Nicol Andrade, chica de 20 años de edad es obligada a casarse con un hombre que ella no conoce, la chica solo vive con su madrastra que lo único que a hecho es tratarla como una esclava, la vanidad de su madrastra por querer dinero la obliga a casarse, por más que Nicol le suplico piedad, su madrastra lo que hizo fue maltratar a la chica para que sintiera miedo y fuera obediente, Nicol Andrade no tiene a nadie más, literalmente a nadie solo a su madrastra
Por una suma alta de dinero Nicol se casó con Scott Hamilton, tanto fue su desgracia que ni tan siquiera conoce a su esposo, simplemente firmó sin saber quién era ese hombre al que ahora ella le pertenece
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capítulo 8
Nicol cerro sus ojos fuertemente esperando el golpe, por lo que Scott se queda admirando el angelical rostro de la chica, ella abre sus ojos lentamente al sentir el agarre tan fuerte de Scott, se queda boca abierta al tenerlo tan cerca, pues ese hombre es sumamente hermoso, el retoma su compostura y luego ella se aleja un poco
—muchas gracias señor— se apresura a decir ella llena de nervios y deja de mirarlo
—esposo, eso soy, por lo que te sugiero que tengas un buen comportamiento conmigo, ahora sirve la cena y espero que no esté fría, porque me coloco eufórico cuando medan de comer frío— dice Scott, ya que él es muy perfeccionista y exigente
Ella trago grueso
—lo, lo acabe de hacer se... Esposo.
—¿Que haces ahí de pie, ¡rápido!— ella reacciona y camina hacia la cocina.
Al ver a capuchino le hace señas de que se quede en silencio, ya que ella no conoce aún las intenciones de Scott Hamilton, la pobre chica está sumamente nerviosa, el plato que ella agarro para servirle a Scott se le callo y este se alerta, y luego piensa en lo tonta que es.
—¡Dios!— dijo ella exaltada y se agacha para recoger todo rápidamente
Scott suspira y camina a la cocina, la observa a ella en el suelo recogiendo los trozos del plato
—¿Ahora que sucede?— la voz de Scott la hizo pegar un brinco del susto.
Ella se coloca rápidamente de pie
—¡Lo siento, es que yoo...— ella no pudo terminar de hablar
—solo deja eso ahí, y sirve la cena, te espero en el comedor y no tardes que odio esperar, la paciencia no me asienta— dijo él, su voz es suave pero muy sarcástica
Scott la deja sola en la cocina y ella mira a capuchino, el corazón a Nicol está que se le sale, ella pasa saliva y luego no puede evitar llorar, no quiere que él, luego le haga algo por ser mal esposa, ella se apresura a servir rápido y luego se acerca a la mesa, sus manos le tiemblan, ella coloca la comida y Scott observa
—¿Los cubiertos?— pregunta él y ella dijo
—si, lo siento— ella regresa a la cocina por los cubiertos y casi que se le olvida el jugo, Nicol regresa a la mesa y al ver a Scott agarra los cubiertos ella lo espero que este se lleve un bocado a la boca, pero no lo hace
—¿No piensas comer?— pregunta él, de manera arrogante
Ella toma asiento y luego suspira, empieza a comer y siente bien el sabor de la comida, más sim embargo, lo importante es si al hombre que está junto a ella le gusta.
Pero, él mastica lentamente y con elegancia mientras fija su mirada en Nicol, ella está muy sumida en sus pensamientos por lo que él lo puede notar
—¿Piensas que soy malo?— la pregunta de Scott, la hizo sentir incómoda, pero de igual forma ella siempre le a gustado hablar con la verdad
—para ser sincera, pienso que usted no es malo, pero solo lo quiere aparentar— responde ella y sube lentamente su mirada hacia su ahora esposo.
—¡De apariencias no se vive niña— responde él y bebe un poco de jugo.
Ella hace silencio nuevamente
—e venido porque ciertas cosas debo hablar contigo, luego de cenar vamos a la habitación— ordena él y el rostro de la chica se puso rojo como un tomate, ya que recordó lo que él le hizo en su habitación.
—es que yo... No estoy lista— dijo ella con nerviosismo
—¿Acaso una pareja va a una habitación solo a tener sexo?— la pregunta de Scott, la hizo atorar con el jugo, Nicol empieza a toser para poder aliviar, Scott no me quita la mirada de encima, no puede creer que Nicol sea tan inocente
Cuando ella puede hablar dice
—es que yo... Yo pensé que usted iba consumar el matrimonio— responde ella sin mirarlo
—¿Acaso deseas que continúe, lo que deje de hacer en tu habitación?— pregunta con incredulidad Scott
Nicol muerde su labio inferior de manera inconsciente
—de hecho, yo no, no quiero— aquella palabras de Nicol tan sincera, hizo que él se enojara y le dice
—descuida, que no eres de mi agrado— Nicol sintió que aquella palabras la desgarraron y le recordó a lo que muy constantemente le decía Carmen, que ella es fea y nadie la quiere en este mundo
Nicol siente que no puede terminar de cenar, que su corazón se siente vacío
—¿Le importa si me retiro?— la voz de ella es débil
—hasta que yo no termine, no debes colocarte de pie— ordena él y ella suelta su plato.
Solo fija su mirada en la comida que le quedó, y puede escuchar como Scott hace ruido con sus cubierto, Nicol siente una gran tristeza y están que se le salen las lágrimas.
Scott termina de comer y dice
—ya puedes retirar, te espero en la habitación— ordena él, y se coloca de pie, se marcha sin decir gracias o si le quedó bien o no la cena a Nicol
Al llegar Scott a la habitación de Nicol, el rápidamente ingresa al baño y empieza a toser, le dio un ataque de tos, el cubre su boca con su mano y está le salpica sangre
—¡Maldita enfermedad!— dijo él en Susurro luego se lava la mano.
Nicol pudo escuchar lo fuertemente que este estuvo tosiendo, por lo que ella pensó que quizás algo le cayó mal con lo que ella preparo, Nicol luego de que recogió los trozos de platos que estaban en el suelo, y lavar lo que ensució, ella se acercó a su habitación y no sabía si tocar o no la puerta, si entrar y escuchar lo que él le tiene por decir, ella da un largo suspiro y luego escucha la voz de él decir
—¡Entra, que yo no muerdo!— Scot, sabe que ella está ahí en toda la puerta, ya que su sobra se puede ver debajo de la puerta