DESEO IRRESISTIBLE

Que Nick llamara a Dayanne con la excusa de saber de ella, la ponía extremadamente nerviosa, y sin saber cómo reaccionar a eso exactamente. Era inquietante para los dos, pues la intempestiva conexión que se dio entre ambos era difícil de negar y los perturbaba, así uno de ellos quisiera negarlo.

. – Umh… Okey – Fue lo único que pudo decir Dayanne, pero preguntándose si él había llamado por saber de ella o por cuestiones de trabajo.

. – Quería saber cómo estas – Le contó Anthony como si hubiese leído sus pensamientos y ante la evidente negativa de preguntar – Y volverá a marcar ¡Quiere hablar contigo! – El corazón de Dayanne comenzó de pronto a latir sin control de solo pensar en escuchar su voz…

. – Okey… - Volvió con los monosílabos que era lo único que salía de su boca, cosa que tenía a sus padres sorprendidos y divertidos a la vez…

. – ¿Vas a contestar aquí? – Le preguntó Anthony, con intención de traerle el teléfono inalámbrico para darle privacidad, pero Dayanne evitó especialmente tal insinuación de su papá, y negó - ¿Segura?

. – Si papá… - Le dijo casi entre dientes y este sonrió al igual que Bárbara - Llévame a la sala porfa...

Anthony ayudó a su hija a llegar a la sala y sentarse en el sillón cerca de la mesita donde estaba el teléfono residencial. Allí Dayanne se quedó en silencio esperando con algo de ansiedad la llamada de su jefe. Mientras sus padres no perdían detalle de sus gestos y movimientos que evidenciaban lo nerviosa que se encontraba, secando sus manos en la bata que llevaba puesta, luego tocando una y otra vez su escayola, esperando el sonido del auricular…

. – Algo sin duda pasa entre esos dos, aunque se empeñen en negarlo, pero a mí no me engañan – Susurró Bárbara a su esposo mientras caminaban a la cocina, volteando justo cuando el timbre del teléfono retumbó en el apartamento, para ver las manos temblorosas de su hija pasar por su cabello, y luego tomarlo…

. – Aló – Fue casi un susurro su saludo, que impactó al otro lado de la línea a un Nick que también estaba frenético, y que contuvo la respiración para no quedar en evidencia…

. – Hola – Respondió con tono suave y emocionado de escucharla – Gusto saludarla señorita Wilson…

. – Igualmente ¿Cómo está? – El hecho de que le preguntara cómo estaba fue una gentileza que Nick aprecio.

. – Muy bien… - “Ahora que la escucho” quiso continuar, pero se contuvo de ser tan inoportuno – Gracias por preguntar ¿Y usted? ¿ Cómo va esa recuperación?

. – Bien, cumpliendo el tratamiento, y con ganas de retomar mi rutina diaria – Le contó aburrida de sentirse tan inútil…

. – No, no, de ninguna manera – La detuvo imaginando que era capaz de aparecer en la oficina en cualquier momento – Usted debe cumplir no sólo el medicamento sino con el reposo que le indicó el Médico ¡Y al pie de la letra! – Le recordó, haciéndole entender que él claramente sabía cuales eran.

. – Pero es que... - Dayanne además de sentirse inservible, principalmente se preocupaba por su obligación en la empresa y lo improductivo que resultaba su estado de salud.

. – Nada de peros… - – Le exigió con firmeza.

. – Señor Evans las inversiones… - Como Nick también suponía, ese era realmente el tema que le intranquilizaba.

. – Dayanne… - Esta era la tercera vez desde que la conoce, que Nick se atrevía a tutearla – No nos vamos a arruinar por un mes que usted no pueda hacerse cargo…

. – Pero obviamente si van a dejar de percibir ingresos… - Protestó, ciertamente habían otros operadores en la empresa, pero ellos se destacaban más en el trading que en la inversión en la bolsa de valores…

. – Tenemos otras inversiones Wilson, el dinero siempre llega… - Contradijo sonriendo del tira y hale en el que se estaban enganchando por la terquedad de Dayanne, que Nick sabía en cualquier momento iba a salir a flote.

. – Igual puedo trabajar desde casa y enviar los datos… - Sugirió Dayanne negándose a darse por vencida.

Nick volteó los ojos ente su insistencia “Mí terca favorita” se dijo rogando en que ojala sea así para todo “Jajaja”… Pero algo si quería realmente él, y era que ella se recuperara pronto y completamente.

. - ¿Puedo acaso convencerla de lo contrario? – Ya él sabía la respuesta que obtendría, sin embargo se atrevió a hacer la pregunta que sonaba inocente dirigida a ella…

. – ¡No…! - Respondió renuente…

. – Debía intentarlo… – Aceptó divertido, provocando una media sonrisa en ella, que solo sus padres pudieron apreciar – Solo quiero que entienda que lo que más me importa ahora es que usted esté bien…

A Dayanne inevitablemente la emocionaron esas palabras, aunque luego quiso pensar que él solo lo hacía por lo que ella representaba para su empresa, cosa que era lo menos que le importaba a Nick Evans.

. – Lo estoy, y nada extraordinario me pasará con estar sentada en la cama con la computadora en las piernas… - Le explicó dejando ya su postura clara…

. - ¿Está segura qué no representará un esfuerzo innecesario? – Preguntó Nick haciendo su último intento de convencerla de lo contrario…

. – Señor Evans, lo único que estaré esforzando es el cerebro…

. – Y estoy seguro que ni un cuarto de él esforzará – La halagó, porque verdaderamente admiraba a más no poder la inteligencia de Dayanne – Bueno – Suspiró derrotado - Si esa es su decisión puede hacerlo, pero por favor no se esfuerce demasiado, y menos innecesariamente ¡Prométalo!

. – No lo haré… - Confirmó agradecida que ahí haya quedado la insistencia de su jefe en neutralizar su decisión. Ambos se quedaron en silencio por un momento sin saber que más decir, ya que en lo laboral el tema estaba solucionado. Sin embargo, al otro lado de la línea, cada uno era consciente de la respiración del otro… La tensión era palpable a través del teléfono. A pesar de las palabras no dichas, podían sentir la conexión que había entre ellos, la resonancia de algo más profundo y que claramente iba más allá de lo laboral.

Estaban en sintonía sin necesidad de palabras, pero ninguno de los dos se iba a atrever a hablar al respecto… finalmente, Nick rompió el silencio, tomó aire para controlar su respiración entrecortada por la ansiedad que lo embargó, antes de decir algo más, evitando dejar al descubierto sus emociones.

. – Entonces así será, pero insisto, por favor cuídese, es importante que evite un colapso – Fueron las palabras que salieron de su boca, él sabía que era algo irracional estar en reposo y querer actuar como si no.

. – No se preocupe, no me esforzaré más de lo necesario, estaré bien… – Lo colmó Dayanne al notar su incertidumbre.

Nick volvió a guardar silencio por un momento, procesando y confiando en sus palabras.

. – Bueno… - Su voz sonaba trémula, y claramente Dayanne lo percibió, sabía que al igual que ella, él estaba embargado con aquel recuerdo del intenso beso que compartieron y los había unido hacía escaso dos días… - Que continúe bien, espero saber de usted pronto.

. – Si… gracias… usted también – Coincidió ella deseándole buena salud y éxitos. Y así, entre silencios incomodos y palabras a medias, la llamada llegó a su fin, dejando a ambos en un mar de emociones encontradas y con la certeza de que algo estaba a punto de cambiar en sus vidas.