Despertar en un hospital y descubrir tu nuevo rostro, uno que te da la posibilidad de vengarte de aquellos que tanto daño te han hecho....... "uno a uno pagarán todo el sufrimiento que han causado" se dijo así misma Danara Sandoval
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viejo infeliz
Cada ocho días voy al cementerio a visitar a mi madre, pero en estas últimas semanas he visto que alguien más lo está haciendo, he encontrado ramos con rosas blancas, y la única que visita su tumba soy yo, tampoco es mi dichoso tío o alguien de esa familia, lo sé por qué trabajo ahí y nunca lo he escuchado hablar de venir a ver la tumba de mi madre.
Me acerque al conserje del cementerio.
- hola, buen día, como está -
- hola señorita en que le puedo ayudar -
- verás, es que la tumba de mi madre es esa que está allá -
- ¿la de la señora Sonia?-
- si, esa, es que quisiera saber quién más a visitado la tumba de mi madre últimamente-
Vi que dudo un momento antes de responder
- señorita no sé, la verdad he visto a un hombre vestido totalmente de negro y un sombrero, no he podido ver su rostro entonces no le puedo decir si es joven o si es de edad avanzada, estás últimas semanas es el que ha estado viniendo, disculpe que no le pueda dar más información, es lo único que he visto -
- pero es que yo dejé unos documentos firmados y la tumba de mi madre no puede ser visitada deliberadamente, y menos por alguien que no se identifique -
- señorita yo no soy el encargado de dejar entrar a los visitantes, si quiere puede hablar con Ralf, el es el que se encarga de eso, yo solo cuido y hago mantenimiento del cementerio-
está bien, voy a hablar con el, gracias -
Entonces fui a hablar con Ralf, el me pidió disculpas, dijo que está persona le dió dinero y pues el tenía necesidades y lo aceptó, pero que ya no lo iba a hacer más, le pregunté que cómo era aquel hombre, pero me dijo que con el no tuvo contacto, que solo hablo con su chófer, pero me dijo que ese hombre dijo que venía a visitar a una vieja conocida, eso me dejó aún más confundida, así que tomé la decisión de contratar a un detective, también le dije al señor Ralf que lo dejara entrar una vez más, para que así el detective identifique a la persona y comience a investigar.
A la mañana siguiente fui a trabajar como de costumbre, pero está vez llevaba conmigo un par de cosas, primero les prepare el desayuno y les pase a la mesa, pero al vaso de jugo de mi tio le puse un laxante que haría efecto 2 horas después para que no sospechen que sea el desayuno, y solo se lo di a el hoy, si todos se enferman a la ves van a sospechar.
Efectivamente mi tío llegó al rededor del medio día, se veía muy mal, estaba pálido, se notaba que estaba deshidratado, y no es para menos, el laxante que le suministre es uno de los más fuertes.
- señor bienvenido, ¿desea que le sirva el almuerzo?-
- no Celeste, preparame un té de hierbabuena y llevamelo al despacho -
- enseguida se lo llevó -
Fui y le prepare el dichoso té, pero no sin antes ponerle toque de arsénico, no puedo poner grandes cantidades, pero esto poco a poco irá acabando con el, "muerto el perro se acaba la rabia".
Se que lo que estoy haciendo está mal, pero si tengo que ser condenada por esto, lo pagaré con gusto, igual la dosis que usaré le provocará cáncer y quiero que sufra como lo hizo mi mamá, solo quiero debilitarlos físicamente para después atacar y poder recuperar la casa y todo lo que le pertenece a mi mamá, entre mas débiles estén menos ganas de luchar van a tener.
Toc Toc
- siga-
- permiso señor, aquí está su té -
Me acerque y dejé la bandeja sobre el escritorio y di media vuelta para salir de ahí.
- por qué te vas tan rápido, ¿No quieres hacerme compañía un rato?- ( un brillo de morbosidad se reflejo en su mirada)
- no señor, tengo cosas que hacer, con permiso -
- no seas así niña, yo te puedo aumentar el sueldo-
- señor, gracias, pero no, así estoy bien -
- bueno tu te lo pierdes, podrías haber pasado un buen momento -
Sin responderle más, salí de esa oficina sintiéndome asqueada y con mucha irá.
Fui a la cocina y la señora Socorro se percató que yo estaba rara.
- ven conmigo, vamos a hablar allí -
Me tomó de la mano y me llevo a la zona de ropas, allí nadie nos escucharía.
- cuentame que te pasó, y no me vayas a decir que nada, por qué en este tiempo te he aprendido a conocer y tú no eres así-
- señora Socorro¿usted me puede dar un abrazo?-
- claro que sí, ven acá -
Ella me abrazo y por un momento sentí la fragancia y los abrazos de mi mamá, ella logro calmar un poco estos sentimientos que crecieron en mí entonces respire profundo y decidí contarle lo que sucedió en el despacho.
- es un maldito desgraciado, como se atreve, hay que contarle a la señora -
- no Socorro, ella no va a hacer nada, ellos son tal para cuál -
- ¿Tu acaso los conoces?-
Preferí no decirle la verdad, no quiero involucrar a nadie más.
- no señora, pero usted se ha dado cuenta que cuando me humillan nadie hace nada para defenderme-
- tienes razón, a veces son malos contigo en especial la señorita Larissa -
- pero ahora tengo miedo, no se que pueda hacer el señor en mi contra por haberlo rechazado -
- no te preocupes, si te hechan yo te puedo recomendar en mi antiguo trabajo, a mí me tocó renunciar porque era una casa muy grande y yo ya estoy muy vieja, pero allá son muy amables y pagan muy bien, y con la forma que tú cocinas se que van a estar encantados contigo -
- muchas gracias señora Socorro, lo tendré en cuenta -