La Última Promesa

Seguía sin comprender lo que había sucedido hace un momento. ¿Acaso todo fue producto de mi imaginación?¿lo soñé todo?. Mientras me hacía como siempre un sin fin de preguntas en mi mente, puedo notar a Berck y Ana intercambiar miradas nuevamente. El asombro de ambas se notaban desde lejos.

 _¿Qué sucedió? -pregunto mientras intento sentarme.

 _Eso mismo me gustaría saber. - la pregunta de la doctora Berck hacía parecer que yo ocultaba algo.

 _Alice, el peritaje demostró que tu casa se incendió por causa de que unas botellas fueron arrojadas sobre la cocina encendida. Estas obviamente explotaron y creemos yes lo más probable que la que arrojó esas botellas haya sido Iris. -el comentario de Ana me tomó por sorpresa.

 _¿Porqué me dices esto ahora Ana? No entiendo, ¿que es lo que intentas decir con esto?. -parecía como si me hubiera puesto a la defensiva pero habían mil preguntas en mi interior para hacerles a ambas. 

 _Alice, -interrumpe la doctora Berck- sé que tienes muchas preguntas y juro que intentaremos responder a todas, pero eso será en el momento justo. -al terminar de hablar le hace un gesto rápido a Ana y ambas salen de la habitación.

   El océano de mi mente sólo empeora las cosas, sigo sin poder recordar absolutamente nada de lo que sucedió hace ¿un mes?. Es imposible, cómo puedo recordar con claridad todo lo que sucedió hace unos minutos y no lo otro. Decido levantarme para recorrer la habitación pero al bajar mis pies en el suelo, puedo sentir que ambos están vendados. ¿Vendas? Me digo a mi misma mientras me los quito de ambos pies, no le veía sentido a usarlas ya que mis pies no tenían ninguna herida. Decido ir hacia la puerta la cuál al intentar abrirla noto que está cerrada. ¿No entiendo porque abrían de cerrarla?, algo extraño sucede y necesito saber que es. Rápidamente regresó a mi cama y logro notar algo que antes no había notado y es que sobre el sillón junto al otro lado de mi cama, estaba lo que parecía una carpeta. La curiosidad me consume así que la tomo, es mi historia clínic, no puedo creerlo. ¿Esto es posible?.

    La puerta se vuelve a abrir y la que ingresa nuevamente a dónde estoy es la doctora Berck quien al verme decide regalarme una sonrisa y lentamente camina hacia dónde estoy.

 _¿Sabes?, -comenta mientras se sienta justo en el asiento al lado de mi cama. Eres muy especial y…

 _Dime ¿porqué le ponen el seguro a la puerta? -no quería saber más que eso en este momento-. ¿Sabes? No voy a escapar.

 _ Querida, no es por esa razón que la mantengo con seguro.

 _Entonces, ¿Cuál es la razón doctora Berck?.

_La razón por la que permanece así es para evitar que alguien pueda entrar. Sólo yo puedo abrir esa puerta Alice y yo..

_¿Pero quién aparte de Ana, querría estar aquí.? Después de mi madre no tengo a nadie. Estoy sóla doctora Berck. -nuevamente la interrumpo mientras ella habla. Siento que algo en mi se rompe y las lágrimas nuevamente empiezan a brotar, siento que el corazón me duele por tanto llorar. Extraño tanto a mi madre, no importa todo lo que haya sucedido entre nosotras YO SOLO QUIERO VERLA Y DARLE AL MENOS UN ABRAZO.

 _Alice cariño, no estás sóla cómo tú crees. Y no me digas doctora Berck, llámame Azira. Créeme tú NO ESTÁS SÓLA.

_Azira, ¿no? -pregunto-.

_Dime cielo, ¿que quieres? -me pregunta mientras se sienta ahora a mi lado y acomoda un mechón de mi cabello-.

_Mi madre murió hace un mes o más de un mes, ni siquiera eso logro recordar. Ella era mi unica familia y ahora ya no está. ¿ Porqué dices que no estoy sóla? Acaso no has visto que no tengo familia, ¡estoy jodidamente sóla Azira! -exploto en llanto y aun así la miro a los ojos. Su rostro cambia y parece estar completamente molesta.

 _Familia no es la que lleva tu sangre solamente, familia no son solamente papá, mamá y hermanos. ¡Carajos Alice! Entiendo mejor que nadie el tipo de dolor que estás sufriendo y creeme no se lo deseo ni al peor de mis enemigos. Pero te pido que dejes de decir que estás sóla! Reacciona de una maldita vez, Ana es tu familia también de lo contrario no estaría aquí día y noche soportando todo para no dejarte sola bajo ninguna circunstancia. Así que sé agradecida y acepta que aún tienes familia.

   Las fuertes palabras de la doctora Berck provocaron que tiemble por un instante. Parecía tan molesta. No me había dado cuenta, estaba atrapada en mi burbuja de soledad y ni siquiera me daba cuenta de cuánto Ana y Clarice hacían por mí. Por lo que dijo Berck, Ana no me ha dejado ni un sólo día desde que estoy aquí. Jamás hubiera imaginado que necesitaba de que una extraña me dijera lo que es la familia, para poder entender que Ana y Clarice siempre fueron como de mi familia.