Dos Nuevos Jefes Para Cass

Cassandra

Dios mío, ¿qué estoy haciendo? ¿Conoces ese momento en que aceptas algo pero estás segura de que no deberías? Estoy viviendo ese momento exactamente ahora.

El mayor problema es que sé que si no aceptara, jamás me dejarían salir de aquí y simplemente dormir en la calle.

No quiero que piensen mal de mí, ni que crean que estoy yendo para quedarme con uno de ellos o algo por el estilo, solo quiero estar tranquila, sin problemas con nadie y, preferiblemente, bien lejos de mi ex y de mi madre loca.

Liam: Una cosa más.

- ¿Cuál es el nombre de la empresa en la que trabajabas?

Cass: Lice Cars, ¿por qué?

Liam: Nada en especial, solo curiosidad.

Él dio una sonrisa cínica de quien está listo para hacer alguna travesura. Pero no quise preguntar, solo fingí no entender. Ya tengo demasiadas cosas en la cabeza para pensar en eso también.

Cuando Theo me dijo que jamás me tocarían a menos que yo quisiera, sentí cosas a las que no estoy acostumbrada y sé lo mal que sonó esa frase dentro de mi cabeza, solo que no sé por qué no puedo dejar de pensar en ella.

Bajamos los tres hasta el estacionamiento y fuimos hasta la camioneta, los dos irían en la parte delantera y yo en el asiento trasero. Theo fue al asiento del conductor mientras Liam colocó mi maleta a mi lado antes de acomodarse en el asiento del pasajero.

El apartamento de ellos estaba cerca del hospital, no tardaron ni 10 minutos en llegar.

Iba a acomodarme para bajar del coche cuando Theo me preguntó.

Theo: ¿A dónde vas?

Cass: ¿No llegamos?

Liam: Todavía no, gatita.

Theo estaba parado, así que me quedé sin entender nada, hasta que una puerta se abrió en frente del coche y él entró con el coche allí dentro.

¿Es impresión mía o esto es un ascensor? Caramba, ¿cuán ricos son estos hombres para tener un ascensor para coches?

Me quedé en silencio, aunque estaba impactada con la escena.

Theo apretó un botón en el ascensor que me dejó aún más incrédula. Trigésimo quinto piso, también conocido como ático.

Sí, son mucho más ricos de lo que imaginaba.

Llegamos al ático y Theo salió con el coche y estacionó en el garaje que había allí.

Abrí la puerta y esta vez nadie dijo nada, así que bajé y cuando iba a tomar mi bolso, Liam fue más rápido y se lo llevó con él.

Theo abrió la puerta y me dio el paso y así que entré, mi mandíbula cayó al suelo, esto no es un apartamento, es la mansión de las mansiones.

Theo: ¿Qué te pareció?

Cass: Esto es increíble.

Hablé mirando alrededor como una tonta, admirando todo aquello.

Liam dio una risa baja, pero no de burla sino por mi forma toda ingenua con aquel lugar.

Liam: Disfruta, eres la primera visita que recibimos aquí.

Cass: ¿Eh?

Hablé mirando a Liam incrédula y al mismo tiempo intentando entender.

Theo: Nos mudamos para acá hace doce años y desde entonces nunca recibimos a nadie.

Cass: ¿No tienen amigos?

Liam: Ninguno que valga la pena recibir en casa.

Cass: Y su familia.

Theo: Somos solamente Liam y yo.

Cass: Ustedes tampoco nunca trajeron mu...

Paré al instante, qué mierda estoy preguntando, no tengo nada que ver con eso.

Ya fuiste menos entrometida Cassandra.

Theo soltó una carcajada.

Theo: Toda y cualquier mujer con la que estuvimos fue siempre fuera de aquí.

Cass: Entonces, ¿por qué estoy aquí si nadie nunca ha estado?

Liam: Haces demasiadas preguntas. Solo disfruta, niña.

Liam claramente se sintió incómodo y me callé en el mismo momento.

Theo: Liam.

Habló reprendiéndolo y el mismo se encogió de hombros y subió las escaleras.

Theo: ¿Vamos a tu cuarto?

Me sentí avergonzada, la casa era inmensa y muy lujosa, y con él diciendo que fuéramos a mi cuarto parecía algo irreal de más.

Asentí, aún incómoda con la frase y subí las escaleras con Theo justo detrás de mí.

Llegamos allá arriba y era un pasillo extenso, con ventanas grandes que daban una vista privilegiada de la ciudad, algunos aparatos y varias puertas.

Solo una estaba abierta y como Theo no dijo nada fui siguiendo hasta aquella puerta y allí dentro estaba Liam sentado en un sillón y mi maleta encima de la cama.

El cuarto era inmenso, lindo y lujoso, había dos puertas en el lateral, una cama que parecía el extremo de cómoda, dos cajoneras con lámpara, una en cada lateral de la cama. Algunos cuadros lindos en una de las paredes.

Estaba encantada con todo, pero al mismo tiempo intentaba no traslucir, al fin y al cabo, esa es la realidad de ellos y no la mía y no sé ni siquiera qué estoy haciendo aquí.

Theo: Ponte cómoda Cass, siéntete en casa.

Cass: Con certeza no deberías decir eso.

Hablé riendo sin gracia.

Liam: Si necesitas cualquier cosa me llamas, voy a estar en el último cuarto del pasillo.

Theo: Liam, ¿cómo así? ¿Estás pen...?

Liam: Ahora no, Theo.

Liam salió del cuarto y yo no entendí nada, Theo quedó con semblante serio.

Cass: ¿Algún problema, Theo?

Theo: Digamos que el último cuarto del pasillo es un local poco habitado por nosotros ya hace algunos años.

Cass: ¿Qué hay allí?

Theo: Prefiero no hablar sobre eso.

Cass: Está bien.

Asentí, sin preguntar más sobre el asunto, aunque me haya quedado curiosa.

Theo: Ponte cómoda, y si necesitas es solo llamar.

Habló saliendo y cerrando la puerta del cuarto.

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