
Pero su mundo perfectamente controlado se tambalea cuando una pequeña empieza a llamarlo “papá”...
Y cuando sus días se entrelazan con los de Valentina, la mujer que nunca debió cruzarse en su camino.
El deseo será inevitable.
El peligro, constante.
Y el pasado... letal.
¿Podrán amarse entre secretos, traiciones y mentiras?
¿Podrán forjar otra historia o su futuro ya está escrito?
Una novela con temas sensibles. No apta para todo público.
NovelToon tiene autorización de Frida Escobar para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Dudas.
***NARRADO POR ARMANDO***
Estoy en mi Penthouse, se acaba de ir Valentina y su hija.
El encargado me habla.
—El señor Julian está afuera.
—Dele acceso, por favor.
Le digo y no tarda en entrar.
—Quise entrar con mis llaves pero ya no pude, voy a requerir una copia de tus nuevas llaves.
Dice y lo ignoro.
— Me costó librarme de tus padres, me hicieron mil preguntas.
—Solo tenías que decirle que me lo pregunten a mi.
—Vi salir a Valentina, iba muy molesta.
—¿Aja y luego?
Le digo serio y el niega.
— ¿Te gusta no es verdad?
—Solo quiero que entienda que conmigo no puede ni podrá.
—Como digas.
Saca su celular y lo veo fruncir sus cejas.
—La hija de Valentina está en una clínica.
Me dice y ¿que ocurrió? Si se fue bien de aquí.
El se levanta y no dudo parandome, me pongo mi saco y salgo con Julián, subimos a mi carro.
— ¿como supiste?
— ya sabes uno que tiene contactos.
Se burla.
—Me hice amigo de la niñera.
Me dice cuando llegamos y entramos juntos, veo en la sala de espera a la tía y a la niñera llorando.
—Entra.
Me dice Julian y me señala dónde entro viendo a Valentina muy mal y no hablo de físicamente si no por sus ojos veo que la está pasando mal.
La pequeña está en la camilla y cuando me ve me sonríe.
—Hola papi.
Me dice y me acerco a ella.
—Hola, pequeña.
Le respondo y me cae muy bien.
— Me parezco mucho a usted.
—De eso no hay duda.
Le digo y el doctor entra viéndome raro.
—Hola doctor el es mi papi y vino a verme.
Le dice y la actitud del doctor me hace ponerme serio.
—Piensa en lo que te dije Valentina.
Le dice y la forma en la que le habla tan familiar me hace tensarme.
¿Que le dijo? ¿que tiene que pensar?
Las preguntas me inundan y el enojo por qué este médico no le hable de usted me hace salir.
—¿Todo bien?
me pregunta Julián y no tarda en salir Valentina con su hija en brazos.
—¿Te ayudó?
Le pregunta Julián pero la pequeña me mira.
—Quiero que me cargue mi papi.
Dice y se la quito a la madre, la cargo y salimos de la clínica.
—Tomate mañana.
Le digo y Valentina no dice nada.
—Hey, mañana quedate con tu hija.
Le digo tomandola del menton para que me vea.
—Se dice quédate con nuestra hija.
Dice una Emma somnolienta.
Julián y Trini sonríen, ya se lo que trama ese par.
Las acompaño a su carro donde las dejo y las veo irse
Julián me da un golpe en la espalda suspirando.
— esa niña está grave.
—Mandame su expediente.
—¿Aja y de dónde lo saco? ¿Me meto y lo robo o que?
Me dice serio.
—Siempre andas de chismoso, arréglatelas.
Le digo dejandolo parado mientras avanzo a mi carro, conduzco a casa de mis padres.
Cuando llegó la primera que sale es mi madre.
—Para solo ir a dejar a tu secretaria tardaste mucho.
—Madre, buenas noches.
Le digo al ver que ya oscureció.
Paso directo hacia el jardín donde mi padre suele estar.
—¿que crees que haces?
— No es de su incumbencia.
Le digo serio.
—Paseandote con esa mujer que conoces hace unos dias, y a la hija de quién sabe quién.
— Nunca he tenido que pedir permiso ni a ti ni nadie, soy libre de hacer lo que yo quiera.
— Me prometiste algo.
Me dice levantandose.
—Y lo cumpliré.
— Lo se, se que tienes palabra.
Me dice poniendo su mano en mi hombro.
—Se que lo cumplirás, por qué se sufriste en ese internado, se que sufriste conmigo en la cárcel y sufriste al ver a tu madre siendo humillada, esas lágrimas que nuestra familia derramo haremos que la de ellos sean infinitas, que se arrepientan de lo que nos hicieron, esa familia pagará lo que nos hizo. En esta vida solo estamos por esta venganza, por sobre todo, después tu podrás hacer lo que quieras, ahora te quiero enfocado en esto, y para eso no quiero distracciónes, despide a esa secretaria que te consiguió Julián.
Me dice y pongo mi mano en su hombro viendolo a los ojos, el mismo color que los míos, herencia de el.
—No lo haré, descansen.
Le doy la espalda caminando a la salida.
—¿ Quienes son ellas? ¿Por que dijo la niña que éramos sus abuelos? Estoy tranquila por qué se que no tienes una hija,¿verdad?Y además te casarás con Alexa, ¿verdad?
Me pregunta dudosa.
—¿No serías padrastro, verdad?
Me pregunta al ver que camino hacia mi carro.
Abro la puerta y subo a mi carro.
—Armando, ¿nunca lo serías verdad? Responde.
Ella se acerca a mi carro y me alejo de la casa de mis padres.
La dejo con la duda y es simplemente por qué no soy un crío para que me digan que hacer, nunca lo he hecho y nunca lo haré.
A mi mente llega la imagen de la pequeña en ese hospital y la de la madre.
y deja que le diga papá a Armando a el no le molesta y Ema feliz